CommunismImperialism

12 REPERTORIO AMERICANO Viene el fantasma Huyamos, huyamos. En Rep. Amer. Dónde fué dicha la primera palabra?
Era la guerra. huyamos. El espanto de esa voz que decía: El fan tasma, fué pasando de uno a otro: de puebio a pueblo; de país a país y. ila ola de temor invadió el mundo!
los doscientos millones de hindúes pedirán el recobro de su secular autonomía. Existe la posibilidad de una vasta influencia psíquica por parte de los chinos. los judíos les au gura la reducción de casi toda la vida al com bate por el Becerro de Oro o por Jehová. Para los anglosajones tiene esta perspectiva: Lu.
cha íntima de los dos pueblos anglosajones Inglaterra y Estados Unidos por la libertad humana: habiéndola entendido bien para sí, la entendieron para los otros mal. Lucha en la cual se va a reconsiderar si es verdadera libertad la que se reduce a la fábrica de un gobierro civil exclusivamente fabricado por anglo sajones para anglosajones, no por los hombres para los hombres todos.
Respecto a la libertad mundial, el profeta Hostos tuvo estas palabras: Los cruentos vai venes de adhesión y repulsión de los pueblos engañosamente convidados por los anglosajo nes de ambos mundos al conocimiento de la libertad, sólo serán episodios de la lucha, por que en ella tomarán parte los nuevos árbitros de la civilización, los eslavos, para resolver el problema de su republicanización. Prevé el sociólogo que los anglosajones de América matarán por un nuevo triunfo del principio federativo (la accesión del Canada a la Federa ción Americana) la malhadada tendencia al im perialismo extraterritorial, que advierteacaba por ser imperialismo dentro del propio territorio.
Para los pueblos eslavos, que al comenzar el siglo estaban cruelmente retrasados en el analfabetismo y la degradación de las tiranías zaristas, el sabio portorriqueño lanza, en 1900, la anunciación que sigue: Ahora va a empezar el predominio de la familia eslava. Proba blemente va a merecerlo, porque a juzgar por la organización social de algunos grupos esla vos, la Eslovania por ejemplo, y por la ten dencia general de esa familia, según lo ha de mostrado en sus agitaciones económicas del si glo, ella es la que está en mejor aptitud de pen samiento y tradición para empezar a resolver el problema moderno de la industria: la pro piedad para todos; trabajo para todos; produc ción y consumo para todos.
La profecía de Hostos, cuya validez está a la consideración de los habitantes del siglo XX, no se basó, debe anotarse, en transportes o éxtasis supraterrenales, ni en inspiraciones súbitas. Fué el resultado, natural, de sus me ditaciones de historiador, y del empleo de un instrumento científico novísimo, la Sociología dejando a la prueba de la posteridad si las leyes de ambas ciencias, Historia y Sociología, pueden o no conducir a previsiones útiles pa ra los estadistas y los pueblos.
Grandes y niños; poderosos y mendigos: naujeres y hombres. todos temblamos de te mor.
Para unos es el horror de la guerra que hace sangrar a la Humanidad.
Para otros el peligro de caer de su grande za o de perder el poder.
Para el pobre, el espectro del hambre. ila miseria!
Para el potentado. el temido comunismo.
Lo cierto es que no hay hombre en este siglo de la luz y del progreso, de la máquina y el radio, de la infernal bomba atómica y de las técnicas, que viva en paz, tranquilo, se reno!
La inseguridad, como tempestad para bar.
quito solitario, ha enfermado a esta pobre Hu.
manidad.
Son dos poesías inéditas (En Rep. Amer. El débil tiembla; el fuerte también tiem bla: la mujer llora y el anciano se lamenta.
No hay fe, no hay confianza, no hay ni siquiera esperanza.
El fantasma, ese terror incontenible avan za, domina, martiriza.
Si preguntas. qué es. cada uno lo forja a su arbitrio y te lo describe.
Si dices. Lo has visto. todos replican ¡No. Pero lo sienten venir!
Tú mismo sentirás a ratos que un frío te pasa por la espalda y tiemblas.
Si meditas, te sientes como en el fondo de una fosa, todo oscuro, todo incierto y. jel fantasma pasa a tu vera!
Vamos como sobre una tembladera.
El pie no se puede afirmar y el paso si guiente es tan inseguro, que nadie lo da con acierto. Qué pasará mañana. Qué nos espera. 1¿ESTOY viva o ya he muerto acaso?
Nadie parece verme.
Todos hablan, hablan, hablan cosas que yo no entiendo.
Ceñida de crepúsculos y lunas oigo pasar el tiempo. Lo oyes tú, amado?
Es como el mar en fuga por aldeas dormidas.
Mis oídos retumban y un afán de misterio me roe el corazón.
No puedo abrir la sombra.
Manos recién abiertas me golpean las sienes.
Tiemblo por dentro, tiemblo.
El miedo silencioso se me arrolla a la lengua y se pueblan mis ojos de fantasmas. De qué sirve mi grito si no me escucha nadie?
Van y vienen las gentes (hombres, mujeres, niños. Todas pasan sin verme.
Debajo de mi frente la soledad me abrasa. 2VEN a mi encuentro, amado.
Brilla el alba en mis hombros y un enjambre de alondras me aprieta la garganta.
Quiero exprimir mi gozo gota a gota en tus labios y ceñirte la frente de corolas abiertas.
La raíz de tu voz florecerá en mi sangre y te hablaré del mar, de la rosa en el tiempo, de soledades claras y de silencios rotos.
Por andamios de luz y sobre el haz del viento te llevaré conmigo adonde empieza el canto. Me escuchas en la ausencia?
Vuelve hacia mí tu rostro y embriagate en mi huerto.
La sonrisa de un niño se alza ya entre mis venas.
Claribel ALEGRIA.
Groveton, Alexandria, Va. 1950 Se matan las gentes; se roban unos a otros; se oprime y se persigue; se encarcela y se difama. Dónde está el amigo. Dónde la luz?
Incertidumbre, miedo, miseria, sangre y opre.
sión.
Allá en el fondo de mi corazón he senti do que hay algo que antes no había. fes el fantasma!
No viene por ninguna parte; no tiene for ma o figura, es el temor; el infinito número de incógnitas y las pasiones todas que alber gan, como fieras en jaula, hambrientas, infer.
nales, dispuestas en el corazón de cada hombre!
Es el fantasma del temor, amo y señor de esta pobre Humanidad.
Juan José CARAZO.
Costa Rica, Novbre. 1951. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica