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40 REPERTORIO AMERICANO La poesia de NICOLAS GUILLEN (Del semanario La Ultima Hora.
La Habana, febrero de 1953. Acaba de aparecer en Moscú un volumen de poemas de Nicolás Guillén (edición de 30 mil ejemplares) traducidos al ruso por el gran escritor soviético Ilya Ehrenburg. Publicamos en seguida el prólog escrito por Ehrenburg para esa edición, que se da por primera vez en castellano.
Durante la primavera de 1931, en la antigua Salamanca alarmada por la tormerta de la indignacion popular, el viejo escritor español que durante largo tiempo había soñado con la revolución, y que fuera turbado por el primer estallido del trueno, uno de los últimos Don Quijotes del siglo xix, leía conmuvido las poesías del joven poeta cubano. Miguel de Unamuno fué uno de los más apasionados celadores del idioma español; creía en la vida miste.
riosa de las raices, la magia de la palabra; a veces estaba dispuesto a olvidar la vida viva, hechizado por la sonoridad del verso.
Escribió al joven poeta, que se llamaba Nicolás Guillén: Su libro me ha impresionado, como poeta y como lingüista.
Durante aquella misma primavera, en Cuba, el trabajador de la plantación de ca ña, el negro de labios abultados, cantaba con su guitarra la canción de la tristeza y la esperanza. No sabía que existía en el mundo la ciudad de Salamanca en la cual habitaba el glorioso escritor Miguel de Unamuno. No sabía incluso, que la canción que cantaba había sido compuesta por su pariente y compatriota, Nicolás Guillén. La letra de las canciones le conmovían no como poeta ni como lingüista, sino porque expresaba sus sentimientos.
pasión, pero entre sus obras hay un abismo de siglos. No sólo en Chile, sino en otros países de América existen dos poesías: la poesía culta y la poesía popular. Pue.
de decirse que este divorcio reconocido en América Latina hace tiempo ha tenido lugar en otras partes del mundo. La poesia se separó de las formas de la canción popular, y cuando ahora los poetas tratan du imitar esta forma, crean cosas pseudo populares, del género de aquellos cofrecillos, bordados, o cántaros que en diversos paises encantan a los extranjeros ignorantes, que consideran la estilización como expre.
sión del genio nacional. La significación de Nicolás Guillén está en que él en rea.
lidad ha encontrado el camino que va, de la poesía culta a la canción popular, sin hacerse simplista, sin imitar ni los viejos romances ni las coplas de los tiempos nue.
vos. Tal vez esto no es un descubrimiento capaz de cambiar el aspecto de la poesía del siglo xx, sino sólo es un fenómeno, un caso particular, la suerte del mulato cubano, pero las poesías de Nicolás Guillén conmueven a todo hombre que ame el arte. BRIXENCH Nicolás Guillén (1919) La gente en Cuba repetía los versos de Nicolás Guillén cortando la caña, cosechan.
do el tabaco, bailando la rumba, abrazando a la muchacha amada.
En aquella primavera, Nicolás Guillén tenía 29 años. Nació en la ciudad de Camagüey, donde hay muchas viejas iglesias españolas, donde la vida es pintoresca para los turistas extranjeros y dura para la gen.
te sencilla. Los españoles colonizadores que dominaron en Cuba durante largo tiempo, cometieron no pocas faltas. Al final del siglo pasado el pueblo de Cuba inició su dura guerra por la independencia. Los Estados Unidos apoyaban hipócritamente a los cubanos para poner las manos sobre la deliciosa isla. El lugar de los españoles lo ocuparon los yanquis, y el pequeño mulato Nicolás, ya en sus primeros juegos infantiles, comprendió como la gente que tenía la conciencia negra acosaba a la gente que tenía negra la piel.
te. El Concejo Municipal de Camagüey lo proclamó hijo honorable de la ciudad. El camino del pueblo lo condujo a España, donde tenía lugar la primera guerra contra los fascistas. Allá el poeta se hizo comunista. Ha sido uno de los más fervientes partidarios de la paz; sus discursos conmovieron a la gente en los Congresos de París y Nueva York. Ha visitado diversos países de democracia popular. Ha visitado Moscú y Pekín. Sus poesías recorren el continente. Se leen en veladas literarias, sobre ellas escriben los especialistas, y como antes, las canta la gente sencilla de la verde y triste Cuba.
En una de sus poesías Nicolás Guillén recuerda a sus dos abuelos: uno blanco, el otro negro. Su poesía es una maravillosa fusión de la complejidad, severidad y madurez de la antigua poesía española y la pasión espontánea y la vivacidad del negro.
Sus poesías se hicieron canción, estas poesías son la fusión de dos formas: del antiguo verso octosílabo del romancero español y el ritmo violento del exorcismo negro.
Ciertamente, las poesías de Nicolás Guillén están ligadas indisolublemente con la vida de Cuba; su lenguaje es a veces local, en ellas hay muchas palabras locales. Ama apasionadamente a su patria, la cual a me.
nudo se ve representada en las cajas de cigarros como un paraíso azul o esmeralda, ocupado en el cultivo de la caña de azúcar, que resulta insoportablemente amarga para la gente negra y blanca condenada a vivir hambrienta, bajo el grito orgulloso del yanqui, en su nueva y espantosa esclavitud. Nicolás Guillén a menudo escribe sobre la cosecha de la caña de azúcar, sobre los días largos y el machete, sobre el sudor y las lágrimas del pueblo. Hay en sus versos pena, odio y esperanza. veces estos versos resuenan como un llamamiento; el cuchillo encuentra su camino, el hombre se yergue, Cuba será libre. Tal vez, precisamente porque la poesía de Nicolas Guillén es nacional, sobrepasa las fronteras de su pequeño país y conmueve no só.
lo a los cubanos, no sólo a los negros, no sólo a los americanos, conmueve al poeta ruso, al trabajador francés y al sabio chino; es verdaderamente universal: su naturaleza es simple y compleja como la vida.
es la poesía del amor y el hambre, del trabajo y la rebelión, de la lucha y la felicidad.
Pudo quedarse al margen. Hijo de senador, estudiante de la Universidad de La Habana, talentoso poeta, podía haber se guido la senda hacia la vida tranquila. Tomó la del pueblo querido. Sin terminar los estudios se hizo tipógrafo. Se encontró con la gente sencilla, empezó a escribir en la prensa sobre el dolor del negro, y la sombra maligna del yanqui. Ciertamente, le alegró recibir la carta de Miguel de Unamuno, pero aún le alegraba más escuchar la canción del negro de abultados labios.
En Chile creció uno de los más notables poetas de nuestro tiempo, Pablo Neruda.
Tomó el difícil y tortuoso camino que conduce al pueblo. Sus poesías asustan a los pequeños dictadores e inspiran a los héroes de América Latina. Sin embargo, por su forma, la poesía de Pablo Neruda no está ligada en nada con la llamada poesía popular; tras ella está la tentación de los siglos, Quevedo y Góngora, Butler y Rimbaud, Whitman y Maiakovski. En Chile hay trovadores que componen poemas fieles a las tradiciones del viejo romancero español; uno de ellos es Jesús Brito, realmente célebre. Pablo Neruda ha escrito sobre Jesús Brito y Jesús Brito compuso romances sobre Pablo Neruda. Viven con una misma Nicolás Guillén ha escrito grandes poe.
mas, en los que hay también mucha dignidad; sin embargo no han sido ellos los que han obligado a hablar de él, lejos de los límites de Cuba. Es célebre por sus poesías cortas que parecen conjuros, canciones, canciones de cuna, declaraciones apasionadas. El lector fácilmente comprenderá cuán difícil resulta la traducción de tal gé.
nero de poesía en la que están indisolublemente ligados el ritmo, la sonoridad y la fuerza de la palabra. No obstante espero que aún en la traducción, inevitablemente empobrecida, disminuído su brillo, la poesía de Nicolás Guillén llegará al corazón del lector soviético.
Desde entonces han pasado más de veinte años. Nicolás Guillén conoció la gloria.
Ha recorrido toda la América Latina. Los negros de Haití lo recibieron solemnemen(Trad. de Salud Rodríguez. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica