REPERTORIO AMERICANO 877 Oh, pan el de tus labios. Oh, la tibia dulzura de tu lengua llorosa como fruta madurn. feudos de Eulalia, Comerio tiene tres cosas que saltan, tres saltos que rinden tributo de piedras preciosas a Eulalia: en rio sonoro, el salto de agua que en perlas se espuma; en lomas de verde tabaco sembradas el salto de la hoja que salta en zafiros de azul humarada; y en noches de ensueño, la boca de Eulalia que en saltos de besos se rompe en rubies que saltan al alma.
Pronto, una luz. en ella, tras la bocina grave, aqui mi huerto, ndios. dijiste con voz suave.
Tu casa en el canal parecia una nave.
Yn ella tendigte vuelo de ave.
Fue en una curva del sendero de la vida en una noche de luceros florecida.
nquella noche en que mis ojos se llenaron de ti.
no lo quisiste ver, no lo quisiste sentir Fue en la quinta de don Andrés Balaguer.
Sono la música del campo.
Los jibaros trovaron sus coplas.
La comida se meció en el mantel.
Brindis, versos, sonrisas. yo mira que mira para acá y para allá y a todas partes todas las mujeres, menos a ti que en aquel paraje de paz y de poesia cras la única mujer que como un gato me aranaba y como un perro me mordia Uor salvarme de ti pure ante mi otra mujer Por salvarme de mi, puse otro hombre ante ti No lo supiste ver, No lo supiste sentir.
Fue en la quinta de don Andrés Balaguer.
Aquella noche tuve fuerzas para huir y salvarme de ser esclavo tuyo y en tus brasas arder.
Pero ahora, cielón de ojos verdes. por qué te he vuelto a ver?
Eulalia es la planta de la comeriena region tabaquera, la autóctona planta que en sueño de sueños me dió todo el humo de su tripicapa ¿Quién sabe dónde tejen ios hados studee.
tino. Adiós, adiós, que sea de oro y rosa tu sino Te dije. segui viaje, rumiando en mi camino aquel tu pan y aquel tu vino.
Cnda estrella en el cielo era un grano de amor del trigal que cultiva la mano del Schor.
30 Lejanías Camino de tu casa, ibas andando a pie. por la misma ruta, yo, en un 30 Viéndote sola y bello, la máquina paré. quiére que la lleve a uste!
Fue en una curva del sendero de la vida.
En una noche de luceros florecida.
Medias voces Nido en la maleza de la noche.
la muda y dormida terraza.
Nada de olor a flores ni a humedari de la grama ni a resinas de troncos ni a salitre del mar, solo el aroma tuyo, de tu pelo y tu carne y tu voz y tu andar.
fué la invisible ala que atrevióse a volar.
En la huerta, palmas: besé el palmar.
Más allá, olas: besé el mar.
Besé la lejana nube Besé el lejano lucero.
Sólo a ti, que estabas a mi Indo, no te alcanzaron mis besos en tu fuga a la lejania de mi caballerosa cobardia.
Arriendado el Pathfinder, dió un retroceso, cual si ante una infanto hiciese un gesto señorial.
Subiste. vió Don Auto su casaca imperial con una flor en el ojal.
AMANECER Ritmaban los cilindros en monótono son la sistole y la diastole de tu corazón.
Ya está el lucero del alba encimita del palmar, como horquilla de cristal en el moño de una palma: Hacia el vuela mi alma, buscándote en el vacio.
Si también, de tu bohio, lo estuvieras tú mirando, ahora se estarian besando tu pensamiento y el mio.
La tarde parecia que el auto jadeaba en su carrera y que de su garganta salia la carretera cual de un monstruo corriendo con la lengua por fuera Asi subió por la ladera.
ESPERANZA en la montaña arriba al escalar el pico, se agarró del con todos los belfos de su hocico.
Qué novia está la tarde. La tarde es toda amor Su ala de plumas de oro moja en la noche el sol.
Blanca nube remota esfuma la emoción del humedo pañuelo de algun lejano adiós Raudo volar de aves raya el azul color. abajo la laguna, bosqueja un corazón Ya en la recta planicie de la cima del monte, el camino vra espada que desde el horizonte, veloz se nos entraba por el vientre de bronce Asl volaba el auto entonces, Era medianoche cuando adiós le dije a Esperanza Flores, montado en el potro sin bridas del viento.
Fue la misma noches borracha de rumbasque nos conocimos. al darme la mano, Esperanza Flores me dijo: Te quiero. dónde, poeta. suspiro te marchus.
sido a las erines del viento. dormirme en la nube más nube de lo más arriba y de lo más lejos; soñar contigo, Esperanza Flores: a soñar que tu amor no es un sueño. el puño de la espada se encendia en el azur, en los clavos luminicos de la Cruz de Sur.
Pronto, hacia abajo, hacia la hondura del boscaje.
La vía, como una cola, se enroscaba al paisaje. el auto, como un mono, mecia su pelnje en la oquedad del arbolaje.
Qué novia está la tarde. No la siente tu amor?
No la sientes que escarba en tu carne de flor y te muerde los labios y se enrosca en tu olor?
En esta opaca hora del desmayo del sol ¿no adviertes que mis aves cambian de dirección y en rumbo hacia ti vuelan en lirica aviación?
Es la tarde que te ama. la tarde soy yo VIDA CRIOLLA Los ojos del piteca los árboles bruñian, mientras Castor y Polux arriba sonreían.
Ay, que lindo es mi bohio y qué alegre mi palmar y que fresco el platanar de la orillita del rio.
Qué sabroso tener frio y un buen cigarro encender Qué dicha no conocer de letras ni astronomia qué buena hembra la mia cuando se deja querer, Después, sabiendo acaso que no te conocía, o pensando quizás que nunca te veria, fué la miel de tu boca vino para la mia.
Oh, mi novia de un solo dia.
Aquella noche Aquella noche en que te apreté sobre mi co.
razón,