222 REPERTORIO AMERICANO Azorín y el paisaje El paisaje de Azorín es como su carác.
ter personat: es sobrio, es reconcentraColaboración de Luis VILLARONGA do, es austero, es verídico. La vida de Azorin es un contemplativo, un hom saje de Azorín está hecho tanto de sen Azorin es más interior que exterior. El bre extático. De ahí que la literatura sación como de lineas físicas de forma paisaje de Azorín es una réplica de su de Azorín sea, más que nada, paisaje, y tonos de luz. Azorín es sobrio en el alma. Podría decirse que es un estado Paisaje de campos, paisaje de ciudades, color. Pertenece a la escuela de Veláz de alma. Pero un estado de alma que paisaje de callejas solitarias. Paisaje de quez más bien que a la de Murillo. Pe en Azorín es continuo, permanente. La Castilla, de Levante, de Vasconia. ro lo que le falta en color lo tiene en sen vida de Azorín, toda la vida de Azoria, siempre el paisaje de España, de su Es sación, en emoción. Por la precisión de es ese paisaje. si ese paisaje es el paisaje påña tan amada. Se ha dicho que Azo la línea habría que afiliarlo a la escuela español por excelencia, el paisaje que es rin da la impresión de un pasmado. de Rafael.
tierra y alma de España, entonces Azoasí es siempre el hombre contemplativo: rin es el más español de los escritores absorto, extático. Cuando es un escri.
Los paisajes de Azorín están formados españoles.
tor, ese hombre será casi siempre un sode naturaleza y espíritu. El espíritu inEl paisaje de Azorin siendo, como es.
berbio descripcionista. Un descripcio. terviene en ellos tanto como la naturaleza. Si las formas materiales son de sobrio y sencillo es, a veces solemne, por nista de las cosas, de los paisajes, de los su intensidad, por la presencia en el de seres. Los detalles menudos de los paisa naturaleza campos, pueblos, árboles, jes y de las cosas han sido obs un alma ansiosa, ante el pasar inexoravados nubes lo que los anima y los hace maravillosos es la emoción. La emocići: del ble del tiempo. De los seres y las cosas.
por él y anotados para futuras páginas literarias.
gran artista de la naturaleza y del espiEl paisaje de Azorín, como su alma.
ritu. La emoción reconcentrada, recóncomo su vida, como su obra toda, está En la descripción del paisaje Azorín hecho de finura dita, pero a veces intensísima del gran y exquisitez.
muestra las condiciones predominantes autor.
de su estilo: sobriedad, precisión, clariSan Juan, Puerto Rico dad. La pincelada de Azorín es exacta, definitiva. El paisaje de Azorín está heUna niña cho de cuatro trazos nítidos, escuelos y Por Oscar ACOSTA firmes.
Los elementos del paisaje azoriano no (En Rep. Amer. son abundosos. Podría enumerarse fáSólo hay una niña en este mundo.
cilmente: los cipreses hieráticos desta.
Sólo una niña blanca, rosa, tierna como un lucero.
Sólo una niña. Sólo una niña para quererla cándose en el cielo azul, las callejitas le por los cuatro costados, para querer sus calcetines, menudos guijos, las plazas silenciosas sus zapatos, sus camisas, sus sombreros, las paredes encaladas. las puertas de para querer lo que ella tenga, sus soljozos, cuartelones, campos con cuadros de semsu inocencia, su risa de dos lados.
bradura y de barbecho con bosquecillos Sólo una niña hay en este mundo; aprendamos a amarla, mirémosla fijamente, de chopos y la línea azul de la sierra en sonríanle, amiguitos, que es la única, la distancia. viejas enlutadas, hidalgos que no hay otra chiquilla como ella a miles de millas que se deslizan como sombras por las caa la redonda; disfrutemos de su presencia en esta casa.
Teias. Los paisajes de Azorin son sileriQue en la puerta las bandas de música municipales llamen a todo el mundo, que llamen a los pájaros, ciosos y apacibles. Como es él. Cuando que llamen a los niños, que llamen a los hombres, suena una voz o una nota es para hacer que las mujeres vengan a verla con el brazo apoyado más intenso el silencio. Una flauta que en su maternidad, en su grandísima envidia; suena en la noche, el silbido del tren en que vengan a ver a esta niña blanca, rosa, narcha, las campanitas de las iglesias y tierna como un lucero. Que vengan a ver a mi hija.
los conventos, el canto monótono del Lima, Perú, 1955.
grillo, el pregón del buhonero: son sensaciones de paisaje que se clavan para Poema de esclavitud Elegia fúnebre siempre en el alma del lector de Azorín En la tumba de mi madre esos eler tos del paisaje se repiten (En Rep. Amer. 21 57)
con suma frecuencia en los paisajes, en Con un rayo de luna estoy atada (En Rep. Amer. los libros, de Azorín: pero producen las manos y los pies: Por las puertas calladas de la muerte siempre el mismo encanto. es porque y no puedo esquivarme del suplicio te fuiste de la vida; madre amada.
de esta dulzura cruel, aún cuando los elementos del paisaje que nada turbe tu última morada que mansamente me ha ceñido toda en ese sepulcral silencio inerte.
sean siempre los mismos la emoción del con un beso de miel.
Tu sueño eterno una oración despierte gran artista está siempre renovada. QaiEstoy atada frente a los caminos ahora que tu alma se fue a la nada, zás podría decirse que el paisaje es uno florecidos de fe, nadie profane la paz inviolada por la forma: pero siempre vivo. viy en el recodo del paisaje se alzan donde tu cuerpo en polvo se convierte.
vido múltiple por la emoción. asi cuatro arboledas que me gritan: Ven!
Para inciar la larga travesía como su paisaje es uno, es único. Es úni. pero no puedo desatar el nudo tu mano temblorosa en la agonía de esta dulzura cruel.
co como es única la emoción azoriniana.
rasgó el crespón del misterioso velo. lloro largamente bajo el cielo, La sobriedad del estilo, como la so Descansa oh madre con la paz cristiana atadas las manos y los pies. todos lloramos tu partida arcana briedad de la descripción determina la de seguro estarás, allá en el cielo. eficacia de la sensación. En un estilo ALICIA PRADO SACASA LUIS OCHOA CASTRO profuso la situación se diluiría. El pai. México, is. Argentino. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica