Sandino

358 REPERTORIO AMERICANO. Con esto hemos terminado, Ser del Mal. dije angustiado¡Vete a tu antro endemoniado o al reino de Satanás!
No dejes pluma ni huella que recuerde esta querella. déjame solo con ella, no vuelvas por aquí más.
Aparta de mí tus garras y sal de este busto atrás.
Contestó el cuervo. Jamás! el cuervo, nunca cansado, sigue siempre colocado sobre el busto bronceado que en mi cuarto se alza atrás. una infernal ironia por sus pupilas envía, y la luz su sombra amplia sobre todas las demás. mi alma de esa sombra, que se agranda más y más, no podrá salir jamás!
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Gustavo Alemán Bolaños SANDINO el Libertador Biografía del héroe americano Ediciones del Caribe Guatemala, Precio: 10. 00.
DIVAGACION simbólica estrella la mística flor la flor de Dios el dorado y santo loto, emblema En este sillón acogedor con las ma del espíritu emergiendo de la materia.
nos entrelazadas detrás de mi cabeza ta.
mizada la luz violeta del jacaranda, sigo Crece en las aguas tranquilas, en los re el rumbo de una nube que parece despren. mansos callados; su patria fué en las már.
derse de lo alto de la torre, que se divisa genes sagradas del Yuma y del Ganges. Es más allá del follaje. La torre! tiene un la flor de seda; no hay espinas que hieran sentido místico oculto. Arrodillada estuve ni en su corola ni en su tallo. Alguna vez hoy en el templo, al pie de uno de sus am la tiñe con leve pincelada, el tono roplios pilares ¡tan majestuosos! que parece sa del Amor, o el tenue azul devocional.
que detrás de uno de ellos en la penum Es la simbólica flor. el odorante y nevado bra fuera a asomarse alguna silueta me loto! símbolo del alma que trasciende lo dioeval. Unos rezos que venían de más arri. humano.
ba resonaban con su acústica monótona.
Inclinándome, me santigüé y me levanté VIVO SIN VIVIR EN MI.
para salir. Mis pasos aunque quisieron ser muy suaves rompieron el silencio de la Un dolor, como brasa quemante secó mi nave.
surtidor ¡que era fuente cristalina! Pero Ya fuera del templo me pareció que el hoy brota de las lágrimas un nuevo surti.
aire jugaba malabares de luz. recordé al dor y como un renuevo del humus doloro.
más grande de los filósofos modernos: yo so en mi corazón se abre una flor iflor de destruiría los templos! qué más templo que desolación! solitaria como el grito de mis la Vida palpitante, que el sol que brilla, dos manos tendidas.
que el follaje que se mueve.
Quiero cuidarla para Ti, mi Dios. Mís.
tica flor en que culmina el más hondo do. Pero este templo de Coronado, tiene el lor. Nació desgarradora, con el grito supre.
encanto de la majestad de sus líneas ¡quien mo de la madre que da la vida a un ser trazó los planos, fué un artista! Además, y rasgó mi corazón.
está lleno de vibraciones de almas senci.
llas, se siente en él una paz que no se sien Largos meses de angustia entreabrieron te al penetrar en los templos de las ciu. cada pétalo, y un día he de ofrecertela ra.
dades.
diante como un sol. Es la flor de una vida; La tarde se va apagando poco a poco en momentos el huracán del odio la doble.
gó abatida. Entonces. doblando la rodilla entre las ramas del jacaranda y ya no veo fuerzas te imploré, mi Dios, pues para Ti en el libro que leía en reposo, hace rato, sobre mi falda Se ahueca la noche, y al y por Ti crecía.
claror de una luna temprana se dilata un iFlor de renunciación de vida impersosilencio de plata; las brisas ausentes no nal y de dación perenne. Qué importa se mueven ni una hoja. sólo se oye el mur reciba con escarnio nuestro gesto generoso mullo de una agua que corre cercana, ha.
igermina el dolor! y entonces toman for ciendo temblar a su paso unas hierbas me ma las palabras de aquella iluminada de nudas.
las místicas Moradas Vivo sin vivir en mi, El rodar de un carro se ha detenido al y tan alta vida espero.
otro lado del jardín; tres siluetas gallardas se dirigen hacia acá. Sus voces se funden SE HA IDO en el ruido del agua que corre cercana. Del comedor llega sonido de vajilla, que anun Hoy se ha ido el árbol que más quiero.
cia la cena.
Lo han cortado ¡lo sacrificaron! Generoso Allà, junto a la torre, la sombra recogió durazno de mi patio; que me dió su fruto, su ala, y la inmensa mole deliciosamente que me dió su sombra, que me dió sus flo.
ennegrecida, apenas se destaca.
res; que tamizó entre sus hojas el sol, para mí; que me dió la música del viento, en LA FLOR DE LOTO tre sus ramas; que recogió el trino de nil diminutas gargantas, y en las noches sereEmergiendo del limo, doce albos y per nas me acercó el más lejano lucero, que fumados pétalos que se alzan en seguimien en su rama más alta, semejaba una yema to de la luz. Un tallo alto y grácil, los con de luz. Y, a mis hijos pequeños, les tendió duce desde el légamo tienen el ansia de como brazos sus ramas torcidas y les dió la flama! y cuando en la máxima ascensión la sorpresa del fruto maduro a sus ávidas han llegado hasta la luz, se despliega en bocas.
Con el autor: A. NO 31, Guatemala, Con la Librería Española, San José, Costa Rica. Arbol que fué vivo ejemplo! y que, al irse, ha dejado la huella de una alma en mi patio.
LA SILLA VACIA Es un lienzo de Amighetti, sugerente y sencillo: una silla vacía, frente a una ventana que deja ver a través de la vidriera un cielo gris, parejo, sin horizontes.
Este lienzo me sugiere una tristeza. Me sugiere. alguien que allí estuvo pensando, alguien que espera. Una novia que vió irse al que un día ha de volver. Una madre que espera al hijo y cuya incógnita no descifra el cielo gris. Una anciana, que en su nostalgia espera todavía una ilusión.
Esa silla vacía me sugiere una tristeza, me sugiere alguien que espera; alguien que allí estuvo pensando.
San José, Costa Rica, 1952, 11 Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica