REPERTORIO AMERICANO 75 SELECTA La Cerveza arbitrarias interpretaciones que la adulteren y la maten. En tanto no se haya rendido que se rendirá un día, ese homenaje, paréceme que el sitio para la estatua del Apóstol no está en el Parque Bryant, sino más bien en un humilde rincón de ese Harlem neoyorquino donde las emigraciones cubana y puertorriqueña siguen conviniendo, padeciendo y batallando por una igualdad y una libertad que sólo existen ahora en la conciencia de la parte mejor, sino aun la mayor, del pueblo de la inmensa urbe, con sus múltiples tonos de pigmento, con sus veinte lenguas distintas, pero con una sola conciencia, la conciencia de los hombres libres de América y del mundo.
No, no es posible que ni nuestra Gabriela aquella que nos honramos conociendo en su ya lejana visita a nuestra pequeña patria ni el ilustre maestro Sanín Cano, nos dejen solos en este emplazamiento, que por humilde tiene la dimensión de la altivez martiana.
No, no es justo que la egregia figura del Apóstol antillano aparezca humillada, extrañada, ignorada, en la equidistancia de sus dos grandes hermanos mayores mayores de edad solamente en el centro del Hogar EXQUISITA SUPERIOR EN LA MUERTE DE UN AMIGO de esa gran avenida que un día habrá de llamarse cuando llamarse así puedaAvenida de la Libertad de América. Porque para él, Bolívar sigue teniendo qué hacer en América todavía.
Acabas de expirar, amigo amado.
Te cubre ya la tierra bendecida, mientras en la ciudad sigue la vida en tropel, del gentío atolondrado.
San Juan de Puerto Rico. 1953.
Elegías espirituales Dios sabe si al quedarte sepultado, tal vez con nuevo aliento enfebrecida despertará tu alma, y atraída será por mejor mundo inrevelado. Ah, si al menos nos dieras un indicio del más allá posible y misterioso a quienes nos conforta la esperanza de que sea esta tierra sólo el quicio para entrar en el reino prodigioso de paz, de comprensión y bienandanza!
INSOMNIO. llegará el día fijado. nada temido, pero tampoco deseadoen que mi pecho, ya dormido, y ya mi vista en ceguedad, y todo el cuerpo en lasitud, seré dejado yerto, sin vida, abandonado, dentro el sepulcro, en quietud.
Por CONANGLA FONTANILLES Traducción del autor del texto catalán (En Rep. Amer. VISLUMBRES DEL MAS ALLA. Feliz instante en que, acogido Cuando te libres de mi cuerpo, mi pobre espíritu inquieto mi pobre espíritu, en tu regazo de ventura, y en la amplitud de lo inmedido podrá gozar la dicha pura lanzarte puedas en revuelo, de refundirse en lo Infinito. hasta qué oculta lejanía la intuición te guiará, Pero, responde, Inmensidad: cielo a través sin horizonte, en tu morada prodigiosa para indicarte nuevo norte?
el gran consuelo podré hallar ¿Qué ignota ruta seguirá, de reunirme con la esposa, por entre mundos a porfía, los hijos, padres y la esencia tu ansia febril del Más allá. de lo mejor de mi existencia, juntos en dulce eternidad. En la altitud maravillosa do has de emprender tu nueva andanza. cuál ha de ser la generosa consolación de tu esperanza?
PRESENTIMIENTO ¿Cuáles sorpresas de color, qué florescencia superbella Igual que pudo oirla Amado Nervo, de agua, de luz o resplendor yo la escucho también, sutil, turbada, descubrirás, de estrella a estrella?
la voz de la intuición, que vaticina algo de solemnial en mi existencia. Oh ignotas rutas del espacio. Qué prodigio me anuncia, qué peligro, oh laberintos de armonías; mundo ideal sin agonías, qué alegría o qué duelo ella insinúa, por placer de mis años o en viraje meta soñada de mi ocaso!
de mi vida a regiones misteriosas?
Que en vuestras altas lejanías halle descanso y gozo eterno No acierto a descifrar la traza oculta mi pobre espíritu, latente en el secreto que me inquieta; tan afligido pero si me percato que es aviso por tantas luchas y querellas, de un trastorno que al alma se me acerca, cuando huidizo de mi pecho no sé bien si fugaz o derivante pueda seguir su libre vuelo hacia reinos ignotos presentidos, hacia el vergel de las estrellas!
de todo afán innoble liberados.
II Sé que rutila, allá del cielo, Yo también, como ayer el gran poeta, la estrella suave de mi anhelo: al oir esa voz me postro, humilde, la estrella suave y presentida.
y aguardo con unción que se revele do nueva luz verá mi vida.
la incógnita solemne que me busca Pero del cielo. en qué avenida por placer de mis años o en viraje ella me oculta su secreto?
de mi vida a regiones misteriosas donde me sea fácil conocerlos ¡Oh estrella suave, en que la angustia con sentidos más claros y capaces de mi anhelar tendrá remedio: los enigmas divinos que me obseden. Señor, Señor, mi Dios querido: Cuando mi cuerpo, ya sumido en tenebrosa soledad, por siempre más quede dormido, entonces dadme, por piedad, nueva razón de eternidad; haced, Señor, que en tierra o cielos, mi pobre espíritu abrumado recobre pronto sus anhelos, y ungidle aquel nuevo sentido tanto en mis sueños presentido, para seguir, apasionado con nobles ansias de cruzado, la ardiente lucha que he librado por predicar la Dignidad, por defender la Libertad, por exaltar toda Bondad; y porque pueblos y naciones, ya sin funestas regresiones, libres de guerras y abyecciones y entre leal Fraternidad, hagan feliz la Humanidad. Concluyen a la vuelta. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica