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108 REPERTORIO AMERICANO de liberación. se comprende que no seamos dezco de corazón al esclarecido Presidente, Jegente capaz de cejar en nuestra lucha por el fe Supremo de la Orden, al Excmo. seño: Mitriunfo de la libertad y de la democracia. nistro de Relaciones Exteriores, Canciller de Nos estimula singularmente a perseverar en la Orden, quien figura entre los nueve ilustres ella contemplar el admirable espectáculo que miembros del gabinete, eximios colaboradores ofrece esta Guatemala de hoy, en los múltiples del gran Presidente maestro, que han hecho la aspectos de su actividad política, social, cul proposición de mi nombre y refrendan ei hontural, económica.
rosísimo decreto, obligando todo mi reconoLlevo de mi estada entre vosotros la más cimiento.
aleccionadora impresión y la más ilustrativa E, igualmente conmovido, agradezco las información para los Amigos de Guatemala palabras hondamente sentidas de mi querido y en Argentina y para todos nuestros compañe eminente amigo el talentoso hombre de cienros en esta gran cruzada por la instauración cia y diputado doctor don Víctor Giordani, a total de la libertad y de la democracia en Amé quien como Presidente de la Comisión de Rerica.
laciones Exteriores del Honorable Congreso de Al disponerme a abandonar esta tierra fra Guatemala, se le ha encomendado ofrecerme terna, el Excmo. señor Presidente de la Re públicamente esta prueba excelsa de considerapública y el Honorable Consejo de la Orden ción y benevolencia y lo ha hecho con tan del Quetzal han querido premiar y estimular, elocuente y generosa exaltación de mis anteceen medida extraordinaria, lo que yo pueda dentes y merecimientos.
haber hecho y pueda seguir haciendo en favor Señores: Tengo la satisfacción de haber side la cultura y lo que yo pueda haber hecho do en la Argentina un amigo y un aliado fray pueda seguir haciendo en pro de la conquis ternal de los hombres y los problemas de Guata de la libertad de los pueblos, ofreciéndome temala. Estoy seguro de que he de seguir siénun galardón que simboliza el más alto honor dolo más aún, si cabe, porque regreso con el y reconocimiento: la Orden del Quetzal! corazón caldeado, feliz de haberlos conocido Me siento abrumado por la distinción que íntimamente y con una gratitud infinita porse me ha querido brindar en un decreto que es que he sido tratado con una gentileza incomun altísimo diploma de mi vida. Se lo agra parable.
El pensamiento y su libre expresión tender una libertad que lesione o perturbe el derecho de los demás a ejercitar su propia libertad. Pues bien, defendamos nuestras libertades contra nuestras propias pretensiones. Nadie ha de ser más libre que cualquier otro ciudadano en igualdad de circunstancias, sólo así ningún hombre será menos libre que otro. La libertad ilimitada e irresponsable de algunos, sólo puede existir a costa de la pérdida de la libertad de los demás. Dentro de este concepto, nadie sería más absolutamente libre que un tirano.
Este problema de la libertad individual, social, política y económica, asume en América características singulares.
Nuestra obra, en los últimos años, ha sido, primordialmente, una lucha por la libertad. Dentro de esa campaña está la gestión emprendida, con nuestros colegas en el Congreso Argentino, en apoyo de los sagrados derechos de Guatemala sobre la tierra irredenta de Belice.
Nuestro mandato histórico es claro: América no será completamente libre mientras un solo rincón del solar común esté bajo dominación extranjera. Este es un aspecto esencial de las nuevas campañas libertadoras. Luchar por la libertad americana, es nuestra primera obligación. Por desgracia, la América Latina es todavía, en su mayor parte, territorio ocupado.
Esta ocupación. africanización. diría el Presidente Arévalo se realiza en tres formas diferentes: Es la primera: el sojuzgamiento político directo, que pone a un territorio, cualquiera que sea su extensión, bajo la dependencia de un estado extranjero, continental o extracontinental. Esta es la subsistencia, la supervivencia del coloniaje en América. Es la forma más promitiva y brutal, que ahora se quiere justificar con el pretexto de necesidades militares, del resguardo de rutas marítimas o aéreas, o con la invocación de torcidos convenios internacionales de entrega, que se pretende convalidar ante las cortes de justicia internacionales.
La segunda forma es la determinada por el imperialismo económico, carcoma que tanto han sufrido y siguen padeciendo nuestros países. Es el autoritarismo, la insolencia y la rapacidad de las grandes compañías monopolistas, que para conseguir condiciones de explotación más ventajosas y exclusivas para sus desaprensivos accionistas, no han vacilado en financiar revoluciones, en apuntalar dictaduras, en corromper conciencias, llegando en su desorbitación hasta solicitar el respaldo o la intervención extranjera.
La tercera forma de ocupación es de indole interna y nacional: es la que realizan los gobernantes criollos, erigidos en dictadores sin ley y sin principios, que sojuzgan al pueblo y ahogan las voces disidentes mientras resguardan cuidadosamente los privilegios de los poderosos; que pactan concesiones leoninas con las grandes compañías mientras confunden los bienes públicos con sus bienes privados; que construyen cuarteles y palacios, mientras clausuran imprentas, dominan y presionan en los colegios y escuelas, y se apoderan de las universidades, asumiendo su gobierno y dirigiendo sus enseñanzas: que alientan al clericalismo, es decir, al clero en función política, mientras persiguen, encarcelan y torturan a los adversarios; que castigan implacablemente las rebeldías mientras premian generosamente el servilismo.
Se explica así, que muchos hombres de América, en todos los países del continente, estemos enrolados en una verdadera campaña Por Pedro BEROES (Eh El Nacional de Caracas, 27 IX 49)
En otro tiempo, ya lejano por cierto, el dramático mundo de las realidades, sino incluhombre elevó la función de pensar a un pri so, en el propio terreno secreto e infimo de mer plano de su vida espiritual. Tan alto gra la conciencia.
do alcanzó su estimación por esa noble fun No es de extrañar que semejante cosa hación, que Renato Descartes, siguiendo acaso la ya ocurrido y ocurra todavía. En la misma huella viva de San Agustín, proclamó su fa medida en que piensa es hombre el hombre; moso postulado pienso, luego existo. base mas. quién puede imaginar que los conducy fundamento esencial de todo su sistema me tores de la humanidad desean de veras un tafísica.
mundo poblado íntegramente por hombres verEl hombre existe porque piensa y piensa daderos y que a sí mismos se han elevado a porque existe. Así concebido el hombre, lógico una considerable altura de dignidad por el solo era que su preocupación recayera en la nece hecho de pensar? Utópico resulta creerlo porsidad de garantizarse en la práctica la libre ex que así concebido el mundo, la servidumbre y presión de su pensamiento. En efecto, la con la explotación del hombre por el hombre ya sagró como principio inalienable en las prime no tendrían lugar. Pero. qué iba a ser enras declaraciones de derechos que vinieron a tonces de los conductores sin su rebaño para socavar la autoridad hasta entonces absoluta del conducir. quién iban a explotar los explopoder real.
tadores si la explotación no existiera. a Creíase, pues, que el derecho del hombre quién iban a tiranizar los déspotas de todos a la libre expresión de su pensamiento estaba los tamaños, pelos y colores si no hubiera en para siempre garantizado. esa impresión con el mundo campo abierto para los despotismos?
currían, de una parte, la invención de la im Por eso se cultiva artificialmente la ignorancia prenta y el perfeccionamiento de sus recursos de los hombres y de las masas, porque mientécnicos y, de otra, la aparante seguridad que tras menos piensen estarán siempre más sujetos las constituciones políticas parecían brindarle a la voluntad de los conductores y más se a la función humana de pensar. Empero, de convencerán de la aparente necesidad que de lo ideal a lo real media siempre apreciable treellos tienen.
cho. La historia demuestra que no por el perEn cierto sentido, la historia del hombre feccionamiento de los medios de expresión, ni se resume en la dramática pugna del pensapor la aparente seguridad que las constituciones miento por alcanzar su más libre y plena exbrindan a la función humana de pensar, la presión. veces, el pensamiento libre parece libre expresión del pensamiento ha estado me erguirse por encima de las tinieblas que rodean nos expuesta a las acechanzas del poder. An a las clases en el poder. Esa es la hora precisa tes y después de Descartes, lo mismo que antes en que cualquier Federico, así no sea muy y después de las constituciones, el derecho a la grande, abre las compuertas de su magnanimilibre expresión del pensamiento ha sido a ma dad al vigilante Voltaire de turno. Pero, a venera de caballo de Troya de una de las más ces, también, el pensamiento libre retrocede apasionantes luchas de la humanidad. Mien acorralado hasta ocultarse casi por completo tras unos pocos hombres se han propuesto ex más allá de los más recónditos pliegues de la tender la soberanía del pensamiento, otros han conciencia. Esa es la hora en que cualquier querido negarle hasta el indispensable espacio Francisco de Hapsburgo dice tranquilamente a vital, no ya tan sólo en el convulsionado y sus sumisos e imbéciles cortesanos: No nece Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica