88 REPERTORIO AMERICANO Un Apóstol de la Cultura: Garcia Monge rica. Labor de tijera podía ser o era en efecto la de García Monge, ipero Por Max HENRIQUEZ UREÑA qué tijera pensante, que sabía depurar y valorar!
Al morir Joaquín García Monge pensar y el sentir de nuestra Améri García Monge, según me dicen, pierde la América española un após ca. El Repertorio, que él hacía lle sonrió al conocer la frase, que, cualtol de la cultura. Contaba ya setenta gar a los escritores representativos de quiera que fuese su intención o alcan.
y siete años: había nacido en Costa la cultura continental, era un guión ce, envolvía un cumplido elogio, pero Rica en 1881. Se inició a los diecio o índice necesario para que los pue no sin melancolía recordó que había cho en las letras, glosando en forma blos de América se conocieran mejor publicado varios libros de su exclusiva narrativa temas folk 6ricos de su tie uros a otros. Quién, de otro modo, y personal cosecha. Ahí estaba El rra; y en 1900 dió a la estampa su podía estar al día en cuanto a las moto (1900. su primer ensayo narraprimer libro, El moto. Otros vinie manifestaciones del pensamiento ame tivo de la época juvenil; ahí estaba ron después, pero no era la de escri ricano. Podían llegar acaso a todas otra narración suya de los veinte años, tor su principal actividad: se había las manos las publicaciones periódi Hijas del campo (1901. ahí estaba impuesto a sí mismo, desde tempra cas de veinte países, para que cada Abnegación (1902. ahí estaba tamno, la obligación de difundir la cultu lector, después de revisarlas, desen. bién, obra de madurez, la colección Ta en nuestra América mediante la trañara de ellas lo más importante de cuentos La mala sombra y otros pub icación de libros que fueran de Esa labor era la que realizaba García sucesos (1917. Había pasado el tiemfácil adquisición y manejo, por su Monge para que los demás se benefi po y, consagrado al Repertorio, sólo formato y por su costo, y si en algo ciaran con ella: clasificaba, valoraba, rara vez producía algún artículo suelpodía importarle el producto de su escogía; y desde las páginas del Re. to. Habían caído en el olvido, a cauventa era para tener los medios de pertorio echaba a volar el fruto de su sa de no haber perseverado en sus imprimir otros más. Así Dació y rebusca. Qué el sabio humanista empeños de creación propia, aquellos prosperó la Colección Ariel, iniciada ecatoriano Remigio Crespo Toral di libros suyos, que tuvieron su inspiraen 1909. Poco después vino otra: El sertaba en la Universidad de Cuencación y su origen en el folklore y en las Convivio, a la cual se agregaron las sobre temas de su predilección? Pues costumbres del pueblo costarricense. Ediciones Sarmiento y las Ediciones el Repertorio recogía su magnífico dis Quizás, y por ello, Luis Alberto Sán.
de autores costarricenses (que incluye curso, escrito «a la antigua y sabrosa chez escribió para Cuadernos Ameriron obras de Roberto Brenes Mesén, manera. según comentaba García canos, en mayo de 1950, un ensayo Carmen Lyra, Rómulo Tovar, Octa. Monge al ponerle su aval, dándolo con este título: Joaquín García Monvio Jiménez, Manuel González Zele así a conocer a quienes, por no recibir ge, novelista ignorado. No era, siu emdón y el propio García Monge. En periódicos del Ecuador, no habrían bargo, un ignorado; sí en todo caso, esas colecciones, que debían incluir, podido saborearlo. Que un diario de un olvidado.
según declaraciones de su editor, provincia publicaba en Cuba un ediobras de los buenos escritores de to torial sobre la destrucción imprudente No merecía ese olvido. García Mon.
das las naciones y épocas. abunda de las reservas forestales? También lo ge se cuenta entre los escritores cosban los nombres de egregios repre reproducía en sus páginas el Reperto. tarricenses que mejor explotaron la sentantes del pensamiento americano: rio, aunque, por su misma índole de rica veta del folklorismo nacional. En José Martí, Manuel Gutiérrez Náje artículo editorial, no lo respaldara fir ese campo fué uno de los primeros en ra, Julio Herrera y Reissig, Alma. ma alguna que hubiera podido influir el tiempo y en la calidad. La primafuerte, Leopoldo Lugones, Carlos en el ánimo del seleccionador.
cía, en el orden del tiempo, parece Guido y Spauo, Santiago Pérez, Encorresponder a Manuel González 22rique José Varona, Antonio ZambraEl Repertorio vocero y acervo de la ledón (1864 1936. el popular Magón, na, Manuel Díaz Rodríguez, José cultura continental, era un medio de a quien se deben tan valiosas páginas Enrique Rodó, Alfonso Reyes, Pedro comunicación y de información que se de auténtico sabor local, aunque las Henríquez Ureña, Rafael Arévalo había hecho indispensable para cuanordenó y recogió tardíamente, y fué Martínez, Carlos Vaz Ferreira, José tos quisieran conocer y aprecir el mo el propio García Monge quien se enMaría Chacón y Calvo, José Vasconvimiento de las ideas en la América cargo de editar en 1911 un volumen española: era algo así como un clea. encabezado por la propia, cuadro ring house de la producción intelec lleno de admirable verismo. TamParalelamente a esa abundante la tual hispanoamericana.
bién merece recordarse Claudio Gonbor editorial que tuvo resonancia y circulación en toda América, García ¿No supone todo esto un trabajo zález Rucavado (1878 1929. autor de capaz de abrumar a quien no tuviera las animadas Escenas costarricenses Monge dio comienzo en 1919 al emla pericia excepcional de García Mon. 1906. Después vino Maria Isabel peño que mayor relieve dió a su per ge para desentrañar de la ganga inú Carvajal (1888 1949. más conocida sonalidad: la publicación del Reperto bil el oro puro? su mesa llegaban por su seudónimo de Carmen Lira, rio Americano. Al amparo de ese tí. periódicos y libros de todas partes, en con sus encantadores Cuentos de mi tulo, que un siglo antes había ideado copiosa profusión. García Monge, ti tia Panchita (1920. editados tamAndrés Bello para un intento semejera en mano, seleccionaba, día tras bién por García Monge.
jante, García Morge se propuso reco día, lo que pudiera ser digno del Re.
ger, día a día, las manifestaciones Esos cuatro nombres son los que pertorio Americano.
más relevantes de los hombres de pueden ctiarse eu primer término pensamiento de nuestro tiempo en la Alguien dijo una vez no creo que cuando se hable de literatura folklóriAmérica española. Con tino de maes con torcida intención, sino admirati ca costarricense; pues el insigne Ri.
tro avezado a las buenas lecturas, vamente que a García Monge debe cardo Fernández Guardia (1867 1950)
García Morge tomaba, de los periódi ría erigirsele una estatua esgrimiendo lo que hizo en sus afamados Cuentos cos y revistas del Continente, todo lo una tijera en la diestra, puesto que la ticos (1901) fué reproducir, ajustán.
que atesoraba superior interés para el suya era la primera tijera de Amé dose a un patrón muy siglo XIX a celos. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica