World War

106 REPERTORIO AMERICANO la timientos, a imponerles a los etio como la significación moral de churia dos elementos contrarios a piritu nacional, que se rebela conpes condiciones de paz onerosas que concurran cuarenta o más una actitud inexorable. De un la tra la civilización moderna en para satisfacer a Italia y evitar pueblos en la reprobación franca do se trataba de una provincia nombre de sentimientos religiole un secular sonrojo. Con todo, y valerosa de un atentado inter que reclamaba, fingida o real sos, de los ideales morales, de las está probado que por medio de la Sociedad de las Naciones se pue sanciones con gentes que venden sus propios destinos, principio forzado no solamente por la henacional. Es posible evadir las mente, el derecho a disponer de aspiraciones espirituales, todo rede evitar una guerra o a lo menos parar en la mitad de su ca eludir el peso de la reprobación tes posterior a la guerra mundial. toda la cultura espiritual por mino a un agresor temerario. Se sene del Asia, dirá que no es la Sociedad de las los más poderosos elementos de potencias de que el Japón hubie de nano y de otro el temor de las grandes en una palabra, por el conjunto Naciones sino dos grandes poten destrucción La historia lo ha cias las que tal vez lograrán dera provocado una guerra entre el pues, inútil buscar acomodos y mostrado recientemente.
tener a los conquistadores antes Occidente y el Oriente. Además, transacciones entre las dos dos maneEl curso que va tomando la la Gran Bretaña, Francia, Portu ras de entender la vida y las rede llegar a la meseta central de Abisinia. Sin duda hacia falta el agresión italiana en Etiopía sirve ga. Holanda, Washington no es laciones de pueblo a pueblo. Si peso de esas dos naciones para las grandes potencias en el caso para defe para hacer palpable el error de taban o o no se sentían preparados el que plegarse a señalar el rumbo de la civilizadefender sus intereses asiá las exis asiá las exigencias de de la conciencia de Manchuria.
ción; pero de no haber existido Si se hubieran ticos contra posibles agresiones en oriental en 1932 le será preciso el instrumento, la organización ejercicio contra el Japón, por las aquellos la genuflexión en el fupacifista que es la Sociedad de grandes potencias, las sanciones el Occidente. Precaución de efecdecir las Naciones, no hubiera sido po del pacto con la misma decisión to apenas momentáneo porque, conciencias ha de predominar pasible obrar con la rapidez nece y uniformidad que contra Italia como lo ha público recien ra siempre en la parte del mundo saria para uniformar contra Ita en la actual emergencia, acaso el temente en París un profesor ja más antigua por sus tradiciones lia el sentimiento de todas las na Japón hubiera encontrado menos ponés, conviene buscar la ela más pobladas y también, en conciones cultas. Es preciso no ol fácil el camino de la innoble con boración interior del movimiento cepto de sus hijos, más obedienvidar que en las sanciones no in quista. Pero la Sociedad de las de expansión japonesa en un re tes a los dictados de la concienfluye tanto el resultado práctico Naciones tenía en el caso de Man nacimiento del más profundo es cia propia.
Occidente tuvo de ignominia Para repetir la ture turo o cual de las dos hecho La pobreza de léxico Por GERMAN ARCINIEGAS. De El Tiempo. Bogotá, Colombia.
que en el lenguaje suyo no se diferencian todavía.
Los antioqueños describen esta situación diciendo que no hay palabras.
Una joven que ha estado de paseo en Bogotá durante dos meses, y a quien le pregunta una amiga, ya a punto de tomar el avión para Medellín, si está muy triste por abandonar a la capital, responde. Tristeza no es palabra, querida.
Hay por estas comarcas un estilo Poem a Envio del autor Los antioqueños han descubierto algo que ya sabíamos de tiempo atrás, a saber: que no tenemos palabras.
Que hay una crisis del idioma. medida que la vida se va intensificando, el hombre se vuelve más parco en sus discursos. Julio Flórez, que pretendia sentir más que ninguno otro, afirmaba que 300 palabras eran suficientes para expresar todo su mundo interior. Alguna vez se llevó una estadística del número de palabras que se empleaban en las conversaciones telefónicas en la ciudad de Nueva York, y el resultado fué, más o menos el siguiente: en el 60 por 100 de las conversaciones sólo se usan 18 palabras; en el 40 por 100 restantes, 80. Vamos, pues, hacia una sociedad muy análoga a la de los salvajes, que se entienden por gestos e interjecciones.
Las actuales generaciones barbilimpias son en materias lexicográficas pobres de solemnidad. Ante el torrente avasallador de hechos nuevos que cada día hacen su aparición con des bordante abundancia, se cruzan de brazos y exclaman: K! Una obra de arte es para ellos algo mediocre o brutal, y ahí se acabó el diccionario. Yo creo que por esa derrota vamos rectamente hacia el mundo de las expresiones guturales.
Pensábamos que al progresar la química y al perfeccionarse la retina descubriendo entrambas colores inéditos y matices no vistos ni en el traje de la naturaleza, surgirían vocablos especiales para designarlos. No ha ocurrido tal y aun llegará el día en que, como sucede hoy en las tribus del Amazonas, se tenga una misma voz para designar al verde y al azul, Oh Karin, Karin Hedolhm, allá en Solleft, tan lejos.
Con tu corona de cristales finos, y tu aire dulce de giganta niña.
Oh quién diria, Karin, que una ventosa eterna me uniría hacia ti, paradisiaca joya de ese estuche marino que te hundirá en el Norte.
Oh Karin, Karin niña, tras de tus piernas ágiles corro, can verdadero, con el sol y las flores de mi país a cuestas.
Para colgar en tu árbol de Noel, desterrada.
Oh pobre desterrada de tu pais auténtico, desterrada a la fuerza de mi país, el tuvo, Oh Karin, Karin Hedolhm, allá en Solleft, tan lejos.
Con tu corona de cristales finos, y tu aire dulce de giganta niña.
de conservadores a quienes tiene amedrentados El Pais. que miran la fantasma de la persecución religiosa en noticias apócrifas, que creen ciegamente en un partido liberal que está pidiendo a gritos el exorcismo. Es inútil decirles o demostrarles que lo único que ha hecho el presidente liberal en materia de migración religiosa ha sido importar unas monjas de Londres. Es en balde mostrarles cómo en las últimas elecciones, mientras los conservadores votaban, los liberales estaban oyendo misa. Es perdido el tiempo que se gaste en enseñarles la última pastoral del señor arzobispo en donde el ilustrísimo afirma que el 99 por 100 de los colombianos es de católicos. No: estos conservadores ven el diablo metido entre el cuerpo de cada liberal. El lector dirá que un tipo de esos no es un conservador: que es un godo. Godo? No mi querido lector: godo no es palabra Cuando yo trabajo en Bogotá y trato de encerrarme en mi oficina del periódico contra todo visitante impertinente, y llega el convidado de turno con unas traducciones de Virgilio, y pretende que yo abandone la Remington y que no tome en cuenta el perentorio asunto de la constitución o de la prórroga del congreso, para juzgar del acierto del poeta Virgiliano, y cuando este convidado de turno se pasa una y dos horas clavado como un escrúpulo de conciencia en mi oficina, y así un día tras otro, y una semana tras otra, y un mes tras otro. Lagarto. exclamará el lector. Lagarto. Lagarto no es palabra, mi querido lector!
Gutiérrez Albelo Isla de Tenerife