Individualism

212 REPERTORIO AMERICANO Dr. García Carrillo CARDIOLOGIA (Radioscopía y Electrocardiografía. METABOLISMO, VENAS VARICOSAS.
Sus teléfonos: 1254 y 4328 Una suscrición al Rep. Americano la consigue Ud. con Matilde Martínez Márquez LIBROS REVISTAS Avenida Los Aliados Nº 60 Apartado Nº 2007 Teléfono FO 2539 La Habana, Cuba ta elevación de la filosofía espiritualista, que prende en su inteligencia desde el albor de ella; viénele de su cristianismo sincero y hondo, y viénele de su sentimiento caballeresco, mantenido incólume no obstante el abajamiento y ordinariez de los tiempos que corren.
de nuestras primeras preferencias literarias que se mantiene, aunque sin la ceguedad de ayer el manifestar como la hacemos, que nos parecen al presente analí.
ticas en exceso, poco determinantes, demasiado intelectualistas, las páginas a propó.
sito de la vocacóin, del egregio autor de Ariel? Sobrecargadas de la enumeración de hechos y circunstancias contradictorias, pueden opinamos confundir antes que orientar. El joven necesitado del índice que le señale rutas, no de apercibimiento y recomendaciones agobiadores, permanecerá ante estos sin saber qué hacer. Acaso le alejen demasiado de la realidad, con la que no es razonable ni conveniente quebrar de!
todo. Es curioso: algún otro reparo a la prédica de Rodó, análogo a éste, recordamos haber controvertido años atrás. Era en una capital del Pacífico y en círculo camaraderil. No le toquen sus ídolos que le duele. exclamó un poeta presente allí, Barba Jacob, vista la vehemencia de la ré.
plica. Pero comprendemos ahora que el mejor acto de reconocimiento a un maestro consiste, tanto como en proclamar su alcurnia, en no callar posibles disentimientos, objeciones, reservas.
Montero Bustamante, por medio de este enjundioso ensayo, complementa en cierto modo lo que concibió acerca de la vocación José Enrique Rodó, el esclarecido artista en cuya palabra henchida y ática poseen mi país y la Hispanidad uno de sus mayores orgullos. Atento a la realidad que nos circunda y conocedor de los deberes que a todos sin salvedad impone, Montero Busta.
mante juzga excesiva la insistencia de Rodó en que cada cual investigue perseverantemente su propia personalidad hasta encontrar en ella la veta de oro purísimo que casi siempre se halla escondida en los arcanos del ser. Afirma que el hombre debe antes que nada trabajar y asegurar con su trabajo, cualquiera sea la indole de éste, los medios de subsistencia. y añade. Sería tiempo lastimosamente perdido aquel que invirtiesen los jóvenes en entregarse a la morosa contemplación interior para buscar, en quién sabe qué oculto surco del al.
ma, la semilla prodigiosa a que se refiere Rodó. Si esa semilla existe, ella germinará a su tiempo, al margen de las preocupaciones utilitarias, y si no germina, es porque no existe. Sienta en seguida que muchas de esas semillas han resultado ficción; considera modalidades de las democracias hispánicas con seguro sentido de sociólogo; se refiere al individualismo pernicioso; afirma que al trabajo de adaptación conviene apliquen sus energías los jóvenes de estos países. El pensamiento capital del ensayo lo contiene esta cláusula: No se ha de ahogar, pues, la vocación o inclinación personal, pero se la ha de subordinar a la actividad práctica, si es que no halla aplicación económica, como sucede en muchos casos. al finalizar exhorta vehementemente: Demos frente, pues, a la vida; que la vocación trabaje el alma y la dote de mayores potencias, pero que cada cual acepte su destino, y junto al yunque que le depare la Providencia bata el hierro de la realidad, que es el trabajo. Persuasivas y despabiladoras palabras del pensador y men.
tor.
Lo mismo que en el reconocimiento de los personajes históricos, los escritores y los artistas, al abordar los problema de la conducta un rasgo capital distingue a Montero Bustamante: la elevación. Viénele eszo, y durante décadas en la Universidad ha profesado Literatura e Historia, asignaturas que son, con la Filosofía y la Geografía, de las que suelen enseñar mejor que los demás, los hombres de su estirpe mental.
De 1902 a 1907, fué secretario del Museo y Biblioteca Pedagógicos y secretario del Servicio Meteorológico Nacional. Presidiendo la Comisión Nacional de Bellas Artes, ha impreso un ritmo nuevo a nuestra cultura plástica por medio de los salones anuales de pintura y escultura, y las exposiciones especiales, la de Blanes y la de Gallino, verbigracia, de las que fué alma máter. Con afán sin fatiga prestigió ese cargo, de los más delicados en el comando de la cultura superior. Además, absorbieron sus horas, que él positivamente multiplica, el Instituto Histórico y Geográfico y la asesoría del Ministerio de Instrucción Pública, cometido este último posiblemente óptimo para perder adhesiones, pues cada pendolista se reputa aquí, por lo común, el principe de su oficio y no perdona por lo tanto el olvido de sus libros cuando el discernimiento de los premios anuales.
Reformarse es vivir, sentaba Rodó. Vivir es laborar, podría ser el lema de Montero Bustamante, por cuanto laborando ha vivi.
do toda su vida; laborando no únicamente en lo suyo, sino en el desempeño de cometidos en riña aparente con sus naturales tendencias, sus ideales, su misión cardinal.
Lució largo años el papel moneda uruguayo la firma timbre de honor del poeta de la patria, Juan Zorrilla de San Martín. me decía a ese respecto un colega chileno. Hasta de lo más vil quieren hacer ustedes cosa noble. Zorrilla de San Martín enalteciéndoles los billetes. Si le contesté Para que esté obligado a ser algo poeta el que los haga circular.
También correspondió a Montero Bustamante estampar su nombre egregio en esos esquivos y trajinados o trajinables documentos, como secretario del Banco de la República. Imagínese la responsabilidad de esta función. Calculese el agobio que recae sobre los hombros de quien la ejerce. No renegó, sin embargo, de esa tarea que le facilitaba una de sus varias formas de ser útil a la sociedad; antes bien, la amo, como debe ser, con toda su alma. Opreso pero libre. en la malla de los asuntos bancarios se le vió hasta hace poco, en que hubo de acogerse, tras innúmeras jornadas fecundas, a un bien conquistado retiro. Mas no lo lamentamos. Los deberes cumplidos por aparte de sus inclinaciones entrañables, en vez de ahogar a éstas, tal vez las afirmaron y robustecieron; y. quién puede asegurar que no hayan contribuido a dar a sus frutos la completa sazón?
Digamos algo ahora sobre su estilo. Este se ha formado en los clásicos españoles y en ciertos escritores franceses e ingleses, sobre todo Chateaubriand y Lord Macaulay.
Seduce por su ductilidad y conceptuosidad, y por una que llamaríamos atmósfera de ensueño. El párrafo. es jugoso en todas sus partes, así la principal como las accesorias; sin voces baldías, sin defectos de construc.
ción, sin flecos; con savia en cada inciso y el estremecimiento de una aura de modernidad en todo él. Párrafo más o menos extenso, más o menos lujoso, según la opor.
tunidad; ágil y cálido, armonioso y acce.
sible siempre. Hacemos nuestro lo que dijo el cantor de Acuarimántima sobre la limpidez y claridad del lenguaje: La limpidez y claridad del lenguaje, aun para expresar lo turbio y lo vago, acusa excelsitud, virilidad, corazón seguro.
Al margen de sus trabajos literarios que llenarían treinta volúmenes. ha desarrollado otros nuestro escritor? Muchísimos otos. Quien se sobrecarga de obligaciones, se da tiempo para todo; a quien no hace nada, o hace poco, no le queda tiempo para nada.
En el Liceo Universitario por breve lapLic. Aníbal Arias Raúl Montero Bustamante. Hombre de esfuerzo múltiples. Mano, flama, navío.
Faltan en el acervo literario rioplatense los trazos de su valoración, y ello no es justo.
Hemos ofrecido, reflejados en nuestra emoción temblante espejo varias de las facetas de la personalidad y la obra de este humanista a lo Menéndez y Pelayo, a lo Andrés Bello; de este austero varón de Plutarco.
Abogado y Notario Apartado 2352 San José. Costa Rica Montevideo. 1951. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica