Feminism

258 REPERTORIO AMERICANO San José de Costa Rica, 24 de octubre de 1951 CERTAMEN SOR JUANA INES DE LA CRUZ Fallo del Jurado de Costa Rica Reunido en esta ciudad el 21 de octubre de 1951, el Jurado escogió el siguiente trabajo de los cuatro que llegaron: Lectura de Sor Juana, por Fray Filoteo Trabajos examinados: Lectura de Sor Juana, por Fray Filoteo Tetralogia del amor, por Tersites Tierra doliente, por Federico del Mar y Oda a Juana de Asbaje, por Ariosto (Muy apreciables los cuatro. GARCIA MONGE ABELARDO BONILLA MOISES VINCENZI En Costa Rica gozó el primer encanto de la luz; en México vió que el aire está hecho con perlas y alucinaciones; en este otoño de Washington podrá conocer uno de los hechizos de la América total! la poesía de Góngora construyendo efímeros simulacros que los divinos pintores no pueden revivir con sus alquimias.
tos de los escritores jóvenes de la América Española hacia esta monja inmortal que, si viviera, tendría trescientos años, y cuya voz ha contribuido poderosamente a que América encuentre su expresión artística propia.
La Biblioteca del Congreso desde hace mucho tiempo se ha interesado por todas las manifestaciones de la cultura hispanoamericana. En los últimos años ha estimulado el estudio y el gusto por la Poesía, principalmente en inglés, por medio de una cátedra de Poesía, la organización de programas de Poesía, la publicación de textos poéticos. En los idiomas hispánicos la Poesía ha llegado a ser para nosotros una preocupación importante. La ceremonia de hoy será una piedra miliar en el esfuerzo de la Biblioteca para dar a la Poesía en español un sitio eminente en nuestro programa. Que el espíritu de Sor Juana y el consejo de nuestros amigos que son hombres de estudio, nos guíen hacia la meta justa! Tres siglos de amor (Palabras del Presidente del Ateneo Americano de Washington, Dr. Rafael Heliodoro Valle, al saludar al poeta Alfredo Cardona Peña en la velada de homenaje a Sor Juana Inés de la Cruz en Washington, el 12 de noviembre de 1951. Señores Embajadores, Señor Director de la Biblioteca del Congreso, Poeta, señoras y señores: Como en el cuadro mural de Portinari que en esta Biblioteca del Congreso imagina a los pescadores de perlas de la Améri.
ca recién hallada por Colón, así se nos presenta este poeta del Nuevo Mundo con su tesoro submarino en esta noche en que Sor Juana Inés de la Cruz fulgura en tres siglos de amor, en el fondo encantado del volcán que la resguarda, hada nodriza, desde su cuna salpicada de estrellas.
El poeta ha llegado hasta esta catedral de la sabiduría amorosa, en que vigilan el sueño y el afán del hombre las grandes sombras que sostienen diálogos íntimos con él. En una de las puertas podrá ver la figura de Quetzalcoatl, uno de los civilizadores de América, que vino por la ruta del sol buscando un sitio para entregar a nues.
tros antepasados el maíz y la canción, la flor del jade y la palabra bella. Aquí ha encontrado un recinto de ancha sonoridad para que nuestro hemisferio le escuche, a.
hora que le sale al encuentro con el alto galardón que ha ganado en una fiesta de la Poesía, bajo el auspicio de un otoño que transfigura en colores imposibles los pen.
samientos de los árboles. Vamos a escuchar su poema, en el que vibra su acento de hombre americano y de poeta que ha viajado con su lámpara de grisú a través de los laberintos de la mitología, encontrando las rosas del jardín interior y los ídolos sepultados. Puede ahora repetir a su América lo que dijo a su novia en el nombre de uno de sus libros: El mundo que tú eres.
Como los magos entre la media noche del sueño y la angustia se envuelve en su manto astrológico y se ciñe su corona de fuego para demostrarnos, frente al mármol y el bronce con que los mortales perpetúan la grandeza de los númenes, que la Poesía es también para todos lo que el pan perfecto y el bien ganado.
El Ateneo Americano de Washington saluda, por mi medio, a don Alfredo Cardona Peña, descendiente de los buzos que encon.
traron las primeras perlas y los primeros hipocampos en el Golfo de Nicoya, cuando los buscadores del paso interoceánico supieron la existencia magnífica de la mina de Tisingal, aquella que sigue caminando desde Costa Rica hasta el Petén y cuyos rastros se pierden al entrar en la comarca en donde está la ciudad innombrada en que el tiempo se ha detenido como cuando todas las piedras eran niñas de arena.
Alcen otros cosmópolis abrumadas de poderío, otros busquen la perla de la felicidad humana en las materias primas y los números; pero que los poetas sigan revelándonos las noticias de los mundos numerosos en que no hay tiempo ni dolor. que este joven señor del Alba viaje más por el bosque del Nuevo Mundo, bajo el oro antiguo de las constelaciones que guiaron a los sabios del Popol Vuh y a los santos que dispersaron el Evangelio, y que escuche cada vez más íntimamente la sangre del pueblo dándole en su Poesía lo que le debe en pan y en luz. Sor Juana, mujer de América (Discurso de Amalia de Castillo Le que acucian y afligen al hombre, como hedón, Presidenta de la Comisión Inter misímbolo, mejor que como símbolo de la americana de Mujeres, en la velada que especie humana, las reacciones y los sentien homenaje a Sor Juana Inés de la mientos de la mujer en la misma materia, Cruz, se llevó a cabo en la Biblioteca permanecieron en la oscuridad.
del Congreso, de Washington, el 12 de En esta situación de silencio, más que noviembre de 1951. de carencia de acciones elevadas de la mu: jer, creo posible asegurar que en la histoSólo por los caminos engañosos e insegu ria del feminismo americano, la figura de ros de la hipótesis sería posible evocar el Sor Juana reviste una importancia primormomento preciso, las circunstancias con dial. La vida y obra de esta mexicana excretas y los hechos corroborables, o aludir cepcional, constituyen la primera realizaa las personas en cuyo espíritu se abrió a ción de una nueva manera de entender los la luz la conciencia de la situación social ideales de la educación femenina en la épode la mujer en América. Ningún testimo ca de la colonia y de una valerosa y nueva nio escrito aparece en este sentido, y la planteación de justicia humana para la murazón es fácil de explicar. Con excepción jer. Sor Juana rompe con esta mutilada de unas cuantas mujeres destacadas por ra tradición. Se afirma en las virtudes criscones de clase, pero no de educación, todas tianas de la educación de la mujer, pero los que habitaban en el Continente, indias, reclama para esta los derechos de una alta españolas, criollas o mestizas, se encontra cultura académica y los derechos elemenban sujetas a una servidumbre total, cu tales de seguridad social, solicitados en la yas raíces eran más bien moriscas que es. gracia de un verso barroco. Su voz, que pañolas, más bien feudales que humanas. es la primera que se levanta y permanece Existía una deformación de orden moral, escrita, en el Continente, no es producto practicada fría y tradicionalmente por las de una generación espontánea. Como todo autoridades de toda índole: la mujer en ge gran poeta, como todo gran pensador, es neral, no sabía leer ni escribir, y esto la el espíritu que expresa un sentimiento privaba de moverse en la sociedad y de humano y vivo, acumulado durante muchas actuar en ella con la libertad del hombre. generaciones y que airea los reflejos y comMientras los filósofos y estudiosos del plejos hereditarios de la mujer, en térmiaristotelismo podían dejar constancia es nos locales, y por ello mismo, dentro de crita, y aún impresa, de sus impresiones una dimensión universal.
sobre el orden del mundo y los problemas Su objetividad, lucidez y sensibilidad, na Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica