REPERTORIO AMERICANO 67 amor.
La Tercera Antologia) de cada palabra responde a un deber este otro: poemita de «Eterniestético, donde cada adjetivo se ajus dades. Tenemos a la vista su Tercera ta como la piel al hueso, transparen Cierra, cierra la puerta Antología Poética. Madrid 1957. te y vivaz.
como a ella le gustaba.
que lleva como cifras indicadoras las allá sobre las magnolias ¡Que se encuentre a su agrado de 1898 y 1953, y un retrato por Sorosu recuerdo!
en el traslúcido cielo lla, de Zenobia Camprubí Aymar. Cubre toda la órbita que media entre el de la tarde, brilla y tiembla Este gozo de crear y esta maestría volumen «Poesía. 1898) y «Ríos una lágrima lucero.
simplísima se mantiene hasta el últique se van. 1953. Son 39 libros los El jardín vuelve a sumirse mo poema de la «Antología. en que ahí seleccionados. En el prólogo exen melancólico sueño, borda sin cesar el tema de Zenobia y pone Juan Ramón su criterio sobre y un ruiseñor, dulce y alto, el color de oro de sus cabellos: su arte, reproduciendo lo ya dicho a gime en el hondo silencio.
Mientras que yo te beso, su rumor don Manuel Morente, casi cuarenta esta suavísima queja de «Nocturno: nos da el árbol que mece al sol años atrás. Qué es entonces sencide oro, llez y qué espontaneidad? Sencillo en¡Qué triste es llorar, sin ojos que el sol le da al huír, fugaz tesoro tiendo que es lo conseguido con los que contesten nuestras lágrimas, del árbol que es el árbol de mi menos elementos; espontáneo, lo creaestando toda la noche, do sin esfuerzo. Pero es que lo becomo unos ojos mirándolas!
No es fulgor no es ardor, y no es llo conseguido con los menos elemen esa endecha de ternura infantil altor tos sólo puede ser fruto de plenitud, y lo que me da de ti lo que te adoro, me ofreció su mejilla lo espontáneo de un espíritu cultivado con la luz que se va; es el oro, el no puede ser más que lo perfecto.
como quien pierde un tesoro.
oro, La perfección en arte es la esponta Esta sencillez prístina y precoz, es el oro hecho sombra; tu color.
neidad, la sencillez del espíritu culti plenitud de maestro, devuelve al roEl color de tu alma: pues tus ojos vado. mance español toda su esplendidez in.
se van haciendo ella, y a medida Más, he aquí el prodigio: la prime tima, sacándole de los ruidos bélicos que el sol cambia sus oros por sus ra composición de Juan Ramón es ya a que nos habituó el romance del Cid.
rojos perfecta, por sencilla, espontánea y De donde brotan, naturalmente, el de y tú te quedas pálida y fundida; plena. Dice así. y data de 1898.
Jorge Guillén y el de García Lorca, sale el oro hecho tú de tus dos ojos Alba verdad que aquél más abstracto y éste que son mi paz, mi fe, mi sol: imi más pintoresco, pero ambos siguiendo vida!
Se paraba el compás invisible de Juan Ramón, a la rueda Camino desde Juan Ramón quien, más tarde. ya en «Laberinto. de la noche.
de donde eliminará la Elegia a GeorDe la poesía de Juan Ramón, par.
Vagos ángeles malvas gina Hubner) ganará el ritmo de su tieron, como de la de Rubén, diversas apagaban las verdes estrellas.
tendencias. En el Perú, la promoción época, el alejandrino modernista, tan Una cinta tranquila parecido al francés y tan distinto del que debió ser la modernista, la de Jode suaves violetas sé Gálvez. Juan del Carpio. Alejande Berceo y su descendencia.
abrazaba amorosa dro Herrera. y José Lora y Lura, el a la pálida tierra.
El creador de estilo propio Ventura García Calderón, no eludió el impacto de la poesía jimeSuspiraban las flores al salir Dentro de su molde, Juan Ramón Diana. Pero, ya alto el sol de este side su ensueño halla variantes sustanciales. No es el glo, en Colombia, un vasto movimienembriagando el rocío de esencias.
suyo el drama del escritor, que crea to poético, el de los «piedracielistas en la fresca orilla de helechos un estilo y se hace sudario de él. Juan arranca de un libro de Juan Ramón: rosados, Ramón busca perennemente, como que «Piedra y cielo. datado en 1918.
como dos almas perlas, vivió en perenne poesía. Zenobia, di Caracteriza ese libro la extrema simdescansaban dormidas ch sea de paso, ella tan poética tam plicidad. Canciones breves, compennuestras dos inocencias bié, le sacrificó su lirismo para darle diosas, donde una figura arrebata pen. joh qué abrazo tan blanco y la prosa necesaria a aquel «dulce y samiento e intención, dejando vibrar tan puro. alto» ruiseñor que no cesó de cantar una espada su golpe, vivo el de retorno a las tierras eternas. un solo día. Por eso Jiménez acierta resplandor de la estocada. Uno de Es increíble casi. Pero, los tonos, kaiun temblor único, menos pictórico dice nada más que así: con toda forma poética, y da al hai esos poemas, el titulado «El Poema. colores, melodía, obsesión, suavidad, más intenso que el de Tablada y los sencillez, que aparecen en estos versos imitadores del Japón. Por ejemplo. No lo toques ya más, de los 17 años, mantendrán su vigenque así es la rosa!
cia, quintaesenciándose hasta los que Amor Consejo falaz, que Juan Ramón re escriba a los 77, o sea, sesenta años tocó siempre y cada día sus versus, Ten cuidado después. Pero, sin monotonía, entién.
comunicándoles en cada ocasión el cuando besas el pan.
dase, con esa incomparable e insustinuevo mensaje de concisión, rica de tuible frescura del verdadero poeta. Que te besas la mano!
significados, que le venía de lo alto y Después vendrá la gracia a acrecen Nada más, y está dicho todo y más de lo hondo.
tar esos logros. Vendrán las maravi. que todo, pues llega a lo más profun Pocos poetas han sido más fieles a llosas acuarelas de sus Parques, don do, su misión Juan Ramón no habría tamcomo Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica