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184 REPERTORIO AMERICANO Good Bye, Panamá. Palabras de despedida que el gran poeta español León Felipe debió decir, y no dijo, en una radio de la ciudad de Panamá, la noche antes de irse a Europa Envio de Mario Sancho. ortago, Setiembre de 1936 bras injuriosas y Maroto Leon Felipe ante el misuras En estos dos meses que va a tener ya de vida y de muerte la tragedia de España no sólo se ha abusado de la retórica difamatoria sino que se ha creado hasta una difamación especial. Todos los grandes momentos históricos han originado siempre una expre sión bárbara, de gestos agresivos, de palade gritos desaforados. cualquier necio, con unas fauces de energúmeno, se ha subido siempre al primer banco de la plaza pública para ofrecerle una oratoria enconada purulenta al mejor postor.
Pero hoy con el radio, sin censura, sin escrúpulos y sin pudor, todos los mastines que saben ladrar bien se han convertido en speakers y no sólo propalan con sus aullidos noticias falsas e ingnominiosas sino que las comentan y hasta filosofan y moralizan sobre ellas.
Este oficio vil y monstruoso que ha nacido con el radio tiene ya un nombre simbólico y vergonzoso en la ciudad de Panamá. Con este nombre se designa el acto de ladrar ante un micrófono calumniando los hechos dramáticos de unos hombres que bien podrían cambiar los destinos del mundo y frente los cuales el historiador de hoy y de mañana guardará una actitud severa, meditativa y reverente. Este nombre implica, además, estultidia, temeridad, venalidad, y soborno del comercio y de la y de la iglesia. Es siempre un acto ejecutado por un ener a quien si el radioescucha pudiese ver cuando ladra el micrófono, observaria que en las code su hocico hay una baba negra y amarilla Los gobiernos y la policia urbana creen que esto es un derecho que tiene todo hombre a expresar sus ideas y que en nombre de la democracia este derecho no se puede prohibir. Yo creo, sin embargo, que el dia en que se organice la verdadera sociedad hu mana este oficio del speaker tendrá todas las prerrogativas del viejo sacerdote, del maestro y del poeta. Vendrá una era a la historia. por qué no. en que no existan periodistas venales que hagan pasar por docta su palabra necia y en que las estaciones de radio no estén ya a cargo del que ladre mejor. En esta época feliz que ha de llegar a costa de la sangre de los mejores, claro está. los gobernantes de hoy no hallarán disculpas ante las conciencias de entonces porque en nombre de las libertades democráticas no se puede dejar al necio al frente de un periódico ni delante de un micrófono desvirtuando y desgarrando la historia. No hay más pecados que los que se cometen contra la verdad. Cuesta tanto ganar la verdad!
Estamos aqui sólo para averiguar unas pocas verdades y para precisar cómo y por qué se mueven los hombres. Es tan difícil describir aún lo que acabamos de ver que el hombre de responsabilidad tiembla siempre ante las afirmaciones aparentemente más inofensivas. Buscar la verdad con reverencia debe ser uno de nuestros grandes oficios. ciertos menesteres de este oficio se les encomiendan hoy a hombres incapaces y sin escrúpulos sobre los que no se ha hecho ninguna investigación ni ningún examen. Estos hombres, que tienen la táctica del viajante de comerlos comerciantes recién llegados que vienen aqui a quererse embolsar toda la plata del istmo. De aquí no se lleva la plata nadie más que yo, dice este cocodrilo con las fauces abiertas. Por eso me sale y la sudo por las patas y por la barriga.
Me voy y para siempre. no me voy arro.
jado por el gobierno. Esto debo decirlo ea honor del gobierno его para que no se levanten calumnias al Ejecutivo y se diga mañana que yo era una persona indeseable, porque mis discipulos, mis amigos, los negros y el cocodrilo plateado, saldrían a defenderme. voy yo de mi propia voluntad porque no sº puede caminar por las calles de Panamá oyendo sin cesar estos aullidos estridentes y mercenarios del señor Argain que le salen al paso a todo transeunte de las tiendas, de ios sótanos, de los balcones, de las ventanas la y le persiguen y le acorralan por todas las esquinas para subrayar al final la marca de un jabón, de una cerveza o de un dentífrico Vivimos en un mundo donde las nobles in venciones del hombre y las conquistas de la ciencia sirven nada más que para la propaganda de los mercaderes y donde las hazañas dramáticas de los pueblos, deformadas por la venalidad, se utilizan tan sólo para hacer más viva y atrayente esa propaganda. No es monstruoso que el esfuerzo del sabio y del héroe los manejen así, con egoísmo y per versidad, el lucro y la estupidez?
Hay algo en Dinamarca que huele a podrido. Algo hay en el mundo que es necesario cambiar. El orden y la calidad de las cosas no es lo que debe ser. aún se discuten las revoluciones! se excecra la guerra, y la destrucción, y los grandes cataclismos! Es more mil veces preferible la destrucción, la anarquia, el caos, el comenzar de nuevo otra vez a este orden monstruoso aceptado sin repugnancia y sin protesta. Yo no sé lo que resultará de esta guerra y del conflicto universal que se aproxima, pero el hombre no puede ser ya más vil de lo que es. Yo me veo en la figura, en los gestos, en las palabras, en los actos del señor Argain, del schur arenzana, cel organista, del librero, de don Loro, del Arzobispo, porque no valgo más que ellos ni ellos valen más que yo, todos somos iguales s, y no encuentro bastante saliva para escupirme a mi mismo en rostro de todos ¿No hay remedio, no hay remedio ninguro. Nuestro destino es éste. La justicia es una quimera y la dignidad del hombre un sueño. Dios puso en nosotros estos anhelos de orden y superación para reirse de nuestra agonía y de nuestra impotencia? La sociedad, el mundo. no pueden ser más que un laberinto de errores, un cuento sin sentido dicho por un loco furioso. No hay una manera, una prueba, un sacrificio doloroso, angustioso, purificador que organice luminosamente nuestra vida, que levante al hombre a un plano superior de justicia y dignidad. No hay ningún remedio, no hay ninguna solución. Lo hemos ensayado ya todo?
No lo hemos ensayado todo.
Hay unos hombres que dicen que no lo hemos ensayado todo, que aún hay esperanzas y que aún se puede luchar por un mundo mejor. Pues bien, señores, estos hombres, auncio, la psicologia del anunciador y la moral del mercader, son los informadores y los educadores del gran público. Estos hombres son los que han creado ya una retórica y unos ademanes agresivos para explicar los acontecimientos patéticos y trascendentales de la guerra de España. No se puede hablar con honradez y sonceridad. No hay más oratoria que la del púlpito y la del mercado, la del chamarilero y la eclesiástica. No hay otra expresión que la del vendedor que grita su mercancía y la de los sacristanes energúmenos. Todo es ya de los comerciantes y de los frailes aqui?
Factoria y sacristia es Panamá. Es el radio un monopolio de las sotanas y de la vara de medir? Señor Presidente, los poetas ya hablar?
Yo tengo todavia una voz. con esta voz quiero despedirme esta noche de Panamá.
De tres o cuatro cosas agradables que dejo en Panama: de mis discípulos que son la esperanza de su Patria, de un puñado de amigos humildes, panameños y españoles, que son una realidad alegre para mi, de la risa abierta y confiada de los negros, que es un espectáculo maravilloso, y de ese cocodrilo plateado que hay cerca del cine Cecilia.
Yo he pensado siempre, desde que vine a Panamá, que este cocodrilo plateado, que cuelga de un balcón y se cierne espatarrado sobre las factorias de la Avenida Central, es el simbolo de un monstruo tropical y argentófago que se traga a todos los gachupines y gallegos españoles que vienen aquí sólo a buscar plata. Yo saludo siempre, quitándome el sombrero respectuosamente, a este animal rencoroso que encarna el odio de todos los dioses vernáculos de Panamá que es el simbolo de una venganza permanente. Los panameños legitimos debían adorarle con religiosidad y presentarselo, diligentes, a todos no pueden habla