REPERTORIO AMERICANO 367 Noticia de Libros (Viene de la página siguiente)
lo acunaba entre sus brazos y el chiquillo poseía un osito azul, con piel de seda. ni cuando lo llevaba al campo en las mañanas cuajadas de pájaros. entre los cuales veían descender un canario como una gota de oro. ni en la tarde que se iba deshojando como una rosa mustia y las nubes eran pétalos al viento. mientras se acostaban las sombras de los troncos a lo largo de los caminos. y el niño, cansado de perseguir las luciérnagas que encendían sus farolitos verdes. se le acurrucaba en el regazo. No. Es un cuento que sólo le pue.
de ser contado a un hijo que se ha transformado en ese sentimiento sobrenatural, ilimitable y eterno en que se convierten los hijos que se van. En conjunto, eso es El osito azul, el relato de la hora cruel que suena para el corazón sin medida de una madre. Para comunicárnoslo a la poetisa le basta con una sola frase: Mas he aquí que hube de llamar al médico. Todo lo que ha de venir después, lo comunica sin de cirlo, sugiriéndonoslo con maestría conmo.
vedora: Pasó un día y otro día y eran ya tres noches de insomnio y espera. Mi niño en su delirio me preguntaba qué hacían los gatos negros en nuestra ventana: eran las sombras de los árboles. Yo cerré las persianas y él insistió en interrogarme quién llamaba a ellas: era la brisa que pasaba. Yo abrí de nuevo los postigos y él volvió a preguntarme por qué lo miraban los ojos del cielo: eran las estrellas. Entonces, tiernamente, bajé azul tersura de los párpados sobre el desasosiego de sus pupilas verdes y le dije: Duérmete, pequeño. Cuando te despiertes mañana temprano, te contaré un cuento. El cuento más bello de todos los cuentos que yo te he con tado. Su última mirada se hundió en mi congoja como una fina espada que atravesó el silencio crucificando mis palabras. la noche se hizo un largo camino sin retorno.
Conmovida por la gratitud, la madre, con el poder de un dios, le concede al osito azul la inmortalidad para que pueda lograr su propósito de reunirse en el más allá con su infantil dueño. Pero no se consigue un alma sin ganarla por el amargo proceso de la purificación. el osito de la piel sedosa y linda necesita reducirse a un guiñapo, para que la luna, única de los tantos seres y cosas a quienes consultó, que le ha revelado la manera de irse. lo enlace con un rayito de luz y se lo lleve a su barca, rumbo a lo infinito. Por eso no puede ex trañar que la poetisa termine contando, con enternecedora sonrisa que recuerda a la pupila anegada en llanto que semeja apretarse para sonreír, cómo al llenarse de pétalos azules las plantas que la madre sembrara en la tierra con que cubrió los despojos del osito color de cielo. la luna guiñando los ojos con maliciosa complicidad, se detuvo un instante, sonriendo en silencio con su ancha bocaza de plata.
Agustín Cueva Tamariz: Abismo huma.
nos. Cuenca. 1952.
Los títulos generales ya mueven a buscarlo: Psicoanálisis y Literatura. La obra cervantina en la Psicopatología. El sentido psicológico del Werther de Goethe. La psicopatología de Nietzche. Psicología de Oscar Wilde. Boceto psicológico de Don Simón Rodríguez, Nuevas proyecciones de la Psiquiatría También del Dr. Cueva Tamariz, este folleto: Evocación de Don Santiago Ramón y Cajal. 1952.
En las publicaciones de la Universidad de Cuenca.
Un título sugestivo, el de este cuaderno: Juan Larrea: La Religión del Lenguaje Español. IV Centenario de la Universidad Mayor de San Marcos. Lima. 1951. leerlo, claro está.
Con don Alfonso Reyes, en sus actividades de Maestro y en la ternura y constancia de su amistad.
Nos llegan de él estos libros y folletos: Al citar hay que resistir el deseo de transcribir el texto totalmente. En realidad ¿es posible pedir mayor hermosura y más dominio en la narración? Entre las producciones de su género El osito azul tiene más que derecho a un lugar preeminente.
Cuanto sale de la pluma de Lilia Senior sugiere estar ya hecho. Uno se la imaginaría ante su mesa de trabajo ensimismada en esa meditación tan dulce para el creador y tan fructífera para lo que se está creando, pero nunca con el ceño fruncido, en acalorada lucha por excitar la inspiración o impedir que se interrumpa la fluidez de las ideas. En el cuento o la novela, no es fenómeno muy raro que en un autor no corran parejas las cualidades del escritor y las del cuentista o novelista. sucumbe en un extremo o en el otro. Lilia Senior es tan buena cuentista como escri.
tora. Desconozco cuál es el tema de sus no.
velas e ignoro cuáles serán sus preferencias al respecto, pero juzgo que con su fresca y luminosa sobriedad, que sabe ir tan profundo y se conserva en tanta sencillez, ha de resultar una novelista aguda y deliciosa. Ojalá que sus novelas no tarden en aparecer, ni tampoco, por lo menos un tomo de sus poesías. Como para su autora, será un triunfo para el público y las letras hispanoamericanas.
El horizonte económico en los albores: de Grecia. El Colegio Nacional. 1950.
La Iliada de Homero. Traslado de Alfonso Reyes. Primera parte: Aquiles agraviado. Fondo de Cultura Económica.
Homero en Cuernavaca. Tezontle. Treinta sonetos. Ancorajes. Tezontle. México. Meditaciones. Ensayos. don Alfonso en sus 60 años (17 de mayo de 1959) lo festejaron sus amigos mexicanos, hispanoamericanos y españoles. En un folleto dispuso recoger los testimonios de aprecio y cariño el Director del Fondo de Cultura Económica. Las viñetas son de Elvira Gascón. Precioso cuaderno. Lo es.
timaremos mucho.
Medallones. 2da. edición. Colección Aus tral. Espasa Calpe Argentina, Buenos.
Aires México.
Estudios sabrosos: Nebrija, Ruiz de Alarcón, Sor Juana, Solís el historiador de México.
La experiencia literaria. Biblioteca Con temporánea. Editorial Losada, Buenos Aires.
Ensayos, para emoción y estudio del lector.
Pero el largo camino sin retorno no le ha impedido a la madre cumplir su promesa: Había una vez un oso, un osito con la piel color azul celeste. Es un cuento que no hubiera podido callar. Porque ella ha visto, como sólo pueden ver las madres, la callada adhesión al hijo que se marchó, de aquel camarada de felpa y ojos con todo el iris del vidrio ambarino. Como el apego de los seres humanos por las cosas, hay también el apego de las cosas por los seres humanos. Por qué no reconocerles un alma a esos entrañables partícipes o compañeros de nuestras vidas que consideramos injustamente objetos inanimados. República Dominicana, 1952.
Señas del autor: Calle César Nicolás Penson 36.
Ciudad Trujillo. en la ternura del recuerdo y del apre.
cio este valioso estudio: VUELVA LEER CORRIJA: En el poema de Juan Antonio Corretjer: Alabanza en la Torre de Ciales, páginas 343 a 347 de la entrega anterior, por un descuido de imprenta se omitió un lingote, el final.
Conceptos e Imágenes en pensadores de lengua española, por Vera Yamuni Tabusch.
El Colegio de México.
Lo presenta es su discípula bajo la dirección del admirable Dr. Gaos, en el Co.
legio de México.
Honra Vera Yamuni, con sus estudios, a la mujer árabe en Costa Rica, en Amé.
rica. Sintámonos orgullosos de ella.
Estudia sistemáticamente el pensamiento de Montalvo, de Rodó, Unamuno, Ortega y Gaset, Martí y José Vasconcelos, en estos escritos: Siete Tratados, el Proteo, El sentimiento trágico, el prólogo a las Meditacio.
nes del Quijote, Madre América y el Manzfiesto de Montecristi y la Estética.
Con este libro valioso volveremos a es.
tas páginas.
Así termina, pues, el poema: ya el jibaro hondo que adentro me canta otro batey me acuerda, y la guitarra. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica