REPERTORIO AMERICANO 333 Elogio de la provincia Por JESUS ZAVALA Envio del autor. México, México Un insigne escritor, Carlyle, ha afirmado que la sal de la vida está en la provincia y no en la ciudad. Querría decir con esto el autor de Los Héroes que la provincia es la progenitora y la modeiadora de las fuerzas vivas de una nación, todo lo que constituye su grandeza material, moral e intelectual, y que la metropoli es el camarin de nuestras vanidades. Ah, la provincia tan amada y menospreciada a un tiempo mismo! Y, sin embargo, la provincia es el alma de todos nuestros anhelos, de todas nuestras inquietudes. Por ella bregamos y tendemos a realizar nuestros más caros ideales. No nos aver gonzamos de apeilidarnos provincianos. Por el contrario, nos enorgullecemos de ello. Ella es la madre amorosa que a cada instante nos conforta con su recuerdo y que, en nuestras lividas horas de quebranto, nos sonrie a través de la distancia. Con razón Mistral; el sublime cantor de Mireya, hubo de llamarle matria.
Matria! Nombre augusto que nuestros labios, presas de amor y veneración, apenas osan pronunciar. Matrial, que es como si dijeramos: madre tierna, madre amorosa, madre pia. ¿quién podrá negar que la provincia es realmente para nosotros una madre? En ella nacimos, en ella, por primera vez, se inundaron de luz nuestros ojos, en ella ensayamos nuestros vuelos. En una palabra, ella ha sido la sublime escultora de nuestros espiritus, Un dia nuestra ansia de liberación y nuestra sed de gloria nos inducen a ausentarnos. no aprendemos a amarla sino cuando nos encontramos lejos de ella. Entonces es cuando la estimamos en toda su grandeza, comprendemos lo que significa y aspiramos a honrarla.
Entonces es cuando brota nuestros labios, con voz de exultación, la palabra filial devotamente pronunciada: ciones humanas, aureolada con el fulgor de la belleza.
Superabundante de dones materiales, pero sobre todo de espiritualidad y de belleza, porque, en efecto, ella es la progenitora y la modeladora de nuestras fuerzas vivas.
En silencio descubre los tesoros naturales, en silencio los explota y en silencio los transforma. En silencio labora. En silencio estudia y medita, y en silencio crea la belleza.
Esculpe su propia alma. asi, en silencio, despliega los nevados abanicos de sus alas y, como la victoria de Samotracia, endereza su propia nave hacia la sombra del olivo. Ella, a la vez que vela por sí misma, es la mano provida de la metropoli, En provincia, mientras unos laboran serena y prácticamente, rigiendo los destinos y procurando el engrandecimiento material de las poblaciones, en una palabra, modelando el cuerpo, otros que saben que el verdadero bien del hombre está en la parte que difiere del animal, que nuestra esencia es aquella de que se hacen los sueños según Shakespeare y que a la vez que sueñan son profundos e impetuosos, nos infunden la fe, la voluntad de amar y de creer; pero unos y otros, al parecer separados, trabajan de consuno, armónicamente, en la consecución de un mismo fin, en la formación del alma provinLos primeros son aquellos que, como nuestros gobernantes verdaderos y nuestros obreros y campesinos, cultivan el solar nativo y lo transforman, no olvidan que el hombre no ha nacido para vivir como un hongo y morir donde nació, sin dejar el menor rastro de su vida y de sus obras según el sentir de Goethe y los segundos, aquellos que, como nuestros hombres de ciencia y nuestros artistas, constituyen la flor más rica de nuestra espiritualidad. Que por lo general estos últimos son los hijos pródigos del terruño? Es verdad, pero también los más adictos y amorosos. La flor perfuma y su perfume se difunde en el ambiente. Con el vuela nuestra espiritualidad, pregonando nuestra grandeza. ahora es preciso que no desmayemos en la realización de lo que pudiéramos llamar nuestra obra maestra, la creación del alma provinciana. Para ello es menester que hagamos caso omiso de todo género de disenciones; que laboremos unidos, enlazados por un solo ideal. Sólo de esta manera, inspirados por una generosa fraternidad y una mutua confianza, laborando de consuno, mas ricos de volu que dinero. movidos por una sola aspiración, por aquel amor que Taine hubo de apellidar municipal con todo acierto, lograremos consolidar nuestra grandeza y superarnos cada vez más y más.
Que cuando se trate de honrar a la provincia lo hagamos unidos en apretado haz, armonicamente. Que como los habitantes de Florencia, bajo la potestad de aquel noble y magnífico Lorenzo de Médicis, cooperemos cada uno en la realización de nuestros anhelos, estimulándonos los unos a los otros. que donde quiera que nos encontremos, ausentes o presentes, sintamos hervir en nuestras venas el noble orgullo de llamarnos a nosotros mismos provincianos!
ciana, Tres glosas Por H: PALLAIS, Pbro. Envio del autor. León de Nicaragua. Abril de 1986 madre. Ah, la provincia! Sencilla y apacible, transparente y cordial, amorosa y risueña, a la vez que pletórica de tradición y de leyenda, de dones materiales, pero sobre todo de espiritualidad de belleza. Si en ocasiones nos parece un poco triste, su melancolia es saludable. Carece del dejo de amargo de las infusiones acres.
Es sencilla y apacible, transparente y cordial, y amorosa y risueña, como lo son sus mujeres y las rosas de sus jardines. Sus mujeres cuyas plantas no están hechas para los bailes frivolos del mundo, sino para subir por el calvario. y que, como el mismo poeta de La Sangre Devota dijera, son: La glosa de los aduladores Dicen que yo dije y creo que es verdad. están y son en la injusticia, por eso su Reino que, la mayor parte del tiempo, nuestros lla no es de este mundo.
mados gobiernos centroamericanos (Costa También nos dijo: No queráis mandar Rica no está en Centro América) eran una como acostumbran mandar los principes de inacabable conjugación del verbo robar. Si este mundo. Para decirnos que casi siempre acaso no lo dije, lo puedo decir, porque es. un San Fernando, un San Luis, un Cisneverdad; y tambien porque desde que nuestro ros, una Isabel la Católica, un Washington, Señor Jesucristo murió sobre la cruz en aquel son excepciones los principes de munViernes Santo, ya no hay verdad que no pue do son lobos y madrastras. Casi siempre, los da ser dicha. Los aduladores no quieren que principes de este mundo mandan, como manla verdad sea dicha. porque, el señor Pre daban ayer en Méjico, Calles Siete Perros y sidente y el hermano del señor Presidente Garrado Canibal mordedura de los jabay el sobrino del señor Presidente y el primo lies como mandan hoy también en Méjico, del señor Presidente, etcétera, etcétera; pero Cárdenas y Portes Gil, ese de las serpientes.
los cristianos, las dijimos esas verdades, las Pero dicen los aduladores que Calles y Gadecimos y las diremos, a pesar de todos los rrado y Cárdenas y Portes Gil son insepaaduladores del mundo.
rables de la autoridad por ellos ejercida y Los aduladores dicen que la autoridad es entonces si que la autoridad seria pésima.
inseparable de la persona que la ejerce; pe No hay cuidado sin embargo. La autoridad ro nuestro Señor Jesucristo nos dijo unico es pura y santa, aunque acostumbren ejerverdadero decir que su Reino no es de este cerla tan mal, muchos de los principes de mundo, para decirnos, que, como la mayor este mundo parte del tiempo, los reinos de este mundo, Vasos de devoción, arcas piadosas en que el amor jamás se contamina: jarras cuyas paredes olorosas dan al agua frescura campesina Sus mujeres, cuya pureza nitida no empaña el sedimento terroso de la metropoli, y sus rosas cuyo aroma sutil nos da una sensación de bienestar sereno.
Pletórica de tradición y de leyendo, que es como si dijéramos, de poesia. La poesia que es la gracia, el don más preciado del espiritu. Si la tradición y la leyenda hallanse impregnadas de romanticismo, no por eso dejan de ser el lazo que une el pasado con el porvenir, la cadena irrompible de las acLa glosa de las manos que estaban tocando piano, así como yo quería Manos silenciosas que casi no tocan y sin perlas; manos sacras cinco lirios para to embargo, cómo y cuánto tocan; manos vo car en el coro de los arcángeles, delante de landeras fuera de la tierra; manos buceras la Llena de Gracia.
que danzan sobre las teclas, la danza de las al mismo tiempo, asi se toca: manos sa