REPERTORIO AMERICANO 71. y éramos felices. Nuestra auroCuento en perspectiva y en gris ra, la noche. Nuestro canto, la vida.
Carlos Maria CAMPOS JIMENEZ Esa vida profunda que trasforma en arena la más bella flor, y despierta (En Rep. Amer. palomas entre las manos muertas de una roca perdida que no supo rodar. y mirando a su alrededor se dio. cuando se hizo el día, aparecis Hasta que un día. en tu cuenta, una cuenta de como sus pasos en el de te tú, hombre que sabe de las cosas noche, llegó hasta nuestra vida el clasierto iban creciendo y transformán mientras haya colores. Cuando llegó mor solitario de tu voz en dolor. Tus dose en dunas, pajonales y ortigas. la noche, apareci yo, hombre que vive ojos sin raíces, eran peces sin velas. y vio como su mundo comenzaba entre las cosas con sus mil sabores.
Tus brazos sin el vuelo, dos sarmieny terminaba en él, en sus ojos, en sus Al igual que la tuya, mi raza nació tos sin sol. Te hicimos mil señales, sueños, en los signos que trazaban limpia, diáfana, sin sujeción al tiemte mostramos las sendas, te abrimos sus manos.
po sin sabor de dolor. lo mismo hondos surcos para llevarle al mar de El viento seguía cortando las pala que en tu historia, allá en mi Paraiso tus propios sabores, pero huiste esbras sueños con sus mil cuchillos. El había una prohibición,. no acercarse pantado sin podernos oir.
sol golpeaba los yunques del aire con a la luz. sus martillos de arena.
Una estrella lejana buscaba su caLos chacales lejanos ensayaban un mino. La montaña dormida, soñaba. y al encontrarse solo, lloró. su coro. Las hormigas marcaban un senlamento se confundió con el viento, y dero sin luz.
que era mar.
al escucharse escucharlo, no podía dis. y ante aquel tu llamado, y a petinguir en donde comenzaba el viento sar del anuncio, cruzamos la frontera Cuadernos Americanos de tu mundo de luz. Nuestras hony en donde terminaba él.
Los pajonales, acurrucados en la Apartado Postal 965 das gargantas secáronse de espanto concha del paisaje, encendían sus México, México al ver que nuestras manos se tranfor.
velas amarillas con mecheros de orEstos libros interesantes: maban en jas gigantestas, árboles tigas, de cactus, y de arcilla.
sin nidos, rosas sin perfumes, espinas Antonio Castro Leal Juan Ruiz. y sus lágrimas, después de saltar de Alarcón.
Dóls. 00 de sol. Al llegar a tu vera y verte por entre el barranco de unas rodillas Juan Larrea Rendición de Espi.
tan solo, te pedimos que fueras nuesritu y II, cada uno. 00 tro hermano de luz. Pero tú no entenque señalaban la dirección del ecoEduardo Villaseñor Ensayos Inllegaron hasta el reino del hombredías nuestro silencio lengua, y tu sola teramericanos noche, que dormía a los pies del ca Emilio Prados Tardtn Cerrado. 00 oalabra era vagar. vagar. Sabienminante. y al contacto de aquellas Rodolfo Usigli Corona de Sombra 50 do que no había remedio a tu cegueSara de Ibáñez Pastor al. 50 ra, lágrimas, sucedió lo no esperado.
emprendimos de nuevo el regreso Gustavo Valcárcel La Prisión. 50 Las montañas lejanas iban apag in.
Gustavo Valcárcel La Agonía a los reinos donde hay luz, mas no do el color de sus galas. Los conejosdel Perú 50 sol, y entonces. nubes habían detenido su carrera y Miguel Alvarez. Acosta Muro Con el frío de la noche la arena se blanco en Roca Negra. Novela comenzaban a cambiar sus orejas por Premio El Nacional 00 hizo estrella, y la roca coral.
las alas de los buhos.
Miguel Alvarez Acosta: Nave de. si. al contacto de aquellas lágriRosas Antiguas (Poemas. y entonces. cómo contar la his2. 00 Fernando Benítez: China a la toria? La prohibición violada se hamas comenzó a despertar y a ponerse vista 00 cía carne en el tiempo, y en la luz, de pie el hombre noche cuya presen José Tiquet Sangre de Lejanía. 20 como espada, se amputaron los pies.
cia ni había presentido antes, el homMargarita Paz Paredes: Dimensión del Silencio 20 El castigo llegaba. No poder ya mobre del dia.
Germán Pardo García: Acto Poévernos sin usar otras huellas, sin busy entonces escuchó su voz. Si etico 50 otro ser. Me comprendes aho.
ra suya la propia o venía de otra par German Pardo García: te, no lo sabria decir. ante su aLlama al Espacio.
ra. Soy otro hombre, tu sombra 50 Lucila Velásquez: Poesía resisque vagando en tu mundo, no se puesombro, supo de él, como se sabe de 00 de mover. Si tu mueres, yo vivo. Si las cosas cuando llegan hasta noso Luis Sánchez Pontón Azulejos y tu olvidas, yo no. Soy tu imagen. Cotros en los ojos, en las manos, en el Campanas. Poemas 11. 00 aliento, en la arena de nuestras Luis Cardoza y Aragón La Renozco tu lengua y conozco el dolor de volución Guatemalteca.
10. 00 tu voz. Yo soy de tu raza y a la vez nas cuando despiertan los ríos del Fernando Alegría: El poeta que soy las razas en ser. Soy tu mundo y amor y del dolor.
se volvió gusano y otras histolos mundos que tú ya no ves. Siendo. Cuando existió la luz, ya existía rias verídicas 75 Griselda Alvarez Cementerio de eterno, mi castigo está en verte pa la sombra, como la chispa que salta Pájaros. 75 sar. Ya lo ves. Algún día podrías del carbón dormido. Si. ya se que Poesía de América, Nº 3, Año IV 00 oirme, y entender el por qué de mi hay mucha coeas que dices no entenJuan Larrea Razón de Ser. 11. 00 der. Para un niño el arco iris es un Juan Larrea La Espada de la Paloma 22. 00 Una llama encendida se apaga en puente de luces por el que suben pre Germán Pardo García: Eternidad la choza que corta el paisaje allá, surosos sus carritos de ensueño. Pa del ruiseñor.
10 00 ra un homcre, no hay puentes en los Vicente Magdaleno: Ascensión a muy allá. En las dunas, un bulto sela tierra. 50 cielos, ni hadas en el mar. Sólo cuenñala lo que ayer se llamara un hom bre, no más. su lado, esperando tan las cosas que se pueden tocar. Solicítelos a Cuadernos Americanos. el llamado del día, la sombra arrodiEl cortinaje rojo. se tornó en ama(México, o a Rep. Americano. llada musita su oración.
rillo y ahora, todo en negro, comen. San José, Costa Rica. zaban su danza los cocuyos.
San José de Costa Rica, 24 de Agosto de 1958.
car te.
veser. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica