266 REPERTORIO AMERICANO Le canto en estrofas marciales subjetivas diferentes atropelladas Le canto a su historia y su leyenda y su verdad apasionante Levanto bien seguro este poema como el roble se sostiene en el vendaval Es para convocarlo que sostengo aquí detrás (dentro también deste canto La infamia que le azotaba la calumnia todavía trata de quemarlo Piedra perfecta como es monumento sangre mar perfecto como es Cantemos su obra cantemos su intrepidez su heroísmo cantemos.
abiertamente el lúcido temblor de mis cantares; vengo a decir que míos han sido los mirtos con que han coronado la cabeza de tantos y que mia es la gloria que han entregado a tantos irresponsables. cada instante contemplo mis propios pensamientos diluídos sofisticamente en bocas extrañas. Eso es de la catarata de mis venas, digo. Pero la multitud ha perdido el camino del lucero y marcha aconsejada por pastores engreídos cuyas frentes no alcanzan a definir la palabra Poesía.
II DIMENSION Los patriotas saben que los pueblos cambian pero no perecen Pasan las generaciones pasan y quedan las bellezas los hechos perdurables Lo que habrá de quedar quedará y nada puede contra si Cantémosle los cantores tiernas estrofas embravecidas Devolvamosle su exacta latitud ya que no puede andar sobre sus pies Ya que su pobre cuerpo está en la tumba ya que sus ideas Son las que cruzan llanos aguas sentimientos y símbolos Ea! Proclamemos su bandera cantándole en hondos ecos Que apaguen tanta salva incoherente tanto imán adocenado tanto cero más cero Cantarle como se le canta a Dios por el amor cantarle con amor Sin remilgos sin intenciones sin apresuramientos sin miedo Coger su inmortalidad y darla a volar sin medida démosla cantando ¡Es una cantora cuyas raíces provienen de los países vascos y de los arcos venecianos Una cantora cuyas cenizas irán a las cenizas o a los cielos o al mar Es ella la que le canta toscamente delicadamente sinceramente nada más!
For En este mural canción entran los elementos más simples más lejanas Le ofrezco bestias vegetales personas y anchas orillas celestes ¡Simón Bolívar que diste el orgullo a los orgullosos de tu gente Tuyos son los dones tuyos son la independencia y la resurrección otorgalos!
Volvemos los rostros fatigados te incorporamos torpemente con emoción Querémoste quebrantador de la acechanza quebrantador de las crueldades Haz desatar el trueno suelta los angeles castigadores Cansados estamos cansados ojerosos cansados estamos Viendo crecer multiplicarse el asedio la persecución la vileza la mentira Viendo andar libremente a los que venden tu cabeza y mañana están condecorados Somos una raza de amantes de la libertad ¡te esperamos!
El infierno no es más oscuro que esta alevosía que nos circunda Vuélvete a nosotros oh santo ramaje de clemencia oh dios libertador He aquí a tus hijos henos aquí te traemos cantos generosos Cantos iguales a los sacrificios cantares turbulentos Henos aquí Simón Bolívar bendiciendo tus fracasos tus victorias Porque con nuestro canto destaparemos los oídos de los traidores Les encenderemos la vergüenza de sus crímenes te pedirán perdón Venezuela volverá a sonreír volverá a ser hija y madre de tu corazón a un tiempo cantando cantando siempre por Venezuela por ti Simón Bolívar Gracias al canto estaremos en posesión de tu candor de tu llama Entonces Venezuela podrá ofrecer su cabeza ilustre para que la besemos en tu nombre.
El pueblo siente sed de rebeldía creadora.
Quiere agua de amor, misericordia de fiebre, ideal desnudo a la rosa de los vientos, quiere un eje esperanzado desde donde pueda hablarle a Dios, a la patria, al amor, a la verdad, a la poesía simple sin encajes barrocos, sin añadiduras de encargo, sin terminaciones forzadas de un diccionario de la rima. El pueblo busca el rubor de las flores, el estremecimiento de la ilusión.
Por eso yo soy la cantora de la diafanidad y por eso vuelvo el rostro hacia la naturaleza, porque vengo a declarar el sentido vasto y solitario con que la gracia de la Poesía me ha dotado. Vengo a decir a los que padecen persecuciones de alma, a los desgajados en sus visiones, a los que han visto mancillados sus orígenes de luz, vengo a decirles que yo estoy a sus lados, que no importa que los ademanes vanidosos rijan, que no importa que la obscuridad se haya adueñado de las cosas más sagradas como lo son la voluntad, la potencia de la nación en sus caminos, aguas y aires; que esperen por mí, que tomen este manifiesto que escribo con impetu, con sangre, con sencillez y aroma de los campos.
Vengo para que me escuchen el humilde y el poderoso; vengo a traer poesía, a regalar poesía como se ofrendaban cántaros con aceites y perfumes a los dioses: vengo conmovida y tocada por el hálito de la alegría uni versal a ofrecer el tesoro de la belleza, la profunda armonía de la belleza, su materia virgen en estado de inmortalidad.
Desconfiad de los cantores que hoy le dedican versos a la libertad y mañana encierran el destino del espíritu de su raza. Desconfiad de ellos como si fueran lagartos venenosos, echadles jirones de indiferencia: parecen carneros con sus balidos lastimeros e inútiles.
Desconfiad de los melindrosos que escriben rimadamente y cierran los ojos a la realidad quemante de la honradez. Son conserjes disfrazados de eminencias, son cuerpos de ceniza con un poco de oropel por encima.
Desconfiad de aquellos a quienes premia empujados por minorías de grupos: son avispas vestidas de cocuyos.
Desconfiad de los suficientes. son casta de petulantes, casta de pusilánimes con las cabezas llenas de carbón.
Desconfiad de los burladores del don celeste: son los mercenarios de la fortaleza ciudadana, son los oportunistas que ríen en la sombra para que no los delate la transparencia del ensueño.
Desconfiad de los escépticos del amor y su trance de infinitos: siembran el desconcierto en los espíritus, echan malicia a la blancura de la fe, son huidizos como peces.
Desconfiad de los negadores de nuestras leyendas, de nuestra historia volcánica: son propagandistas de sistemas exóticos, falsos poseedores de cultura.
Desconfiad de los exigentes. son docRiedweg, enero 1949.
Con la autora: Aptdo. Correos 3551.
Caracas. Venezuela.
Manifiesto poético de Jean ARISTEGUIETA (En Rep. Amer. DIMENSION ristas y plagiarios de mi tempestad lírica, para los que me destrozan con la ignorancia de sus Esta es la historia capital de mi nombre palabras, con el remilgo de sus frases que capor pasión y sueño de la Poesía. Este es el llan lo que debían decir a marejadas, porque torrente maravilloso de mi acento con alas y ellos, los que cobardemente me niegan, han violencias de integridad, con desesperaciones y escamoteado mis principios de luces, de maéxtasis, con fuego de oro en las mejillas ro. nantiales, de flores, de volcanes de rumores, deándome de ternura inefable. Porque simple los han plantado en sus confines y han dicho mente soy de la Poesía a quien sirvo con el sencillamente que son creadores y que la fuen ardor de mi mensaje de viento, de nostalgia, te que los ha ensanchado y los ha inspirado de lucidez, de tormenta, de rocío y de música es brizna de leyenda o aire azul en actitud del cielo, de bruma tornasol y de rayo, de lide espuma.
rio bañado por la lluvia nocturna, de amor Vengo a cantar dulcemente, a llamar a las vertiginoso y verdadero.
cosas por sus raíces de nubes, de fulgores, de Este manifiesto lo trazo para los corazo. amarguras; vengo a reivindicar el aliento ensines diáfanos que gozan con el raudal de mis mismado de la belleza, vengo llamente de propoemas, para aquellos seres cuyas ideas y sen fecías a soliviantar la atmósfera de las mentitimientos navegan el mar de la esperanza y de ras convencionales que versificadores y prola belleza.
sistas sin altura se han propuesto inculcar en la Este manifiesto es también para aquellos conciencia de la muchedumbre. Vengo a desque denigran de mi canto, para los malaba enmascarar a aquellos que negándome, copian 26 Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica