Democracy

REPERTORIO AMERICANO CUADERNOS DE CULTURA HISPANICA Tomo XLVI San José, Costa Rica 1950 Viernes 10 de Marzo No. Año XXX. No. 1106 Vigencia de CECILIO ACOSTA En una Venezuela gobernada por el despotismo ilustrado de Guzmán Blanco, lleno de poses y de modas de Paris, un hombre sencillo, casi tímido, mantenía su vertical actitud y ofrecía a su tierra el metal de su espíritu en tarea responsable y varonil. En su pobreza, era millonario en oros que no son para moneda sino para fulgir. ayer y siempre sobre la intocable dignidad de los hombres. En lucha con la rudeza del medio, Cecilio Acosta nos dejaba el mensaje de su espíritu, su palabra diáfana, esperanzada: su pensamiento nítido, insobornable. En el periódico, en el libro, en la cátedra, en la tribuna, realizó su tarea esforzada, bondadosa, humana. Con la propiedad de su estilo oloroso a mirra y a leche, a tomillo y a verbena. como decía José Martí, ofreció la ruta de su pensamiento para el tránsito de los pueblos, para la afirmación del espíritu y para el enaltecimiento de los valores humanos. Buscó siempre la vía para desechar incomprensiones y para establecer equidad.
Mente reflexiva, pensamiento constructivo, espíritu crítico, con la ayuda de su sorprendente cultura estuvo muy cerca de las necesidades del medio venezolano. La filosofía social, el mejoramiento y adelanto de las clases pobres, el sacudimiento de toda traba que pueda embarazar la legítima libertad fueron preocupaciones de su espíritu civilista y confió en la evolución de las colectividades, predicando que la ciencia del gobierno es ciencia experimental y progresiva. Acosta vivió en el combate contra la incultura, contra la injusticia, ofreciendo sus conocimientos al buen aire de las aspiraciones colectivas. Se prodigó en su obra y definió así su posición intelectual: La antigüedad es un monumento, no una regla: estudia mal quien no estudia el porvenir.
Sus muchos conocimientos lo hicieron espíritu universal y por ello supo ahondar mejor y con mayor precisión en el proceso local, en la geografia psicológica de nuestro pueblo, en el cuadro histórico de Venezuela conmovida por una angustia humana, por una aspiración civica que quería hacer realidad social mejorada aquella fuerza épica que se fué, sin fronteras, en la lucha por la emancipación. Buscó con toda la energía de su pensamiento y con su incansable trabajar los horizontes de una Venezuela mejor; desde el modo de abrir un camino férreo, desde fundar un banco o redactar una ley conveniente, hasta las luminosas rutas de la superación intelectual. Su voz angustiada quiso llegar a todos los oídos para que cada hombre de su tierra sintiera la necesidad de ser útil. de elevar su vida y la vida colectiva y de dar a la nación una alta jerarquía humana, capaz y activa, vital y plena de conciencia para el desarrollo de un destino digno de su pasado creador. Su más devoto apologista Marti dijo de él: Le sedujo lo bello; le enamoró lo perfecto, se consagró a lo útil. Si se supiera seguir ese camino de perfección, las colectividades elevarían sus aspiraciones y los Por José NUCETE SARDI (En El Nacional de Caracas, X 49)
después de analizar situaciones y hechos. Analizar: esta era una de sus preocupaciones. Analizar para juzgar mejor. debiera ser la de todo individuo que pretenda juzgar con efectiva conciencia los hechos, las situaciones y los hombres. No es el análisis sereno práctica muy corriente en este país, por eso se va del desbordado elogio a la incomprensión, al insulto o al dicterio. Por la falta de análisis se llega al personalismo que ha sido uno de los mayores defectos de nuestro vivir y uno de los más salientes obstáculos para el progreso.
Con motivo de nuestras guerras civiles trazaba Acosta uno de los cuadros más completos de la realidad venezolana, allá por 1868. En ciertos aspectos podría aplicarse su análisis a otros países de nuestra América también, lo mismo que a nosotros en diversas épocas. Señalaba los anacronismos políticos, la falta de fe y de apoyo que es la opinión; la falta de título, que es el derecho y la falta de vínculo que es el deber, con que se entronizaban desgobiernos en nuestros países. Su artillería del pensamiento castigaba entonces las arbitrariedades que reducen y estancan la vitalidad de los pueblos. Condenaba los incondicionalismos y señalaba el mal de las geres que confunden la Cecilio Acosta idea con la persona, la du trina con la parcialidad y se niegan la cooperación en la labor colectiva.
pueblos serían más capaces para el arte de vi No queremos admitir, decía, ni como favir.
talidad de raza, ni como condición de indole, El progreso es una ley individual, no de ni como influencia del clima, esta propensión los gobiernos, decía Acosta en su angustia cons al quietismo, este abandono culpable del deretructiva. es que cada individuo, dentro de cho social en las clases instruídas y capaces, que sus capacidades y con el esfuerzo que realice pa deben tener el empeño porque tienen el deber ra mejorarlas, está en la obligación de ser fac de conservarlo. continuaba: el mal no es tor de progreso. El lema de nuestro gran pen de la raza, no; es de la falta de costumbres; y sador fué: La vida es obra. Por eso grita es menester fundarlas en el ejemplo y difunba con todas sus fuerzas de soñador y de hom dirlas con la enseñanza. Adelantándose a su bre práctico: Los medios de ilustración no de tiempo continuaba: Haya intereses coligados, ben amontonarse en las nubes, sino bajar co haya fuerzas respetables, reúnanse los gremios, mo la lluvia a humedecer todos los campos. persuada la imprenta, háblese lo público coY repetía: La Inz que aprovecha más a una mo de lo propio, osténtese má valor cívico y nación no es la que se concentra sino la que se más cobardía bélica; y no habzá que arrependifunde. Retó todo lo que fuesen retardos tirse, etc. etc.
para la obra progresiva y dijo: si han de so Al trazar el cuadro de nuestro desorden en brevenir diceres, hablillas y calificaciones, más algunas épocas, habla de las vocaciones frustraconsolador será que le pongan a uno del lado das, de las industrias desiertas, de la producción de la electricidad y del fósforo, que del lado diminuta, de los parásitos chupones, de los que del jumento, aunque tenga buena albarda, el abandonan el trabajo que conocen para arribar pedernal y el morrión.
a situaciones que desconocen donde no saben Por eso fué una antena y en la Venezuela desenvolverse por falta de capacidad. Donde de entonces recogía las voces del mundo y las reina ese caos el país se barbariza, sentenciaba, aventaba sobre los hombres de su patria. Fué y la América Latina si no retrocede en sus como él mismo dijo, hombre de discusión, no prácticas, si no adopta como sistema de vida de polémica estéril y deshonrosa con quien no la discusión pacífica del derecho y el ejercicio ama la verdad ni lleva puesto el manto del de regular de los usos republicanos, va a desacre.
coro.
ditar la democracia.
Sus artículos políticos castigan con nobleza Su crítica político filosófica es precisa, cla Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica