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REPERTORIO AMERICANO 67 José Clemente Orozco Tampoco éstos constituían, en su conjunto, la realidad mexicana. Sólo los pintores aciertan.
Orozco sabe buscar. De todo aquel grupo es el que menos se identifica, objetivamente, con la teoría política. Pero su gran raíz popular, 612 conocimiento de las lacras de la vieja sociedad, lo salvarán siempre.
En 1935, durante mi presencia en las sesiones del Congreso de Escritores de Nueva York, éstas tuvieron lugar en la New School for Special Research. Mis ojos tropezaron, de inmediato, con los frescos de Orozco. La Revolución Mundial. me dijo alguien. Reconoci a Felipe Carrillo Puerto, asesinado por un soldadón brutal enemigo del proletariado. Bajo su mirada acogedora surgían los rostros dramáticos de hombres y mujeres del pueblo mexicano. Junto a él Vladimir Ilich Ulianov, apoyado por el pueblo ruso en armas. Luego el Ganrhi. Además, lo que en Estados Unidos hacía de su pintura un arma de combate, un negro presidiendo a hombres de todas las razas del mundo.
Ya para este tiempo José Clemente Orozco se había abierto paso. La teoría política no cra su especialidad. Desde este punto de vista, él era un individualista furioso, un anarquizante. Pero su profundo humanismo lo llevaba hacia donde debía ir. Así, sus obras creadoras penetraban en la agonía de nuestro pueblo, para pintarlo en su fabulosa dramaticidad hastá causar desasosiego. Igualmente, cuando pinta a las clases dominantes en sus vicios y en sus vulgaridades, lo hace con fuerza destructora. Su pincel está cargado con dinamita.
De aquí que sus obras no sólo descubran la miseria de los sojuzgados, sino también las causas que la provocan. Su mano, su única mano es dura, inflexible en cuanto a la temática de su pintura. El odia el arte diabético, aquel que se hace más comercial mientras más azúcar encierra.
En esta fuerza poderosa, producto de su amargura, radica su mejor defensa. Orozco es implacable. La verdad, él lo sabe, es única.
Mentira que existan tantas verdades como instantes existen en la vida. Porque para él no existe otra verdad que la de la justicia social que no siempre sabe dónde se encuentra: pero sí sabe dónde reside la injusticia social, que engendra la miseria, el dolor y la muerte. Por eso, subjetivamente, encuentra su camino y defiende, con su capacidad artística, todas las causas buenas, las nacionales y las universales, ya que los problemas del vivir no reconocen mares y fronteras y saltan sobre ellos como salta, del pasado al futuro, la esperanza humana.
joven Siqueiros y otros, anduvo en Orizaba y dibujó muchas de sus mejores caricaturas para el periódico La Vanguardia, allá por el año 1915. Ilustraba todos los artículos del actual subdirector de este diario, Becerra Acosta, que usaba entonces el seudónimo de Julio el Verde. En 1916 expone por vez primera sus dibujos y acuarelas en México, en la librería Biblos. Visita después los Estados Unidos: San Francisco, Nueva York. De 1922 hasta el 1927 figura en primera línea en el resurgimiento de la pintura mural en México. De esa época son sus frescos de la Escuela Nacional Preparatoria, la Casa de los Azulejos y la Escuela Industrial de Orizaba. París conoce en 1925, por medio de la galería Bernheim Jeune. dibujos y pinturas suyos, escogidos. De 1929 hasta 1934, efectúa su segunda estadía en los Estados Unidos. Expone en gran escala en Nueva York, en la galería Marie Sterner.
Luego esa exposición recorre otras ciudades norteamericanas. En 1929 expone otra vez en París, en la galería Fermé la Nuit. Pero 1930 marca su carrera ascensional en el mundo internacional del arte, con su extraordinario fresco Prometeo. pintado en el Pomona College, de Claremont, California. Casi en seguida pinta los frescos de la New School of Social Research, en Nueva York, y al terminarlos emprende un fructifero viaje por Europa (París, Italia y España. En 1932 y 1934 pinta los frescos de la biblioteca Baker, en Darmouth College, Hanover, New Hampshire, Estados Unidos. su regreso a la patria se le encomiendan los maravillosos frescos de Guadalajara (Universidad, Escalera del Palacio de Gobierno, Hospicio Cabañas: una obra titánica. En 1940 pinta la biblioteca de Jiquilpan, Michoacán.
Regresa en ese año a los Estados Unidos, pintando en el Museo de Arte Moderno su Bombardero de picada (Dive bomber. En 1940 41 hace los estupendos frescos de la Suprema Corte de Justicia en México y principia sus murales de la iglesia del hospital de Jesús, desgraciadamente inacabados. En 1942, escribe sus artículos biográficos para Excelsior, reunidos en libro por la editorial Occidente, en 1945. Miembro distinguido del Colegio Nacional, recibe hace cinco años, más o menos, el premio nacional de pintura, que le consagra oficialmente, en una apoteosis bien merecida. Pero esos laureles no alcanzan a disminuir su fiebre de creación. Divide su precioso tiempo en exposiciones anuales, a cual más estupenda, en el recinto del Colegio Nacional y la pintura de obras diversas de caballete, y decoraciones murales, como las de la Escuela Normal (en que emplea un material nuevo: el silicato de tilo, magnífico para pinturas al aire libre) y su Juárez. del Museo Nacional de Historia. El Instituto Nacional de Bellas Artes le rinde en estos últimos tiempos uno de los más grandes homenajes que haya recibido, con una exposición nacional. de carácter retrospectivo, en que se ha podido admirar toda la trayectoria artística del gran pintor.
Este hombre genial, este hombre eminentemente humano en su trato y en sus ideas, ha tenido la franqueza de decir, en una ocasión, lo que sigue, a propósito de su propia pintura: Tómese cualquier obra mía; si dentro de tres mil años lograra llamar la atención de los hombres, no sería ciertamente a causa de su tema. Este, con el tiempo, habría perdido todo interés. Lo que la hará perdurar, es lo que ella pueda tener intrínsecamente como obra de arte.
Vida y verdad de José Clemente Orozco Por Jorge CRESPO de la SERNA (En Excelsior de México, 11 de Setiembre de 1949. En esta hora amarga para mí, para todos cuela de Agricultura de San Jacinto. Nunca los que conocimos a fondo al hombre excelso me interesó la agricultura. dice él mismo que había en Orozco, por encima de toda otra y jamás llegué a ser un perito en cuestiones consideración, rememoro su gloriosa vida agrarias, pero la educación y las enseñanzas más bien, su glorioso paso por entre nosotros que recibí en esa magnífica escuela fueron de. y, sobre todo, su concepto de la verdad y mucha utilidad, pues el primer dinero que gae! arte. Copio estas palabras suyas que apare né en la vida fué levantando planos topográcen en el libro de Justino Fernández, sobre él, ficos. De 1908 a 1914 frecuenta la Acaen facsímil de su puño y letra: No impor demia de San Carlos, dividiendo el estudio de tan las equivocaciones ni las exageraciones. Lo sus más difíciles disciplinas con trabajos de dique vale es el valor de pensar en voz alta, decir bujante en los periódicos, entre ellos El Imlas cosas tal como se sienten en el momento en parcial. En ese tiempo dirigía la academia Faque se dicen. Ser lo suficientemente temerario brés, y fueron condiscípulos suyos Benjamin para proclamar lo que uno cree que es la ver Coria, Diego Rivera, los hermanos Garduño, dad sin importar las consecuencias y caiga quien Ramón López, Francisco de la Torre, Francayere. Si fuera uno a esperar a tener la verdad cisco Romano Guillemin, Miguel Angel Ferabsoluta en la mano, o sería uno un necio o se nández y otros más.
volvería uno mudo para siempre. El mundo se Poco tiempo después se efectúa el encuendetendría en su marcha. Palabras de una car tro entre el doctor Atl y Orozco. Que ha de ta privada que reflejan elocuentemente su ac ser, más adelante, el momento de partida hatitud ante la vida, y ante la interpretación de cia horizontes nuevos, tanto en técnicas como ésta que es el arte.
en temática. Organizase entonces el Centro Esta existencia fecunda, extraordinaria, co Artistico. que fué la primera sociedad que temienza en Ciudad Guzmán, conocido también ría por objeto gestionar del gobierno muros por Zapotlán el Grande, en el Estado de Japara pintar. En eso estalla la revolución de lisco. Nací. dice él mismo en su excelente 1910. Comienza entonces Orozco sus primeros autobiografia el 23 de noviembre de 1883. dibujos festivos, llenos de mordacidad; verdaCuando tiene apenas dos años, su familia se deras caricaturas. Hizo sus primeras armas en el traslada a Guadalajara y después a la capital Ahuizote, con dibujos de sátira política. Estas de la República. Aquí, el pequeño Orozco caricaturas. tremendas, las desparramó después siente el embrujo de las estampas de Posada, en periódicos y revistas. Fustigaba toda exageque tanto ha de reflejarse en su obra posterior. ración, toda demagogia, toda hueca falsedad, En 1897, su familia lo hace ingresar en la Es estuviere donde estuviere. Junto con Atl, el Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica