EngelsSocialismWorking Class

294 REPERTORIO AMERICANO me a la historia, para gloria de Martí y de Ramón Roa (III, 301 302. de las que bas llamaba hermano. él llamaba al abuelo ma.
Roa y para mayor gloria de la independencia ta sólo este comienzo revelador de un alma nito. no vendrá este manito de nuescubana. Hay un hombre genial que ocupa alti grande y humilde: tro México, de la amistad de Ramón Roa con simo sitio en el nacimiento y formación de la el mexicano Gabriel González. patria cubana y, además, en las letras hispá Deseo que se me dé sepultura en cual Sobre Raúl Roa, hay mucho que decir, nicas; hay un héroe de machete y pluma, que quier lugar destinado a enterramientos, pre pero no es la hora. Será cuando hagamos las aguantó el sacrificio de aceptar una paz inevi firiendo siempre el que resulte más barato. estampas cubanas que bullen en quien ha vitable después de diez años de blandir la espaQue en defecto del carro de La Lechuza, vido dentro del espíritu de Cuba. por la lecda, sobre el que cayó el ataque vehemente de se me conduzca en el que lo haya sustituído tura de sus escritores, por la vecindad física y un compañero ilustre, y no perdió el paso vi para servicio de los pobres.
espiritual de la costa de México, por lazos ril y sereno en servicio de su patria. Los tres Que por ningún motivo se deposite mi ancestrales en que aparecen abuelos míos destomos de documentos, y el prólogo tan lúcido cuerpo en otra forma que en contacto con terrados en Cuba, grandes cubanos en concomo cordial, tan ponderado como emotivo la tierra; ni se señale el lugar con lápida tacto con mis gentes de Tabasco y de Campedel nieto, no excluyen ni restan, sino juntan ni otro signo de vanidad; pues para recuerche; por la fraternidad con la juventud cubay suman. Es que veámoslo así, mirando bien do de mis sucesores bastará con la tradición na en el París de 1928, desde el México de y con perspectiva histórica es que el nieto familiar.
1930, en el Madrid de 1936 o cuando nos es tan nieto de Roa, su abuelo de sangre y de Recomiendo absoluta libertad de con refiramos a alguno de sus libros o de sus novirtud, como de Martí, abuelo y padre ya de ciencia en religión y en política; y toleranbles gestos cívicos. Baste aquí decir que su todos los buenos cubanos, de todos los bue cia recíproca entre mis descendientes. obra de recolección y compilación emprenos hispanoamericanos. Armoniza las viriles sa preñada de amor a la justicia, bien llevada voces de los grandes abuelos, sigue fundando una nota de ternura en relato que nos a cabo, equilibrio de academia y humanidadla patria nueva, total, mejor.
hace Raúl Roa de sus paseos infantiles con el es de las que merecen la más sana envidia.
Una nota de altura, que no queremos de anciano, por el barrio de La Víbora, oyendo jar de señalar, la encontrará el lector en las sus relatos de la guerra grande. El viejo lo La Habana, julio de 1950. Ultimas disposiciones, ruegos y súplicas de AMÉRICA PUERTO RICO en su AMÉRICA propósito de Tierra Nativa Por Juan Antonio CORRETJER (En Rep. Amer. LIBRE propósito de Tierra Nativa, mi libro de versos que va ahora a la imprenta, y pues son tales los tiempos que corren, he pensado en la conveniencia, para que nadie se llame a enga ño, de publicar anteriormente estas notas.
de añadirse y sin falla espontaneidad y sinceridad irreprochables, tal momento es este en que se acomete la gran tarea. La más mínima simulación de afectos derrumbaría el esfuerzo artístico más robustos. en esto sí que puedo enarcar el pecho orgulloso. Jamás escritor ha amado con amor más tierno y profundo que yo estos lugares, estos nombres, estas cosas que dan asiento, denominaciones y contorno a estos versos que tienen para mí, por encima de todo otro valor real o imaginado, el de haber brotado de los tenues más hondos y sensibles de mi alma al familiar conjuro de esos lugares, de esos nombres, de esas cosas. La poesía puertorriqueñista anterior a nuestra generación cumplió su cometido. Vidarte y Gautier con su sentimental exaltación; José Gualberto Padilla con su sátira política y su trunca intentona de síntesis; Pachín Marín con su iconoclastia saludable y revolucionaria; de Diego, con sus grandes cantos civiles. Lleno de sentido histórico y vitalidad campesina Llorens intenta trascender la extracción de lo pintoresco que, en Pueblito de Antes, Virgilio Dávila nos dió con deliberado propósito.
Pertenece a la poesía puertorriqueñista de nuestra generación el deber irrenunciable de hacer pasar nuestra lírica nativista de lo pin.
toresco a lo típico. Tarea de crítica futura, crítica de balance, será la de señalar cuantos de nosotros tuvimos conciencia de ese esencial deber lírico de nuestro tiempo, cuantos lo per cibimos con prontitud, cuantos hemos intentado cumplirlo y a quienes ha cabido el privilegio de lograrlo.
Desde que hace 20 años escribiera Agueybana, mi primer cuaderno de poemas, se me puede ver buscando ese camino. Desde luego que quisiera, con todas las fuerzas de mi espí.
ritu, haberlo encontrado y transitado. Y, si no en libros anteriores, por lo menos en este Tierra Nativa, o en mi libro, aún inédito: Los primeros años.
No hay que decirlo. Al afrontar tarea tan difícil y escabrosa como la de trasponer el linde entre lo pintoresco y lo típico, ni los recursos técnicos, ni la imaginación, bastan. Si hay un momento de creación patriótica en el que a la suficiencia lingüística, a la capacidad ejecutante y a la abundancia imaginativa han II. Canto mi patria, los lugares, los nombres, las cosas que en mi patria amo más. Mi canción es canción patriótica. Pero yo no sov del tiempo de Vidarte, ni de Gautier, ni de Pachín, ni de Diego, ni de Virgilio Dávila, ni de Llorens. Porque la patria se mueve en el tiempo, porque la identidad se sostiene con el desarrollo (que es encarnizada lucha de opuestos. porque la morfología es la única eternidad, de mutables accidentes y humanos senti.
mientos se compone mi canción. Pero he aquí que, por ello mismo, a cada movimiento de la patria en el tiempo corresponde un equivalente entendimiento de la patria, un tipo de patriotismo y de patriota, sin que en ello se contenga desprecio a lo pasado, sino sentido de continuidad, de movimiento, de vida. Hombre de mi siglo, para mí la patria es la bandera y el himno, pero es también y sobre todo, el dere.
cho del pueblo al disfrute en común de la riqueza de su territorio. Quiere esto decir que mi patria es la patria de mi pueblo, no de sus explotadores nacidos sobre sus hombros y aliados con sus déspotas extranjeros.
para José de Diego, ni para Luis Llorens Torres. También el concepto de pueblo se ha movido en el tiempo. Para mí significa lo que ahora, lo que ha significado desde que en 1917 comenzóse a escribir la historia desde abajo. Quiero decir que, esencialmente, para mí el pueblo es la clase obrera, dueña de su propia ideología, de su propia organización y de su propio canto.
Es de su propio canto patriótico y cordial, entero y combatiente, de lo que cabe hablar en este caso. La poesía patriótica de la clase obrera ha llegado ya a su punto de sazón y deleite. Lejos estamos de aquella detonación intem pestiva cuando lo dice el nunca bien llorado Aníbal Ponce. el autor se vanagloria de haber cumplido con sus ideales revolucionarios porque ha lanzado sobre su público paciente unos cuantos esperpentos con el puño cerrado. nutriéndose en Engels, añade: Obra rigurosamente trabajada con fervor de artista, la del realismo socialista exige que viva en ella no una tesis pegadiza, arbitraria y adicional sino una intención que se desprende como reflejo necesario de la obra en su desarrollo cabal.
Hombre de mi tiempo y de mi patria, yo, no he querido con este libro enarbolar un do de pecho ni embestir candorosamente con un esperpento de puño cerrado. Nacido y formado en una nación intervenida por el imperia.
lismo yanqui, cuya dominación ha logrado imponerle un régimen netamente colonial, he encontrado, en nuestra alma de pueblo, a tiempo que nuestra patria se mueve en las condiciones mundiales de hoy, anteriores sentimienIII. Desde luego que pueblo no es para mí lo para José Gautier Benítez, ni que fué Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica