REPERTORIO AMERICANO 71 Versos nuevos de Fresia BRENES de HILAROV. En el Rep. Amer. Ν MARIA La cumbre perderá mi sufrimiento.
El fuego quemará todo humano anhelo. En su primera comunión. NOCHE Ing. Héctor Medina Planas (Hondureño)
Dulce chiquilla que me mira ojos soñadores hundidos en tus cuencas ¿cuántos años en ese retrato cuentas?
Es tu primera comunión y se dirá. Qué linda está hoy Ana María!
Usabas entonces los zapatos altos con botones.
Con tu vestido blanco de encajes, qué feliz.
estaríais. Qué pensabas al apoyar tu codo en la cruz, el rosario en tu otra mano y en tu carilla esa luz?
Toda una vida ha pasado, Mamacita Linda, pero la dulzura ingenua y tierna nunca de tu mirar ha desaparecido.
En esos ojos, Ana María, todavía hoy día los mismos hermosos sueños se encuentran.
Tus manos mi cara acariciaban en ellas sentí que las venas tu sangre golpeaba.
Tu voz Amor de mis estrellas, al sentir el calor de tus mejillas, la seda de tu piel, la lisa frente, la maraña de tus cabellos, tu pecho, te quiero, te quiero. y nuestro lecho fué vivo amor, eterna fuente.
En mí, tu vida, esposo aviva!
En mí, tu cuerpo fortalece.
En mí, olvides el tedio, la molestia, el pešaroso engaño, la vacía promesa.
En mi cuerpo, esposo del alma, descansa.
De mi amor recibe nueva esperanza.
Esta es la columna miliaria del Rep.
Amer.
En ella inscribimos los nombre de los escritores y amigos que por años, hasta el final de sus días lo recibieron, lo estimaron y colaboraron.
Promotores de Cultura fueron!
IP ADRE!
NO APRENDES NADA Mis versos (En Rep. Amer. PA SMO Padre, qué fuego en mi alma.
Sé sientes lo que siento y eso me da aliento.
Miro tan alto que no encuentro.
Siento tan hondo muero dentro.
Mi ser no es ser, es sentimiento.
Padre. de tu alma prendió fuego la mía, reconocerlo es intima alegría.
Pero, es tan larga la jornada a mi fuego quiero volver espalda, sé mi corazón no late sin su sustento.
Padre, ayuda a encender más alto de mi alma esta divina llama.
Sacarme el corazón de raíces, estrujar la mente de todo pensamiento.
Buscar dentro y encontrar silencio. Ah! Mujer olvidas que eres mujer!
Sellar los labios los deseos, no mirar la luz de tus huesos, el movimiento de tu cuerpo, el ritmo de tu pensamiento.
Oír el cantar de la tierra, de un cielo, una primavera y no temblar dentro!
No comprendes y no aprendes nada.
Si del pasado no recuerdas. qué haces con los años? Olga Acevedo, en Chile.
La muerte, hermana, la muerte.
De niño, miraba con ojos perdidos la noche caer trozo a trozo; viajero por verdes comarcas después, la pensaba.
La muerte, hermana, la muerte.
El pasmo, cachorro aún prendió su farol a mis manos.
La noche vieja con estrellas tan nuevas, helaba mis ojos, mi voz y el clavel del jardín.
Hermana, hermana, la muerte.
Guadalupe 11 Enero 1950.
AIRE, AIRECILLO Olga Kochen, en Costa Rica.
EMIGRACION Ayer por la mañana por primera vez en mi vida, vi una bandada de gansos salvajes en vuelo al sur.
Una mañana de límpido azul y loco viento, que arremolinaba las hojas secas sobre el pavimento y doblaba sin compasión las copas de los árboles.
Los gansos gritaban roncos volando en una gran V, blancamente brillantes a la luz esplendorosa del sol.
Generalmente vuelan de noche, sus sombras largas, proyectadas, misteriosas y bellas por el plenilunio.
Pero la fuerza viva de la tormenta del viento les cogió y el sol del día en su camino les sorprendió!
Batallaban. en la distancia, yo veía las plumas de sus alas, temblando, cortando corrientes, encrespadas.
Era una tormenta violenta de sonido con las llamadas salvajes de los gansos y el bulicio incesante de los vientos.
Todo el día de ayer y cuando desperté en la madrugada sentía un deseo intenso de ser buena y grande, arrancada de la tierra en mente y alma, por la belleza incomparable de aquellas aves en vuelo.
Emoción de libertad, felicidad, salvaje abandono, tristeza de la vida que ata!
Deseo inmortal de desplegar las alas y seguir libre, extasiada, la bandada de aves, Extraña, recóndita ansia de emigración espiritual del ser humano, paralela a esta emigración de los gansos salvajes del Norte en vuelo seguro y triunfante al Sur lejano.
Aire airecillo.
Revuelo de faldas, naranjos en flor; mientras que, se lava ur rayo de sol coqueto en la fuente de la plaza.
Aire airecillo rumor de campanas la novia y el novio él de negro ella toda blanca blanca, Aire airecillo revuelo de faldas naranjos en flor.
Milwaukee, Wisconsin 1949.
Salvador JIMENEZ CANOSSA. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica