Joaquín García Monge

REPERTORIO AMERICANO 133 La idea del hombre en la Filosofía actual Por Alejandro AGUILAR MACHADO (Colaboración)
Al maestro Joaquín García Monge, afectuosamente. Ponencia presentada por el Licdo. ya que por su medio haríase palpitante, la Alejandro Aguilar Machado al Con independencia del mismo pensamiento de greso Internacional de Filosofia, or cuanto surja como exterior a él.
ganizado por la Universidad Mayor de El curso de estas ideas filosóficas, hubo San Marcos de Lima. de ensancharse, en nuevas direcciones, en Kant. Al respecto, dice el eminente García La idea del hombre en la filosofía ac Bacca, en la pág. 100, de su reciente obra: tual. es tema que apasiona, por cuanto en Siete Modelos de Filosofar: Para Kant ya vuelve una revisión de la escala de valo. se había pasado esa época de barrido o de res en uso, esfuerzo que necesariamente ha exigencia de limpieza interior; que si el de conducir a una justa y medular aprecia. yo pienso ciertamente posee el poder de ción de la crisis que afronta, en la hora desembarazarse de todo, tiene también el de ahora, el género humano. Las mismas poder de acompañar a todos sin estorbar a declaraciones consignadas en el Boletín nada.
de este Congreso Internacional de Filoso. No porque diga yo que dos y dos son fía, con el título de Sentido y Finalidad cuatro se altera el teorema ese dos y del Congreso. apoyan en conceptos níti dos son cuatro. y no porque diga: yo dos, aquellos asertos. En lo conducente, re pienso que Dios existe. atento a lo más produzco el texto justo de tan trascenden mínimo contra la existencia de Dios. Sin tales y oportunas ideas: La Universidad embargo, no pasemos por alto esta rareza: Nacional Mayor de San Marcos al organi. un acto mío realísimo, personal, individual, zar por intermedio del Instituto de Filo. puede acompañar, y tiene derecho a acomsofía de su Facultad de Letras el Congre. pañar, a todas las verdades. Esto es lo que so de Filosofía, que tendrá lugar del 16 al va a tratar de aprovechar Kant. Hasta 26 de julio del presente año, abriga el pro aquí la cita del erudito colega nuestro.
pósito de reunir a un grupo de destacados En la actualidad, dos nuevas vías ofré.
pensadores de Europa y América a fin de cense ante un mundo conturbado: la una que discutan en un ambiente de franca li conduce a precipitar nuestra realidad en bertad y colaboración intelectual, los gran las simas del no ser, con lo que se pretendes problemas que interesan a la reflexión de acabalar la experiencia del ser, y la filosófica de todos los tiempos y también otra llévanos de la mano de la razón his aquellos que el hombre de nuestra época tórica, es decir más allá de Kant, más allá reconoce como propios, como los proble de su razón teórica, a recrearnos en la conmas originales que el mundo contemporá templación de los productos objetivados del neo plantea a la ciencia filosófica. Cito espíritu, en una dimensión que nos mueshasta el último párrafo, el cual me he to tra, con argumentos supremos, que la vimado la libertad de subrayar, reconocien da no está hecha, sino haciéndose constando como reconozco que entraña implicacio temente.
nes de largo alcance y de efectos positivos, El profesor de la Universidad Católica cuyas consecuencias han de descender de de este cultísimo país, Alberto Wagner de un ambiente de meras abstracciones, típi Reyna, al estudiar en un libro de limitadas camente teoretico, a los dominios dilata. proporciones, pero de contenido denso, el dos de la sociología y la política interna motivo y la significación de la Ontología cional.
Fundamental de Heidegger, en el segundo El encuentro del hombre consigo mismo párrafo del capítulo intitulado, La Totali.
es, sin duda, el episodio más original e im. dad, consigna esta frase: El existir es de presionante de la historia de las ideas fi tal suerte que siempre es lo que todavía losóficas. Cuantos esfuerzos encamínanse a no es es su posibilidad, si es de ante acrecentar la vida y a dilatar el proceso mano, es decir: mientras el existir existe de la cultura, son admirables; pero ningu. no ha alcanzado nunca su totalidad. Al no lo es tanto, ni podría serlo, como el llegar a su fin el existir se habrá alcanempeño de las disciplinas ontológicas, agu zado a sí mismo, se habrá completado, hadizado en el presente siglo, por descubrir brá obtenido su totalidad, pero ya no exisla verdadera naturaleza del Ser Hombre. tira. Desconsoladora perspectiva! Meta envuelto o contenido en la plenitud de la más simple y anémica, como límite de to.
vida cósmica. Ya el siglo xvii trazó una das nuestras esperanzas, de las pequeñas o huella luminosa en la dirección señalada grandes tragedias de nuestro vivir, que la Descartes, al iniciar el método inmanente misma disolución en el seno de lo absode filosofar, extrae entonces de las cante luto, a que conducen no pocas de las fanras de la realidad vital del hombre, aquella tasías, que tanta impresión causan al ánifrase suya, henchida de extraordinarias ma atormentada de los orientales.
perspectivas para el desarrollo de las cien. En la página 148, del libro ya citado del cias: Pienso, luego, existo. Cogito, ergo ilustre García Bacca, en la conferencia que sum. Justo es reconocer que San Agustín, corresponde a Heidegger o el Modo Exiscon quien la autognosis alcanzó un sentido tencial de Filosofar, se halla este párrafo realmente creador, había afirmado hacía asaz clarificador del pensamiento moderno varios siglos: Aun si me engaño, soy. filosófico, a que aludo ahora: Por esto di Si fallor sum.
rá Heidegger que ciertos conceptos univerSi se considera, como lo hace la corrien sales, como el de ser, son descubrimientos te cartesiana, el pensamiento como el ver de sentimientos, sentidos que damos a los dadero centro del hombre, el error mismo entes, a los seres especiales, cuando, por fuera el mejor resplandor de dicho centro, aburrimiento, desgana, desinterés, todo ello son sentimientos o tonos sentimentales (Stimmungen. tonos en que tocamos o componemos la sinfonía de nuestra vida consciente, nos desprendemos de cada cosa pero no podemos llegar a desprendernos de todas en bloque. Esta sujeción al bloque nos descubre nuestra facticidad, que existimos de hecho, rue la existencia es un peso o carga.
El Historicismo, sin duda alguna, por contemplar la sustancia del existir, no en el ente individual o aislado, que sólo lo es de razón, sino en el ser que vive la vida auténtica, la que determina las relaciones de un yo con su mundo. enfoca el problema en forma distinta. Con apoyo de sus categorías esenciales, puédese alcanzar una jerarquía de valores normativos de la conducta, con la cual las esferas de lo bello, de lo justo, de lo noble, se intensifican y dilaten a medida que la espontaneidad creadora de nuestra propia naturaleza vaya llenando el cauce del tiempo de mayores y más elevadas significaciones. Oigamos una de las conclusiones a que llega Dilthey, en su libro: Psicología y Teoría del Conocimiento. La totalidad de los es.
tados y procesos espirituales se distingue y destaca de todo el reino de la naturaleza en virtud de los valores que se des.
arrollan en el sentimiento, en virtud de la articulación de los grandes nexos finales cada uno de los cuales se halla conformado de una manera lógicamente consecuente, y en virtud de la conciencia de la soberanía de la voluntad.
Debo contemplar, para finalizar estas sucintas consideraciones, los aspectos filo.
sóficos, que presenta la crisis universal a que asistimos.
El sector humano que se empeña ahora en la defensa de las tradiciones o, por mejor decir, del espíritu democrático, sin duda está padeciendo una impresionante inquietud, la cual denota, ante tirios y troyanos, la urgencia de rectificar vías asi de lo económico o material, como de lo espiritual. El otro sector, el que pretende someter la dignidad del hombre a los im.
pulsos vitales de la arquitectura estatal, ese sector, confuso como está, en proceso de transición y de conquistas, apenas apa.
rece en el horizonte histórico como una tremenda amenaza. Podríase enfocar esta desconcertante antítesis social, con el sim ple criterio dialéctico de Hegel y sus discípulos? No lo creo. Una disciplina cien.
tífica, la más necesaria y trascendente en las épocas que corren, la Antropología Fi.
losófica, aléjanos cada día más del simpli cismo a que conducen los teoremas socia.
les previsibles, para enfrentarnos con la verdadera realidad del ente creador de va.
lores, del ser axiológico, que es el hombre.
No poca razón asiste a Einstein, cuando afirma: El hombre está en una direción sin límites.
Pienso, sí, que en la superación de nuestras ideologías y prácticas sociales en cuéntranse la mejor defensa para precaverse del enemigo.
El sistema de Newton ha sido ya supe.
rado, con apoyo en conclusiones recientes de la Física. El sistema filosófico político roussoniano, debe ser superado, también.
Lo ha sido ya en esferas meramente teó.
ricas; debe serlo ahora en el ámbito de las instituciones mismas. y en el de las reglas de conducta colectiva. Para Kant, es Rousseau el Newton del mundo mora. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica