José Carlos MariáteguiMarxism

REPERTORIO AMERICAN 39 el viejo se echó a reir. Ah, no, muchacho. Hasta allí sí que no. Yo sé que tengo mi almizcle fuerte, pero ya tanto que dure pegado a los caminos por ahí de medio año sin que lo laven lluvias ni se lo lleven vientos, ah rio. Porque si es ansina, Dios coja confesados a todos mis parientes y conocidos.
Aguacero de burlas el que me cayó encima. Hubiera preferido que mis primos me dieran de pedradas. Pero Tata Mundo acudió y me echó una mano. No, si esto no es para risas. Hay derecho a encender una velita en todo trance oscuro, aunque la velita esté equivocada. yo digo que son más las cosas raras que las claras las que se le presentan al hombre conforme va trepando la cuesta de la vida, de modo que a los finales no sabe un punto más de lo que a sus comienzos. saber si el Canelo que les digo era adivino. Pues si adivinos hay entre los que andamos en dos pies, bien puede que los haya entre los que van a cuatro patas. Como mi prima Eulogia, la que yo llamaba mi ángel de la guarda. Pero ésta es otra historia, y más de antes, cuando apenas andaba el que aqui ven en los diecinueve.
El viejo hizo un alto y se acomodó mejor contra la almohada. En la cara se le veía una sonrisa llena de recuerdo. Me parece estarlo viendo todavía.
Nos hallábamos varios de aquel tiempo jugando gallos en un potrero. Acababa un cuijen de tío Lencho de descuajarle el pescuezo a un giro lindo que era mío, y de ahí que yo no estaba muy cómodo de ánimo que digamos. Al rato fué llegando Erasmo, el tonto que teníamos en San Jerónimo, de esos que nunca faltan en los pueblos, los unos porque salieroni ansina de nacimiento, y los otros porque van hallando conforme se hacen mamulones que no es mal pasar el llevarla cómodos y comiendo ajeno a cuenta de parecer faltos de entendimiento. Erasmo creo que era de estos últimos, porque de cuando en cuando sacaba de debajo de la mollera unas ocurrencias unas vivezas que ya se las tomara uno para su propio manejo, pero lo cierto es que por lerdo y sencillo lo teníamos a tonto lo tratábamos. Bueno, Erasmo no hacia daño a naide. Era una alma de paz que hasta le servía de adorno a nuestro barrio, pues en todo lugar que se distinga ha de haber quién haga los mandados fáciles y esté para entretenimiento de los que les gusta jorobar al prójimo. Alla fué el tal llegando con su gallo. Como era gallo de tonto, nadie creyó a las madrugadas que fuera otra cosa que un tonto de gallo. Erasmo puso sobre el zacate un billete nuevecito de gallo, un pintado muy sazón al que no cinco pesos, comenzó a sobijearle las había quién no apostara, por lo noble patas al de pelea, y luego a manosearle y rigioso, Achará que el Flaco Arroyo la cabecilla. Se echó una risa de esas de no fuera tan buen hombre como buen puro inocente, larga y como sin razón gallo era aquel pinto. Para no cansarlos de nada.
con más palabras, el gallito del tonto. ver quién se anima con mi gallo Erasmo, que tampoco se parecía a su y se volvió a soltar otra cajuela de risa. dueño pues fué resultando un racimo. Ese es el cruzado con gavilán. de mañas y listuras, se manejó como le preguntó tío Lencho.
un veterano y se echó la pelea al buche. Ese es el gallo gallina dijo otro.
Primero tuerteó al de Arroyo, después está clueca. agregué yo por fre le despegó una ala, y por último se lo gar.
sopló limpiamente en tres espolazos.
Erasmo seguía riéndose a tontas y a Hubieran oído la griteria que armamos.
locas. Tiró el animalejo al ruedo, y, que Fué un rato largo lleno de caldo gusse imaginan ustedes, éste dijo a chiquear toso y meneadito. Erasmo se reia como se todo rajón, y se soltó a quiquiriquear un ángel en la gloria y le daba besos a que daba gusto.
su gallo, cuando empezó el Flaco a ale Diay. Qué hubo dijo el tonton gar no sé qué cosas, le arrebató la plata ¿Naide se animade la apuesta, y de ahí sin más se abuY entonces el Flaco Arroyo echó su só con el tonto y le dió dos planazos con la realera. Hombre, Arroyo, qué es eso no OBRAS DE me aguanté y le dije. Sea buen perdeJOSE CARLOS MARIATEGUI dor. entonces, para que viera el caso PUBLICADAS: que me hacía, le arrió otros dos realerazos al pobre Erasmo, que se puso a gri La Es ena Contemporánea. Edi tar como una mujer.
torial Minerva, Lima, 1925. AgoYo sentí cuando la sangre se me trepo tada.
a la cara y me la puso roja. Ah gran vaina me pensé, ahora voy a tener Siete Ensayos de Interpretación que parármele al Flaco, y yo apuesto que de la realidad Peruana. Bibliore no me gusta para nada. Pero no hay teca Amauta. Primera Edición Ii más dónde. y eché mano a mi realera.
ma, 1928. Segunda Edición: Lima, Caramba, no sé cómo, pero le pude al 1943. Agotadas. Tercera Edición: hombre. Le di cuatro o cinco cuerazos Lima, 1952.
bien medidos, y esa vez la cosa no pasó a más porque los otros intervinieron. El Alma Matinal y Otras Esta ne agarraron a mí y tuvieron entre tociones del Hombre de Hoy. Bi dos al Flaco. En la que te habias meblioteca Amauta. Lima, 1950. tido, Mundo loco. No ven que el tal Arroyo era de sangre turbia, tirrioso y La Novela y la Vida (Siegfred vengativo? Contaban por ahí que ya se y el Profesor Canella. Biblioteca había echado un muerto a la espalda, y Amauta. Lima, 1955.
a las malas, en una tremolina que una vez se armó por Miramar. mi me la Defensa del Marxismo. Buenos juro. Una noche, estando él muy pasado Aires, 1955.
de guaro, me alzó bochinche frente a una pulpería. Otra, me aguaitó en una EN PRENSA: curva del camino. En las dos salió por dentro, pues la primera estaba tan tra El Artista y la Epoca (Segunda gueado que le arranqué la cutacha y Parte de El Alma Matinal. Bi con ella le di su buena castigada; la seblioteca Amauta.
gunda, como ya andaba yo quisquilloso, me cogió armado. No habiendo qué esOTRAS OBRAS INEDITAS POR coger, me la jugué completa, y aunque PUBLICAR: me logró en una nalga, lo volví a cobijar bien cobijado, tanto que terminó ti Historia de la Crisis Mundial rándome de filo y a cortarme. Hasta que Ciclo de Conferencias dictadas en me lo traje al suelo, y de ahí le dije.
la Universidad Popular. Hombre, Arroyo, déjese de babo Figuras y Aspectos de la Vida sadas. Yo nada tengo contra usted. Esto Mundial.
sí que se llama estarse peleando por un Signos y Obras.
motivo tonto. Quedemos amigos: como Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica