Imperialism

REPERTORIO AMERICANO 83 orden social. cuando nuevas formas imperialistas, dominan las fuentes de riqueza de América esclavizando democráticamente al trabajador campesino y al obrero, surgen los libros que tanto escandalizan por su crudeza. Los temas vuelven a tratar esta nueva esclavitud; deruncian los nuevos hechos y en ellos se muestra la llaga palpitante de nuestra realidad. Se cambian los telones que pintan paraísos terrenales, usados por cierta literatura lírica, y se sustituyen por los brochazos auténticos que muestran un mundo hecho de realidades.
Sin embargo, hay que hacer notar que esta nueva literatura que denuncia hechos y muestra llagas no boga hacia la desesperanza, ni participa de pesimismo alguno. Por el contrario; a través de esas obras valientes se deja entrever la esperanza de una América más americana y, por lo tanto, mejor.
Durante la época de la dictadura a que se refiere el libro yo era un niño, un adolescente y alcancé en ella la primera juventud. Por eso considero que, sin haber tomado parte alguna en los acontecimientos, a través de mi piel se filtró el ambiente de miedo, de inseguridad, de pánico telúrico que se respira en la obra.
Para mí el valor de esa novela, si alguno tiene, está en la enseñanza que significará para los países de América, el mostrar lo que es para un país el entronizamiento de un hombre a cuya voluntad quedan sometidas todas las fuerzas vivas de la sociedad.
Pero pese a ser los hechos que narra de hace ya bastantes años, de ningún modo lo considero inactual: el mismo aire que se respira en el libro, transferido a la realidad de ahora, es el que se respira en el Santo Domingo de Trujillo, en la Honduras de Carías, o en la Nicaragua de Somoza.
Como nuestro entrevistado ha realizado estudios de muchos años sobre lenguas y literatura americana antiguas, le pedimos una información muy somera sobre las conclusiones a que ha arribado a través de sus investigaciones. Nos dijo más o menos esto: MAX. JIMENEZ Miguel Angel Asturias (Visto por Max Jiménez en 1930) Miguel Angel Asturias le ha dado gran renombre en el norte su novela El Señor Presidente. Me pareció una buena oportunidad averiguar la opinión de su propio autor, ya que la novela, reeditada recientemente por una editorial argentina, se conocerá ampliamente muy pronto en nuestro medio. título informativo diremos que el libro se desarrolla en la época de la tiranía de Estrada Cabrera, personaje que gobernó dictatorialmente a Guateamala desde el 98 hasta 1920. En lo que se refiere al tema, hace recordar a Tirano Banderas de Del Valle Inclán, aunque lo separa de éste la natural diferencia de su raíz histórica y el hecho de que su autor vivió en los primeros años de su vida, el ambiente creado por la ti ranía. Asturias, que evidentemente no quería hablar de su obra, hizo este comentario: Frente a otra pregunta nuestro paciente interlocutor contestó. Es un tema obligado de todo reportaje, proclamar la necesidad de un mayor conocimiento entre los escritores y poetas. No para cambiarse mutuos elogios que ya no se cotizan a causa de la putrefacción que sufre la prensa. El entendimiento entre los escritores tiene que ser para procurar que en los países se mantenga el respeto por la libertad de expresión ahogada por intereses de todo orden.
Los escritores americanos deberán formar grupos inicialmente podrían ser tres: uno en México, otro en el Caribe y otro en Sudamérica que se encargasen de la distribución de libros, organizasen librerías y editoriales; es decir, que creasen el arma económica para que en esta Hispano América suceda alguna vez lo que ocurre en Estados Unidos donde el escritor puede vivir de sus libros.
El libro americano contra todo lo que se dice, es falso que sea aceptado con beneplacito por editorial alguna. Las editoriales prefieren la mala traducción del libro extranjero y sólo como aventura conciben la publicación de libros americanos. Los documentos que tenemos demuestran la existencia de una literatura americana que habría alcanzado su máximo desarrollo, como lo alcanzaron la egipcia, la indostánica y la griega. El indígena, y circunscribiéndonos más, el maya, antes de la Conquista empleaba para escribir el sistema ideográfico valiéndose de símbolos. Escribían dibujando y esculpiendo. Las páginas de los códices conocidos, que no pasan de cuatro, demuestran que la habilidad de los indígenas es sólo comparable con la de los miniaturistas de la Edad Media. Para expresarse ya tenían que ser poetas, pues lo hacían por medio del símbolo que sugería la idea de belleza o el sentimiento humano que querían expresar.
Esa escritura la realizaban sobre cortezas de un árbol llamado amatle; cortezas que con un baño de cal y algunas sustancias oleaginosas, quedaban en condiciones de recibir el trazo del dibujo o el color. Estas cortezas formaban hojas que eran dobladas a manera de biombo. Los cronistas españoles, el padre Ximénez entre ellos, tuvieron estos libros en sus manos; algunos hasta empastados. Los soldados de la conquista hablan en sus crónicas de gentes que escribían como los chinos.
De esta primera etapa pasa la literatura americana a la escritura con caracteres latinos, pero expresándose en idiomas nativos. Es así que apareció escrita la obra más importante, el Popol Vuh, que en quiché una de las lenguas guatemaltecas derivadas del maya. quiere decir Libro del Consejo; el nombre viene de que el Popol Vuh era la obra en que se aconsejaban los señores, sacerdotes y caciques.
El Popol Vub por su naturaleza, puede compararse con la Biblia, el Corán o el Rubayata.
Existe además en la literatura maya guatemalteca, la única obra de teatro americano que no puede ser sospechada de influencia extraña. Se llama, traducida, El Guerrero de Rabinal. La novedad del diálogo consiste en que los personajes al hablar, por una especial cortesía, se ven obligados a repetir, antes de contestar, el parlamento anterior. la larga la obra es fatigosa, pero contiene, en su expresión y modalidades, un gran colorido. Traduce, con bastante precisión, la manera de pensar y sentir estos primitivos americanos. La novela fué escrita sin un plan literario determinado. Los capítulos se fueron sucediendo uno a otro, como si obedecieran al engranaje de un mundo interno del cual era yo simple expositor. Cuando la terminé me di cuenta que había llevado al libro no por medios literarios conocidos, de esos que se pueden expresar, didácticamente, sino por esa obediencia a las imposiciones de un mundo interno, como dije antes la realidad de un país americano, en este caso el mío, tal como es cuando se somete a la voluntad de un hombre.
Para finalizar este reportaje le preguntamos a Asturias, residente por algún tiempo en Buenos Aires, sobre qué estaba trabajando actualmente. Está para salir a luz una obra antológica que he titulado Sien de Alondra y que comprende 30 años de poesía: de 1918 a 1948.
La prologa Alfonso Reyes. Además para mediados de año ya estará editada una novela que titulo Los Hombres de Maiz y que se inspira en la lucha sostenida entre el indígena del campo que entiende que el maíz debe sembrarse sólo para alimento y el hombre criollo que lo siembra para negocio, quemando bosques de maderas preciosas y empobreciendo las tierras para enriquecerse.
Como usted sabe concluyó un drama o una parte del gran drama de esta América nuestra.
Dr. García Carrillo CARDIOLOGIA (Radioscopía y Electrocardiografía. METABOLISMO, VENAS VARICOSAS.
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