HitlerStalin

40 REPERTORIO AMERICANO Discurso de Nicolás Guillén al recibir el Premio STALIN de La Paz (En Rep. Amer. El 21 de diciembre, 1954, en la Sa sus harapos, pero halagando por un menla de las Columnas, en Moscú, tu drugo la oreja de su señor. Porque si vo efecto la ceremonia de entrega quedan todavía poetas así, son cínicos del Premio Stalin de la paz al poe fuera de nuestra época, ruinas morales ta cubano Nicolás Guillén, quien interesantes apenas para arqueólogos espronunció en dicha ocasión el si pecialistas en la excavación humana.
guiente discurso.
Nos ha tocado vivir años duros, como Señor Académico Skobeizin, Presidente los de todo tiempo en que la vida va a del Comité de los Premios Stalin, ami cambiar. Años críticos, no de gestación, gas y amigos míos: sino de parto; años redondos y tensos, Recibir el Premio Stalin por la paz es como vientres grávidos. En medio de la siempre un grande honor, que no sólo calle, rodeado por el pueblo, cantando a obliga nuestra gratitud, sino que comtoda voz la canción de la vida, el poeta promete nuestra responsabilidad. Hablo es un prójimo, un próximo, un hombre BAIXEN!
de gratitud, porque este galardón es de que habla y ayuda al hombre que está los que honran de por vida; y de respona su lado. La torre de marfil? Ya dije Nicolás Guillén sabilidad, porque él nos fuerza a justifi alguna vez que no hay torre de marfil 1949 car sin tregua la señalada distinción de que pueda resistir un cañonazo.
merecerlo.
Yo he visto la guerra. Vi la guerra en Están muy lejos ya los años en que que murió mi padre, hombre civil, muerla paz egoísta, que se encierra en sí misel poeta podía tenerse a sí mismo como to por soldados: hombre de blanca cabe ma, o se evade y busca una camino apartado en el bosque, sino la paz activa y un ser aparte, por encima del mundo, enza y ojos dulces y habla reposada, con cerrado en su torre ideal y orgullosa de la camisa lírica llena de sangre. Vi la vigilante, que grita su voluntad de briguerra española, la guerra que me ensellar a los ojos de todo el mundo.
nó todo el futuro, abriendo de un pode hington envió hombres a la gran houeNorteamérica no ha visto guerra. Wasroso desgarrón el duro velo que lo cura encendida por Hitler, pero no sint19 bría. Vi la guerra en Guatemala; una guerra pequeña, traidora, movida por susu propia tierra penetrada por hombres cios comerciantes en plátanos y lágrimas.
enemigos. No hay un solo rascacielos que piso ahora el suelo sagrado que hirió haya sufrido un arañazo de revólver, ni una sola escuela destruida por las bomLa guerra enorme, hambrienta, de tritubas, ni un solo hospital incendiado por ante dentadura, la guerra que hizo del el napalm, ni una sola ciudad barrida mépueblo soviético un héroe múltiple, en tódicamente por la dinamita, como Varpie sobre la historia.
sovia, o defendida durante largos días No quiero ver más guerras.
de hambre y plomo, como Stalingraco.
Por eso lleno mi verso de paz. Pero no (Pase a la página de enfrente) BRIXEN Roberto Giusti 1948 Homenaje a Roberto Giusti En los primeros años de este siglo, exactamente en 1905, se inició en la crítica literaria un joven escritor argentino que iba a cumplir una labor sobresaliente, Roberto Giusti.
La llevó a cabo desde la cátedra y el libro y, muy particularmente desde las páginas de la revista Nosotros. que lundó en 1907 con Alfredo Bianchi. Esta revista de cultura general fué, en sus dos épocas, una de las expresiones más altas y duraderas de la vida intelectual argentina, y Giusti ejerció en su país durante todo este medio siglo un auténtico magisterio literario.
El significativo aniversario encuentra al doctor Giusti en la plenitud de su vida de su obra, y un núcleo de amigos, admiradores y discípulos ha resuelto festejarlo. El homenaje consistirá en la edición de un libro que ha de contener una selección de sus mejores páginas. El volumen no será puesto a la venta, sino que estará destinado exclu.
sivamente a los suscritores que deberán abonar la suma de cuarenta pesos argentinos Las suscripciones se reciben en la sede de la Sociedad Argentina de Escritores, México 524, Buenos Aires. La Nación, Buenos Aires, 28 de abril 1955)
Martínez, 10 de mayo 1955 Querido y admirado Don Joaquín: Los amigos y admiradores de Giusti le rogamos la transcripción en las páginas del Repertorio, de estas líneas de La Nación, con la indicación de que la suscripción al volumen, para el exterior, se ha fijado en la suma de dos dólares. Muy agradecidos de antemano.
Mis saludos muy afectuosos.
Francisco ROMEPO Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica