REPERTORIO AMERICANO 319 Las plantas, tesoro tesoro de salud (En Rep. Amer. casado con un forastero que llegó al pueblo a caza de fortuna y de mujer bonita.
Don Argumento sintió que una daga le perforaba el corazón.
Pasaron los años, algunos rápidos y turbulentos, otros quietos y en todos ellos, noche a noche, Don Argumento rondaba por la casa que había sido de Rosita. Varias veces se acercaba a acariciar los barrotes de la ventana. Allí había apoyado ella los brazos, había pensado en él algunas veces cuando su amor se desbordaba y las páginas de su periódico le dedicaban versos, de allí había recogido los ramos de rosas que como ofrenda le llevaba cuando podía. él reclinaba su cabeza y besaba las rejas. Si ella volviera. volvió un día, viuda y sola, pobre y triste. Pero allí estaba el corazón fiel que la esperaba siempre y que consoló sus penas amargas con la ambrosía de un cariño noble y leal.
Pero Don Argumento llegaba tarde por las noches a su casa.
Desde la acera de enfrente, gustaba de mirar a Rosita como antes, cuando la vida no le había dado más que esperanzas y penalidades. Se encantaba en deslizar las cartas por las rendijas de la ventana y en colgar ramos de flores de la reja. como antes. la gente decía que Don Argumento se había enamorado de la ventana.
La total ausencia de herboristerías en nuestras ciudades y pueblos es indicación clara de lo mucho que nos hemos alejado de la Naturaleza. Nos hemos olvidado de que la Botánica proporciona a la Medi.
cina un vasto arsenal curativo. Ocasionalmente se encuentra en las plazas de mercado de la ciudad algún herbolario perdido, de quien casi nadie hace caso, como si el problema de la salud cada vez más complicado y costoso por razón de enfermeras y clínicas ya se hubiera resuelto definitivamente.
Hay una medicina, la medicina vegetal, que en tiempos pasados fué muy importante y que siempre puede sernos útil. Es un medicina natural, sin riesgos y barata.
Las farmacias de hace veinte o veinticinco años lucían en sus escaparates muestras de esa medicina vegetal en aquellos elegantes frascos de porcelana o de cristal con los rótulos: Genciana Manzanilla Eucalipto. Regaliz. Ajenjo. Digital.
Para cada enfermedad del hombre exis.
ten una o varias plantas curativas que crecen en la orilla de los caminos o en la vastedad de las praderas. Lo sabe el humilde animal doméstico que cuando se sienMéxico, 1952.
Noticia de libros (Viene de la pág. siguiente. te enfermo busca en el campo la hierba que puede curarle. Cuentan algunos exploradores que los animales feroces de la selva andina, cuando están enfermos, corren a la orilla de los ríos donde las raíces de los quinos (de donde se extrae la quinina)
comunican a las aguas su virtud curativa, En las plantas está toda la ciencia curativa de la humanidad. Ellas son tónicas, digestivas, estimulantes, sedantes, hipnoticas, laxantes, depurativas, febrífugas, diuréticas, emolientes, astringentes. la botánica, a la medicina vegetal, la sustituyó la química, que fabrica el remedio que existe naturalmente en la planta. Pero se ha ido más lejos. Hoy el farmacéutico apenas prepara la medicina que ha recetado el médico. La receta viene ya en un patentizado. El boticario lo único que hace salvo excepciones, es adherirle al frasco una etiqueta con el nombre de la farmacia, e! del médico y el número de la receta. Esto quiere decir que la medicina se industrializa cada vez más.
Hoy, cuando nos enfermamos queremos curarnos inmediatamente. Violentamos así la Naturaleza cuyo proceso de curación es más lento, más inofensivo, más cuidadoso y seguro. Vienen a nuestra memoria los remedios de nuestra madre cuando nos enfermábamos: la salvia, la malva, el llantén, la semilla de lino, la tuna, la verdolaga, el sauco. Dulces recuerdos de la niñez y la adolescencia! Casi toda la medicina era vegetal, casera, y. cuán eficaz y saludable!
La zarzaparrilla nos recuerda a nuestro buen padre que la usaba como depurativo. Quién diría que la grama, la humildísima grama, en forma de tizana, es diuréti.
ca, emoliente y refrescante. Quién no sabe que los berros son, desde la más lejana antigüedad, remedio muy recomendado para la tisis? El limón, que crece desdeñado en nuestros patios. no es un desinfectante de primera categoría; no es excelente para las enfermedades del hígado y el reumatismo? La cebolla, que creemos que sólo sirve para la cocina, no posee acaso una acción diurética muy efectiva?
Con las flores de naranjo se fabrica el agua de azahar que calma los nervios excitados. Del rosal, ornamento de los jardines se extrae el colirio que sana los ojos irritados e inflamados. Pero no es el rosal la única planta coliria; lo son también la manzanilla, la ruda, el sauco, la malva, el perejil y otras.
No olvidemos a esas nobilísimas amigas de los hombres que son las plantas. Hasta sus nombres son bellos: malvavisco, hinojo, romero, menta, espliego (la lavandula de las lociones y jabones perfumados. la hierbabuena, la verbena. Cuando los repetimos con amor nos parece que una oleada de salud, de vida, que viene de los campos, inunda nuestro cuerpo y nuestra alma.
Atención de la autora que mucho agradecemos: Emma Godoy: Cain, el Hombre. Misterio trágico.
Bajo el signo de abside. México. 1950.
Muy bien inspirado. Se lee con mucho interés.
Escribe Dn. Pedro Joaquín Chamorro, conocido periodista nicaragüense, de mucha militancia, en este su libro cuyo envío le agradecemos: Don Sofonías Salvatierra y su Comentario Polémico.
Ampliación de Máximo Jérez y sus contemporáneos.
Editorial La Prensa. 1950. Libre está mi corazón de ese sarro mezquino que se llama odio.
Hay polémica, y es muy antigua. Interesa este libro.
De nuestro amigo y colaborador Manuel González Flores:. Una pareja de tantas. Editorial Yolotepec. México, 1950.
Advertencia del autor: La realidad y el ensueño a menudo coinciden. Por eso es conveniente advertir que en este libro toda apariencia de realidad es sólo un sue.
ño.
Relato muy atractivo de un viaje por los Estados Unidos. Un militante en ciertas ideas políticas de izquierda. Sí, eso soy. México mío y de todo aquel que sepa llevar en el corazón un adarme de entusiasmo y un grado de buena fe. Copiemos: Ser bracero no es sencillo. Hay que resistir el rigor de los climas y el de los hombres. Quien quiera mitigar la pena de un desengaño, el dolor del exilio, el sufrimiento de las guerras, de las persecucio.
nes, de la mala fortuna, en los Estados Unidos encontrará, por ahora, pan, vestido y comodidad. Todo a cambio de sudor, porque así lo dice la Biblia. nunca falta una Biblia en cada cabecera.
Atención del autor que le agradecemos: Pedro Gómez Naranjo: Faro de Cinco Luces. Perfiles de Centro América. 1950.
Bucaramanga. Colombia.
El Dr. Gómez Naranjo nos ha visto de cerca; estuvo dos años en Centro Améri.
ca, como Ministro de Colombia en Guatemala (1946. El Salvador y Honduras y como Cónsul General en la primera de estas repúblicas. Guatemala la ha visto con más dimensiones. Interesan los puntos de vista en que el autor se coloca. Es libro que agrada y aprovecha. Escrito con simpatía.
Con el autor: Dr. Pedro Gómez Naranjo.
Avenida 13, NO 69 31, Bogotá, Colombia.
STECHERT HAFNER, Inc.
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conseguir una suscrición al Repertorio Americano Luis VILLARONGA partado 1455 San Juan, Puerto Rico. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica