88 REPERTORIO AMERICANO se ALBERDI: Claridades y sombras tamente posible, idealmente lícito, recibir apoyo, vituallas dineros de los a través de Bernardo Canal Feijóo franceses para intervenir en el pleito de los partidos argentinos. Yo presen(En Esto Es, Bs. Aires, 1955)
té recordaria Alberdi, con diabólica La lectura de Constitución irrisión. según al general Laу Revolución. de Bernardo Canal Feijóo, que valle ante los agentes franceses. no es sino un completo estudio biográpesar de la indignación del general Lafico de Juan Bauusta Alberdi, nos pervalle, yo sostuve y defendi la coalición francesa hasta que tuve el gusto de vermite acotar: El drama de las violentas contradicciones de Alberdi surge, inicialla abrazada por el. El desplazamiento mecánico de las ideas sobre realidades mente, de una imposibilidad, o, si a las que renuncia, le conducía igualmenquiere, de una frustración. En el Fragte a este error de simplificación: Caimento preliminar al estudio del Deredo Rosas todo está concluido. El pos cho una de las pocas Prosas que esCaseros le advirtió, precisamente a él, cribe en el país, había un programa que todo no estaba concluído con la para su generación: por el camino de la desaparición de un personaje; pero, peremancipación de la inteligencia, buscarsistió desde su inevitable soledadle una filosofía a la nacionalidad. Es en la traslación mecánica de sus propoya tiempo de que nuestra generación, siciones. Su tema es nuestra necesidad llamada por el orden regular de los sude la civilización europea para saldar cesos a pronunciar su fallo, sin ser innuestra inferioridad nativa. Qué Eugrata por los servicios que debe a sus ropa nos penetre por todos lados? Era predecesores, rompa altivamente toda posible que no advirtiera que la civili.
solidaridad con sus faltas y extravíos.
Gobernaba Rosas. pregunta sización europea se expresaba, undamenJuan Bautista Alberdi talmente, a través de la interesada exguiendo el pensamiento alberdiano: presión de los imperios? Su aspiración qué conduciría una revolución de poder, hay síntesis posible, sino contradicción de universalidad aspiración en el vasi no existen aún las ideas nuevas que violenta, enojosa, desgraciada. En la zo cío nos reducía a coloniaje. Drama habría que realizar? Lo que Alberdi na de las ideas, es un enérgico expositor de las abstracciones alberdianas.
quiere es hacer camino nuevo. Camino osado y en alguna manera un precur La realidad perdía ante él sus propias que será posible en el examen desde raíz sor de formulaciones que estando en fuerzas naturales y se transformaba en de todos los elementos que tienden a circulación en su época asoman un concepto intelectual. Mas, el concepconstituir la nacionalidad. Los viejos pluma y cobrán en ella vigor de profe to no era solamente la herramienta de unitarios no le entienden y, claro está, cia siempre intelectual. Anuncia el estasu ejercicio intelectualista que era su le recelan. De Angelis, el cronista de do mundial, y, por sobre su desden de zona, su mundo. sino que, acaso, si Rosas, lo califica: perdido. Unitarios los regionalismos y nacionalismos, se refugio también. habla, con toy resistas lo rechazan. Sin fuerzas para debate la imagen universal del hombre, das las letras, de algo que lo aleja de asumir la propuesta empresa ante tales como unidad absoluta y soberana de rela acción cuando ella es cita obligada: resistencias y riesgos se destierra laciones sociales y políticas: su mun temor físico. Era tan intrépido en el Y, radicalmente, pierde Alberdi el sen dialismo anota estaba conces concepto como desertor en lides inmetido de su tierra. Vivió, desde entonces, bido para la organización de la instandiatas. vuelve a anotar para agitarse, en soledad, entre las pro cia universal de la existencia humana.
de las primeras páginas: Quizá la posiciones que se turnaban en los ca Plan de plena audacia filosófica para el distancia explica el desmesurado coraje lendarios ideológicos de su época. En colonial sudamericano. Pero, ese plan de su pensamiento de hombre que no ese empeño, su paso se asocia más a la no se sustentaba en el núcleo de realitendría fuerzas para el encuentro cuerhistoria universal de las ideas que a la dad del que él habia surgido y dependia po a cuerpo, por así decir. Cuando des.
historia de la sociedad a que pertenecia. acaso a su pesar; no partia de raiz na pedido como ministro en Europa, se si en plano de matáfora idealista, que cional para desde ella brotar hacia la queda allí, desterrado, hay también an es en el que se ubica en este párrafo, universalidad, a través de evolución inproblema de coraje personal. según sostiene que levantando en sí tegradora. Cuando su formulación se ante la prueba de presencia que la historia politica al nivel de la histo vuelve hacia su propia realidad, la hace la época exige a todos, y a la ria de la cultura, hace de la historia namecánicamente. Su patria de idea entra terminaron sometiéndose todos, salvo cional historia universal. en rigor la en dramática colisión con su abandona él misteriosamente.
historia de la cultura no advertiría sus da patria de tierra. No se entienden.
En el curso de tan abusivas y violenpasos de colonial, mientras que las rea No se entenderán nunca. Lo nacional tas contradicciones, hay un momento lidades de su sociedad permanecían ale. pregona. no debe integrarse, sino di consecuente y armónico con el primer jadas de sus proposiciones de importa solverse. Para legislar la organización momento de su Fragmento. Es su ción. Deduce bien Había re universal de la existencia humana, hay oposición a la guerra impopular contra nunciado a la patria de tierra por la pa que comenzar, aqui, por segar al nativo el Paraguay.
tria de idea. Patriotismo de abstraccio argentino. La patria de idea justifica El lenguaje con que desempenes. Es decir, desterrado.
cualquier medio que se emplee con rela na su arduo tema cobra mayor plasticiEntre la patria de idea, que asume, y ción a los problemas interiores de la dad que el de otros trabajos suyos, tola patria de tierra, que subordina, no patria de tierra. Entonces, le es perfec(Concluye al frente. a SL en una que todos Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica