CapitalismJoaquín García MongeJoaquín GutiérrezURSS

158 REPERTORIO AMERICANO Discurso de PABLO NERUDA en el Sexto Festival Cinematográfico en Karlevy Vary Envío de Joaquín Gutiérrez, en Santiago de Chile)
Yo soy el hombre que entra en la sala os templos sin hombres y sin dioses, con ua cura a buscar la fascinación, en cualquiera río de oro que pasa por la taquilla y se latitud y a toda hora. Soy uno de los mi deposita en ciertos bancos, en ciertos bolllones de hombres que entraron al cine sillos, en ciertas calles de la gran ciudad.
ayer, atraídos por la linterna mágica de la Los sueños de la pantalla se volatilizaron, infancia, a ver, oír, soñar, sentir, apren. como el carbón, como el petróleo, y no de der. El cine exige una atención paralizan jaron nada más que un sucio sedimento te, total, como ningún otro arte. Cortare. de dinero.
mos la música, cerraremos el libro, nos En esta elaboración industrial el cine se fatigará el museo de gran pintura, pero manchó con las manos de sus progenitopocos se levantan de su sillón del cine res. Los dedos de los monopolistas, de los antes del fin, aunque nos deprima o nos grandes negocios dejaron su impresión indigne. En esa atención total hay siem.
digital en la película, y el cine fué vicioso pre una posibilidad de nueva imagen, de como ellos, agresivo y violento como ellos, nuevo camino, de esperanza.
salpicado de sangre. Nosotros, los hombres causa de ese poder absoluto el cine de la oscuridad, espectadores en la sala os.
ha sido prostituido con mayor cinismo. No cura, nos sentimos descontentos. Estába.
se habla casi de poesía comercial. de mos tragando veneno.
música comercial. pero sí se habla de También faltaba algo, algo grande que cine comercial. Los cinematógrafos occi veíamos a nuestro lado cada día pero que no dentales se han convertido en pomposos aparecía en la pantalla: el pueblo. Veíamos JURADO PARA EL PREMIO MONTERREY Guatemala Rafael Arévalo Martínez David Vela José Mata Gavidia Alfonso Reyes, Presidente Gerardo Fernández McGregor Alfonso Méndez Plancarte Honduras Luis Andrés Zúñiga Julián López Pineda Luis Alemán JURADOS LOCALES Argentina Ricardo Rojas María de Villarino Eduardo Mallea México Alejandro Quijano Gregorio López y Fuentes Agustín Yáñez Nicaragua Juan Ramón Avilás Hernán Robleto José Coronel Urtecho a nuestro lado desde niños la persecución y la explotación, y también veíamos la organización y la lucha del pueblo, los mo.
vimientos heroicos, el camino del hombre hacia el porvenir. Nada de esto estaba en el cine. Por el contrario, allí parecía que cuanto de importante pasa en la vida humana pasa solamente a algunas perso nas vestidas de smoking. Esto era demasiado.
Por eso, sin menospreciar algunas obras maestras del cine occidental, y algunos grandes maestros, cuando los cañones del acorazado Potemkin dispararon sin sonido aún desde la tela blanca, aquellos disparos fueron en el corazón de muchos hombres las salvas de una aurora. Esa aurora ha crecido y ha llegado a su mediodía.
Estamos aquí festejando ese mediodía, los productos que ya germinaron y maduraron. Estamos aquí para ver el cine libe.
rado, el que no se propone acumular monedas sino ampliar la creación, definir la ternura, la lucha, la alegría, la esperanza y la paz de todos los hombres.
Queremos un cine que acompañe el avan.
ce de la humanidad con realismo y con sueño, profundamente humano. Queremos reconocernos en la pantalla; igualados todos los hombres en la seguridad de un destino grandioso para la humanidad. Que.
remos un cine sin alabanzas del pistolero ni del soldado invasor que destruye las moradas de lejanos pueblos que amamos; queremos un cine que nos señale lo mejor de la vida y de la tierra. Queremos un cine que en la sala oscura ilumine lo más puro y lo más noble de la condición humana y nos enseñe a ser mejores.
No queremos tampoco el cine desespe.
rado, negro, de la angustia y del dolor.
Sabemos que el capitalismo predica la in.
diferencia política a todos los artistas, o la angustia sin salida, sin esperanza. No queremos nada de eso en el cine. Somos hombres sencillos y mayoría en la huma.
nidad, no somos especialmente escogidos, sino hombres de talleres y calles, escue.
las y minas, campos y fábricas. Queremos ver la gran belleza, la sagrada alegría, la lucha más alta, la nueva realidad.
Este es el cine que esperamos en esta época en que la Unión Soviética con toda su fuerza y su poderío construye la paz más ancha de la historia humana. Este es el cine que esperamos cuando las nuevas repúblicas populares nos ofrecen su construcción y su solidaridad, cuando la Chi.
na levanta por fin su cabeza antigua y maravillosa, sobre todos los pueblos coloniales que también vencerán. El mundo en nuestra época, desde la revolución de oc.
tubre, se ha hecho más ancho, cada día más vasto, y sin embargo los hombres ahora estamos más cerca. Ahora nos tocamos casi, nos conocemos como nunca antes, nos descubrimos cada día, cada día tenemos más hermanos.
Hermosa es nuestra época de lucha y de liberación. La paz que conquistaremos la hará más hermosa y mejor para todos los hombres. Trabajadores del cine, ami.
gos, camaradas, vuestras obras serán dignas de nuestra época liberadora y de los hombres libres que entrarán en mayor número cada día, a la sala oscura, a en.
contrar, allí también, no la ilusión, no la mentira de unos pocos, sino la verdad pa.
ra todos Bolivia Fernando Díez de Medina Augusto Guzmán Walter Montenegro Chile Eduardo Barrios Hernán Díaz Arrieta Santiago del Campo Colombia Luis Eduardo Nieto. Caballero Juan Lozano y Lozano Fernando Charry Lara Costa Rica Joaquín García Monge Abelardo Bonilla Moisés Vincenzi Panamá Octavio Méndez Pereira Ricardo Miró Eduardo Ritter Aislari Paraguay Juan Leary Edgar Insfrán Arturo Mejía Nieto Perú Aurelio Miró Quesada Estuardo Núñez Carlos Cueto Fernandini Cuba José María Chacón y Calvo Gastón Baquero Medardo Vitier Ecuador Benjamín Carrión Alfredo Pareja Díez Canseco Manuel Crespo El Salvador Ricardo Trigueros de León Manuel Castro Ramírez Juan Felipe Toruño Estados Unidos Ermilo Abreu Gómez Amalia de Castillo Ledón Fernando Romero Puerto Rico Concha Meléndez Arturo Morales Carrión Niliia Gastón Vientos República Dominicana Alfonso Teja Zabre Luis Florén Lozano Enrique Peña Uruguay Juana de Ibarbourou Roberto Ibáñez Gastón Figueira Venezuela Pedro Grases Arturo Uslar Pietri Julio Planchard Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica