4 REPERTORIO AMERICANO Evocación de Herminia siempre lo mismo, en el cuento coBrumana mo en el estilo epistolar de Cartas a las mujeres argentinas. siempre la angus(En Orquídea, Paraná, Rep. Argentina, Marzo del 54)
tia de la encrucijada, la sombra en la Fué de las primeras mujeres que, en Herminia Brumana fué maestra. De ciudad llena de luces, el amor que se pro.
América, hablaron de la justicia social y su vocación docente surge el perfil de su longa en puntos suspensivos, la cita dando de la dignificación de su sexo. Entenda estilo limpio y sencillo como voz de aula.
perfume como la flor de un sueño. Cuanmonos. Otras lo han hecho valientemente El que es maestro quiere enseñar siempre, do apareció Me llamo Niebla se veía bien y con una tenacidad efectiva: Alicia Mo quiere obtener frutos espirituales en todo que la escritora de Cabezas de mujeres reau, Raquel Camaña, Paulina Luisi, por día como si urgiera y urge en verdad, iba a trabajar para siempre en el cuento, ejemplo, en esta parte del continente que el alimento para las gentes desposeídas superándose en la forma por supuesto, baña el Plata. Pero su acción y su pré de buena pasión. Se siembra aunque no porque en el cuento veía un arma magdica afectaron lo político o lo sociológico se recoja enseguida. Se abona la tierra nífica para la redención.
aunque en el fondo de todas ellas latiera con lágrimas o con sangre, que el dolor Herminia amaba la tierra y la bendijo.
un humanismo tierno, de madres o de es buen abono, pensando en la luz para Pero no la tentaban las flautas de Pano hermanas, que es difíci, felizmente, para los ojos de los hijos y en la felicidad los silvanos de los bosques. Emergía de la mujer desentenderse de su ternura. para el mundo en que ellos vivirán. en esa tierra, con ramas fuertes y portando Herminia Brumana llevó el tremendo ale ese mundo, lo sabía muy bien Herminia, nidos y dándose en flores, un árbol que gato a la literatura y no salió nunca de la mujer tendrá que transitar plena y er. se llamaba Hombre. Amó al Hombre, el allí pues era artista y bien sabía dónde guida, a resguardo de prejuicios y ace mejor fruto de la tierra, y lo estudió en radicaba la eficiencia de su lucha.
chanzas, verdadera madre de verdaderos su sino. Como era argentina, quiso ver su En sus cuentos de ficción o de rea hombres. Por eso en Cabezas de mujeres profundidad en el que va por la pampa y lidad amó con bella y dulce palabra. En primero y en Mosaico y La Grúa luego, bebe del agua de los arroyos y se duerme ese sentido vivió en estado de amor y qui pone frente al lector a la muchacha que con el rostro puesto hacia las estrellas.
zás se consumió pronto porque los fuegos trabaja, a la que se hunde en el fárrago De ese propósito nació Nuestro Hombre, que arden dentro del alma queman más del placer sensual, a la que cae, a la que una de las más grandes exégesis de Marque los que se encienden para carbonizar cree y a la que reza, sufriente siempre, tín Fierro que conocemos. como una los leños. Su calor nos queda como suave con luces o con sombra, con música o con continuidad en el propósito salió, pocos rescoldo y siempre ha de producir vida, llanto. Está clavada en su cruz y ella la días antes de morir la autora, Buenos indudablemente y más más a medida Aires le falta una calle, en cuyas páginas, muestra. Ecce mu ier. para que deduzque se la conozca mejor y se aprecie, en ca el lector. Ella se ha valido de su arte hermosamente presentadas, andan otros conveniente perspectiva, la trascendencia para la conducción. Ha enseñado, ha sido seres argentinos del pasado reclamando de su obra.
maestra como decíamos.
atención para su aventura.
Quería la querida muerta que en la méritos de patriota y disimuladmente lla ecuanimidad de espíritu de la pobre Segundo Sombra afincara la justicia. Pero tierra suya de Martín Fierro y de Don achaca a la época su manera de desen mujer.
tenderse del hogar, interesándose en una Sobrevenían inviernos que ya el otojamás concibió la justicia sin la libertad.
existencia con riesgos por un ideal he ño presagiaba amenazadores por la esPorque la mujer y el hombre, sostenía, roico y dejando a su mujer la oscura he casa provisión de menestras y frutas sedeben vivir en verticalidad, como nacieron y como se diferencian de la bestia. Justo roicidad de la madre humilde, pero va cas que encerraba la despensa, y aquel liente, que asume el deber de ser tam piloto de la desmantelada nave, se apres.
y libre el ser se aproxima a los dioses.
bién el hombre de la casa Cuando la justicia germina en el clima de Por lo de taba con solemne tranquilidad a hacer más, la época lo exigía y sólo así podían frente a la borrasca. Llegaba el día de la la libertad, los dioses, a su vez, se inclinan hacia los hombres. Lo divino es lo ganar los hombres la guerra pues las mu destitución de todo recurso, y su alma jerse ganaban la paz.
se endurecía por la resignación, por el humano liberado. Herminia luchó, bendita sea, por esa forma de divinidad. poco de terminada la casa, mi trabajo asiduo, contra aquella prueba, madre casó con don José Clemente Sar Tenía parientes ricos, los curas de dog Elio Leyes.
miento, joven apuesto, que le trajo parroquias eran sus hermanos y estos her. Paraná, marzo 1954.
dote la cadena de privaciones y miserias manos ignoraban sus angustias. Habría en que pasó largos años de su vida. Era sido derogar a la santidad de la pobre.
mi padre un hombre dotado de mil cua za combatida por el trabajo, mitigarla lidades buenas, que desmejoraban otras, por la intervención ajena; habría sido que, sin ser malas, obraban en sentido para ella pedir cuartel en estos combates opuesto.
a muerte con su mala estrella.
REVISTA Cuando la revolución de la indepen, ahora es la más rica de las argentinas.
Por eso insisto: carecía de todo, pero dencia sobrevino, su imaginación fácil MODERNA de ceder a la excitación del entusiasmo, Tiene el corazón de todos los niños le hizo malograr en servicios prestados de su pueblo, que es decir lo más puro Se pubica trimestralmente con el a la patria las pequeñas adquisiciones que y lo más valioso. Los tiene a sus plantas, objeto de estudiar y difundir la cul.
iba haciendo.
se lo ofrendan con sencillez en la emotura hispánica. Contiene artículos. Una vez, en 1812, había visto en Tución con que leen una vez y otra vez, reseñas de libros y noticias literarias; cumán las miserias del ejército de Belacaso amando esos párrafos más que textos y documentos para la historia grano, y de regreso a San Juan, empren.
comprendiéndolos en toda su estupenda literaria moderna; estudios y matedió una colecta en favor de la patria que grandeza: riales de folklore hispánico; una billegó a ser cuantiosa. Fue encargado de La casa de mi madre, la obra de su bliografía hispanoamericana clasifillevar personalmente al ejército su paindustria cuyos adobes y tapias pudieron cada; noticias acerca del hispanismo triótica ofrenda. En 1817 acompañó a computarse en varas de lienzo tejidas en América, y una sección escolar deSan Martín a Chile. y desde el campo de por sus manos.
dicada a las estudiantes de español.
batalla de Chacabuco fue despachado a Una generación y otra y cientos, San Juan llevando la plausible noticia mientras haya pueblo argentino, volve dólares norteamericanos al año; del triunfo de los patriotas.
rán a leer: La casa de mi madre. la número suelto: 00 Con estos antecedntes mi padre pasó imaginación levantará de pronto tal cotoda su vida en comienzos de especulamo la descripción genial, las paredes de Fundador: Federico de Onís ciones, disipando su energía en largos adobes. la higuera y dentro, doña Pauviajes.
la Albarracín, lanzadera en mano, teDirector: Angel del Río Subdirector: Eugenio Florit Por aquella mala suerte de mi padre jiendo sin alzar la cabeza, fiel a su desy falta de plan seguido en sus acciones, tino. Sólo que ahora teje la tela de su Hispanic Institute in the United States el sostén de la familia recayó desde los inmortalidad.
Columbia University principios del matrimonio sobre los homFuente de información: Rebros de mi madre y bajo la presión de la cuerdos de Provincia, de Do435 West 117th Street, New York necesidad que nos criamos ví lucir aque.
mingo Sarmiento. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica.
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