Cuban Revolution

REPERTORIO AMERICANO CUADERNOS DE CULTURA HISPANA Tomo XLVII San José, Costa Rica 1952 Martes 15 de Enero NO 13 Año XXXII No. 1132 PUERTO RICO en su AMÉRICA AMÉRICA 19 RE Hostos en el camino Por Sergio ALPIZAR (En Hou. La Habana, agosto 11 de 1949. 1903. Agosto 1949 Desde las columnas del periódico La Revo el pueblo de Puerto Rico no se so lución, órgano de la Junta Revolucionaria, mete en silencio a ser tratado como defiende con cálido entusiasmo a los comesclavo, o como seres dependientes, batientes mambises de Céspedes y Agrapoco más o menos que salvajes, que monte, a la vez que reclama con palabra necesitan protección extraña y mereelocuente y apostólica, la solidaridad y apocedores nada más que de tutela por yo para los revolucionarios en lucha tesola fuerza de las armas.
nera por la Independencia cubana.
Hostos De Hostos puede dedirse, sin que la maNo conforme aún con su actividad de Nunca he podido explicarme cabalmenpublicista y orador en Nueva York, donde no vacile por temor al equívoco, que fué te el motivo de que Hostos no tenga en la firmeza y la fidelidad brújula permanentan cumplidamente batallara por el triunfo Cuba el monumento que merece su heroica te de su vida. Una y otra vez, rechaza tomambí, se dirige en peregrinación durante grandeza, su abnegada dedicación a la caudos los acomodamientos, las posiciones cuatro y duros años (20 de octubre 1870 sa de la emancipación nacional cubana, al 22 de abril de 1874) por las tierras herventajosas que se le ofrecen, para permaque sobrepasa incluso a la ejercida por su necer erguido y abnegado luchando por manas de América, popularizando la Repatria natal puertorriqueña. Pocos como volución cubana, recabando auxilio ecoCuba, por Puerto Rico, por su hermoso posél, luminaria del pensamiento americano, nómico y militar para los Libertadores en tulado de la Federación Antillana. Tal era apóstol de la antillanía, para tener derecho lucha a muerte contra la opresión española energía de sus convicciones, la profuna un espacio señero en esta nuestra tieda confianza en el triunfo seguro de sus la. Es así que justamente diría de Hostos rra, a cuya libertad entregó su mejor su biógrafo Pedreira: postulados, que al rechazar la cátedra de existencia peleadora. Porción muy promi.
Filosofía que le ofrecen en la Universidad nente y rutilante, como un astro de pode no tuvo la revolución cubana un pro de Buenos Aires (1874. afirma al rector rosa luz, ocupa Hostos en la gesta eman pagandista más activo, un revolucionario Vicente López:. Yo he venido a la cipadora de Cuba y Puerto Rico.
más entusiasta, un amigo más sincero y América Latina con el fin de trabajar por Nieto de abuela dominicana y abuelo desinteresado que Hostos. Durante cuatro nua idea, y todo lo que de ella me separe, cubano, sintió las cosas cubanas como par años multiplica su actividad en el nuevo me separa del objeto de mi vida.
te de su propia y familiar entraña. Por continente, allegando recursos bélicos, exal Esta sola y aleccionadora prueba, entre eso, desde el inicio mismo del crepitar de tando el patriotismo, organizando comités, las muchas que matizan el largo y ejemlas candelas de Yara en el 68, Eugenio Ma fundando periódicos, escribiendo editoria plar camino de su vida luchadora, basta ría de Hostos se incorpora a la Junta Reles, pronunciando discursos y conferencias para situarlo en sitial preferente en nues.
volucionaria de Nueva York, al lado de públicas y privadas, publicando folletos, sin tra historia, en el recuerdo emocional, en Francisco Vicente Aguilera, Juan Clemen dejar por eso de rendir eficaces servicios la devoción indeleble.
te Zenea, Enrique Piñeyro, Betances, Juan a las repúblicas que visitaba.
La Guerra Grande recesa en el Zanjón, Manuel Mestre, José Antonio Hecheverría.
Su mayor anhelo, en esos tiempos de la pero Hostos no daría jamás descanso a su Guerra Grande, fué incorporarse como simpalabra y a su pluma. Sus Cartas Públicas ple soldado a las filas revolucionarias, emacerca de Cuba, constituyen un irrebatible barcándose en el Charles Miller (29 de abril testimonio de la singular y valiosa labor de 1875) en unión de su intimo compañe desplegada por El Antillano en el transro Francisco Vicente Aguilera y un grupo curso de su perenne exilio americano en pequeño de revolucionarios, frustrándose beneficio de la liberación cubana. Como el propósito expedicionario por el fatal Andrés Bello, como Sarmiento, y como el naufragio del velero. De aquel noble intenmismo Martí, con los que forma la cumto libertador, queda el valioso testimonio brera del mejor pensamiento americano, no de Aguilera, que en una carta escrita años vacila en dejar átedra brillante, entremás tarde al gran Antillano, le dice: gándose de cue entero a la pelea con. Usted ha hecho más que yo, amigo mío, tra la opresión española en América, en en obsequio de la libertad de las Antillas, Cuba, particularmente.
usted se lanzó desde el principio de nuesAsí, al enterarse del estallido de la Re.
tra revolución, sin consultar sus sentimienvolución del 95, le dice a Estrada Palma: tos más caros, a los azares de una emigra disponga usted de mí como de quien no ción larga y penosa por toda la América ha pensado en su vida en otra cosa que en del Sur, y su eficaz propaganda nos ha provivir y morir por la independencia o conducido ya muy buenos frutos. Posteriortra la dominación. aquí o en cualquier mente, con su carácter decidido y entusiasparte, por mucho que la Revolución se ha.
ta por la libertad de Cuba, me ofreció usya olvidado de mí, yo no me he olvidado ted acompañarme para compartir con nuesde ella, y estoy a su servicio.
tros hermanos los azares de la guerra. Nos Eugenio Mo de Hastos embarcamos en el Charles Miller y pasa(Cuadro de Diaz Mac Kenna, mos juntos los sinsabores de esa navegaen el Ateneo Puertorriqueño. La guerra de Martí y Maceo, de Gómez ción, tan corta como desgraciada.
y García, está al borde del triunfo al pro Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica