CommunismJoaquín García Monge

180 REPERTORIO AMERICANO de la filosofía racionalista, irradiándose frenéticamente tras de los descubrimientos geográficos o científicos, del impulso guerrero o filosófico, y el hombre de la edad gótica, el hombre medieval, el hombre de amor, el que vive con la mirada puesta en lo alto, hacia el cielo y lo divino; es el que llama Schubart el hombre yoánico. el hombre que sólo transpira fe, lealtad y amor, como San Juan, el tierno y leve discípulo del Señor. De ese discípulo toma el nombre de yoánico o joánico. El fundamento y el sentido de la decadencia europea es, pues, para Schubart, muy claro: Europa se ha entregado al hombre prometeico, olvidandose del hombre yoánico y medieval. Se ve que es una doctrina de signo opuesto a la de Northrop. Pero lo curioso es que, aunque cada uno ve una causa distinta de decadencia en Europa, aunque aducen un motivo diverso de ella y aun un modo distinto de entender la crisis, todos coinciden, sin em.
bargo, en diagnosticar que Europa entra en una Edad Media y que el apagón del hombre europeo es cierto, próximo e inevitable.
Valencia, España. 1951.
Con permiso.
México, 12 de noviembre 1950 vo el segundo premio en el certamen Sr. don Joaquín García Monge, de marras una declaración definitiva Director de Repertorio Americano.
sobre mi poema, que le mando en reSan José, Costa Rica corte tal como apareció en El Nacional de México.
Mi querido don Joaquín; Pellicer, extraordinario pintor verbal Le mando, venciendo naturales escrú y gran vanidoso, no tuvo empacho en pulos (frase de mi abuelo Jenaro en el afirmar públicamente los posibles valo.
prólogo de uno de sus libros) el poema res de mi trabajo, rompiendo el canto que sobre el tema de la Provincia ob. qud escribió a la Provincia después de tuvo el tercer premio en un sonado cer.
leer el mío, en un gesto muy romántico tamen literario celebrado el año pasado y muy noble, que recuerda el de Dario en la Ciudad de Saltillo, Capital del Esfrente a Juan Ramón Molina, tal como tado de Coahuila, para celebrar el centenos hi ha trasmitido la leyenda.
nario de la muerte del recordado cantor El certamen en cuestión animó la de Rosario, Manuel Acuña. Pensaba de.
participación de los mejores poetas me.
jarlo inédito para incluirlo más adelan.
xicanos y extranjeros residentes en la te en volumen con otros poemas de tecapital azteca, pues no se trataba de mas natales, pero circunstancias brillan unos Juegos Florales al uso. con ver.
temente anecdóticos me obligan a ensitos a la reina y demás carambainas, viarlo a Repertorio.
sino de un verdadero torneo de inteligencia alrededor de un tema profundaDos alegrías obtuve con esta inter mente terrenal: la Provincia.
vención lírica: el haber provocado el De más está decirle que toda interregreso a la poesía de mi tío Rafael pretación política en este asunto sale Cardona, quien por más de veinte años sobrando, pues el jurado estuvo intediscriminó al fuego vivo el tratamier. grado por personas que tienen de comuto de las musas señoras muy coquctas nistas lo que yo de hindú. Precisamente aunque honradas y el haber tenido la este atribulado servidor, que peca de iz sorpresa de desprender, del gran poeta quierdista y admira la transformación americano Carlos Pellicer quien obtu. social sin recibir oros de Moscú, escri.
bió un poema según la sensibilidad lo dictaba, resultando un trabajo que nada tiene de comunista, lo cual me aflige.
La Provincia es americana y universal, pero también la Provincia es localista, celosa y umbilical: por eso los pri.
meros premios y es defecto se en tregaron a los de la casa.
No he tomado el caso en forma trascendental, pues ni mi edad ni mis condicionds me permiten el lujo de subirme a los grandes pedestales del orgullo tradicional, ni me he sentido defraudado por los resultados concretos de la aventura que le comunico. Conozco mis fuerzas y mis limitaciones, y buena par. te de América sabe que soy poeta por nacimiento. De manera que, así surjan silencios ominosos o rabillos dicrimi.
natorios, no por eso dejaré de realizar mi obra, convencido de que el destino es uno y la veleidad castigable.
Publique usted, siempre tan generoso, esta carta y el poema adjunto, para lle nar la anécdota del todo y cumplir una peripecia legitima.
Su devoto amigo, que mucho le admira, Alfredo CARDO Carrillo Puerto 34 6, Col. Anáhuac, México, Elogio de la Provincia Por Alfredo CARDONA PEÑA (Primera parte)
Poema laureado en último lugar en el centenario de Manuel Acuña La Ciudad es la cita patética del viento, la reunión de las piedras y la frente del mármol.
Los hombres la construyen sobre la sangre, llegan de los campos nutricios, conduciendo las primeras murallas a la aurora.
Cuando el hombre construye la Ciudad, es alegre Canta el honor de alzar los monumentos, bautizar las estatuas y abrir el ancho grifo de las rúas.
Hay un día, sonoro en multitudes, en que, la cita con el mundo es bella.
Ecuménicas manos se levantan y del pasado, sobre las lagunas de los dioses caídos, nace la frente mágica del hierro.
Cuando el hombre termina de construir, es amargo.
Flecheras torres, sueños con espinas, hieren a flor de piel sus heroísmos, y una compacta nube de sirenas acongoja sus sueños. Millones de guadañas siegan el ocio activo de las horas; lenguas extrañas ajan la pureza de los vinos maternos, y se lucha por conquistar un sitio a los jardines y recibir la bendición del aire.
El hombre no abandona fácilmente sus torres, porque en ellas, se dan los triunfos y se labran nombres.
a semejanza del árbol invicto, El hombre es vanidoso.
Mas los carros que traen la luz de la simiente, y las mieles virgíneas y los granos que abastecen la sangre, le conversan de los reinos profundos.
Sólo con este diálogo es posible la unidad de una Patria.
Por alimento y sangre es como el hombre penetra en su destino, al horizonte envía la mirada y honra el misterio grávido del fruto.
Aquí está la Provincia, su intacta, pura forma. De dónde su fontana silenciosa, qué magnético hechizo, cuál idea envuelve su cercana lejanía?
La Provincia es la madre de la Ciudad: en ella Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica