Sandino

20 REPERTORIO AMERICANO Gustavo Alemán Bolaños SANDINO el Libertador Biografía del héroe americano Ediciones del Caribe Guatemala, Precio: 10. 00.
Con el autor: A. NO 31, Guatemala, Con la Librería Española, San José, Costa Rica.
una junta revolucionaria. Con el propósito firme de escarmentar una vez más a los revoltosos, sale Melgarejo de La Paz el de noviembre a la cabeza de tres mil ve.
teranos que se relamen al sólo pensar que habrá saqueo, abundante bebida y gratifi.
cación después del triunfo. En llegando el ejército a Potosí, acampa junto a los ce rros de la Cantería a un kilómetro del teatro de operaciones y la resolución de Mal garejo es sitiar la ciudad y rendir a los revolucionarios por el hambre. Mas, al recibir informes de que el pueblo de Santa Cruz secunda a Potosí, y que numerosos exilados que encontrábanse en el Perú y Chile ingresan furtivamente a La Paz con armas, municiones y voluntarios, apresura los acontecimientos y ordena tomar la plaza. El historiador Arguedas al referirse a esta acción afirma que el ataque se inició la mañana del 28 de noviembre y fué terrible porque los soldados, ebrios, se echaron al combate con furor de bestias estimuladas por el apetito; pero la resis.
tencia de los defensores fué heroica aunque estéril, porque las barricadas fueron tomadas después de seis horas de combate, casi al anochecer y cuando sus combatientes habían agotado las municiones o rendido la vida al pie del muro. entonces los atacantes, ufanos de su hazaña, rompieron a balazos las puertas de las bodegas y luego de embriagarse aún más, se lanzaron al pillaje. Los combatientes que salvaron la vida buscando refugio en los templos, fue.
ron arrancados del sagrado asiio y asesinados en los umbrales.
Si bien, este brevísimo comentario exen.
to de detalles se halla ceñido a la verdad, la autora de nuestros días, que fué testigo personal de esa monstruosa hecatombe que arrojó más de mil muertos y numerosisimos heridos y muchas casas destruídas, nos decía con lágrimas en los ojos, que Potosí que ofrendara sus riquezas a España en el período colonial y después a la re.
pública para su organización, fué la ciudad mártir donde la ferocidad de los hombres se puso de relieve en toda su desnudez. Ella vió en la casa que habitaba, como aparecían de improviso, después de derribar paredes, soldados borrachos disparando sus armas sobre todo ser viviente que encontraban a su paso. Ella vió también, presa de terror, cómo, después del triunfo, las tropas de Melgarejo se entre garon al saqueo y al degüello. Grupos de soldados seguidos por rabonas (1) entra.
ban a las casas y se apoderaban de cuanto objeto de valor había. Ahítos de alcohol, dejaban intencionalmente abiertas las llaves de los depósitos de vino y de aguar diente y de esta manera corrían por las calles ríos de sangre, de lágrimas y de be.
bidas espirituosas.
Los asaltantes. decía nuestra progenitora, enloquecidos por la pólvora diluída en singani (1) que habían bebido antes del combate para tomar valor, ingresaban a las residencias de gentes acomodadas y a fuego nutrido arrebataban de sus poseedores, baúles y cajas con joyas y monedas de plata y salían cargados de botín en busca de un sitio donde proceder a la pariija.
Hubo casos en que una caja con valores pasaba por muchas manos, porque balas homicidas disparadas por los mismos saqueadores, eran las encargadas de eliminar a los compañeros que cargaban cor ella.
Fueron, por cierto, muy pocos los acaudalados mineros que pusieron sus bienes a buen recaudo y se libraron de ser fusilados; para ello, acudieron al recurso de arrojar puñados de dinero desde sus balcones.
Empero, en la lucha desesperada y sangrienta de las barricadas de Potosí, Melgarejo sacrificó a su ejército invencible.
Los famosos batallones coraceros. quitacuellos. zapadores e ingenieros se redujeron a su mínima expresión numérica.
El vecindario potosino, sólo por su amor a la libertad, se enfrentó con sin igual heroís.
mo ante el tirano del sexenio y sus huestes bárbaras y, esta acción, no obstante del tiempo transcurrido, es todavía recordada entre sollozos por los hijos y nietos de quienes vieron horrorizados el salvajismo de Mariano Melgarejo, digno émulo de Juan Manuel de Rosas, de Gaspar Rodríguez de Francia y de Juan Vicente Gómez.
El sombrío tirano abandonó Potosí dirigiéndose a La Paz a paso de vencedor, y en esta ciudad, el pueblo, en un conabate legendario, acabó con las fechorías del soldado inhumano y feroz, que más tarde debía morir asesinado en los suburbios de Lima por el hermano de su amante.
de viajes se altera con esta visita.
Cuando refería a Fray Miguel, Superior de los Franciscanos, la gran impresión que la referida imagen me produce, me dijo Tiene usted razón: Salzillo, autor de la obra, es uno de los grandes artistas espa.
ñoles. La imagen de Diriamba es copia de una de las más famosas vírgenes de éste que había en Murcia y cuyo original fué destruído en la pasada revolución de España.
Francisco Salzillo nació en Murcia, España (1707 1781) autor de un gran número de esculturas admirables por su belleza; es llamado el último imaginero, porque se encuentra en el límite que separa la verdadera escultura de ese falso arte de la imaginería en serie, que ha pervertido el gusto del pueblo.
Dice el intelectual mejicano José Juan Tablada, que la Humanidad se divide en dos grupos: los que no han leído el Tertium Organon de Ouspensky y los que sí lo he.
mos leído.
Inspirado por lo que allí expone sobre las dimensiones, digo yo, que cuando rajo leña, barro la sala o hago pantalones, siento como que mi conciencia actúa en una sola dimensión.
Si viajo en vehículos percibo la vida como en dos dimensiones. si medito, me gusta imaginarme el mundo en más de tres dimensiones.
Me gusta al contemplar, vivir la vida palpitando en toda su plenitud.
Tengo para mí, semi perdido un viaje a San Juan del Sur (Puerto. si no contemplo por lo menos una hora el Océano.
Cuando como un provinciano llego a Managua y no admiro la Catedral y al Palacio Nacional, siquiera por media hora des.
de la Plaza de la República, no me siento en la capital Cuánto gozo experimento al contemplar el futuro Monumento Nacional que algún día se erigirá a las glorias de Centroamé.
rica en el parque de su nombre y que a nuestra iniciativa en el nuevo barrio obre.
ro, ya tiene su lote por Las Cuatro Esqui.
nas, donde acamparon los ejércitos centroamericanos en su lucha por la Libertad.
En fin. para no sentirme terrícola, todas las noches contemplo las bellezas ine.
fables de los astros del firmamento.
Luis TERAN GOMEZ.
La Paz. Bolivia. 1) Compañera del soldado. 2) Licor de uva.
El Departamento de Carazo tiene la más bella imagen de la Purísima en Nicaragua (En Rep. Amer. Envío del autor)
Dedicatoria mi gentilísima amiga diriambina Alicita González. Pedrito Con.
rado, mi gracioso amigo de Jinotepe. Al Dr. Pedro Joaquin Chamorro hijo.
En mis jiras frecuentes por doquiera y con los anhelos espiritualistas por percibir sintéticamente como el alma de las ciuda des, visito de preferencia las iglesias y los cementerios.
Las iglesias con sus elevadas torres, son antenas espirituales que captan los mensajes celestiales de las divinidades, las armonias pitagóricas de las estrellas.
Las iglesias: esfuerzos de la Humanidad por comprender la Eternidad.
Los cementerios: deseos del Hombre por eternizarse.
En la iglesia de San José de los Fran.
ciscanos de Diriamba, encontré la más be lla imagen de la Purísima en Nicaragua. Lucrecia, mi amiga, que vive en aque.
lla ciudad, le pregunté. En dónde será la misa de año de doña Felipita. En la igle.
sia de San José, me responde. Allí está, le repuse, la imagen de mayor belleza del país. Es posible. me responde. Sin duda, le dije, puedes observarla atentamente y te convencerás.
Cada vez que llego a Diriamba, voy a admirarla. Largo rato paso contemplando extasiado su belleza, de modo que en esto pierdo la noción del tiempo y mi itinerario Eloy CANALES RODRIGUEZ Ciudadano del Mundo.
Rivas, de mayo, mes de María, de 1952. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica