REPERTORIO AMERICANO CUADERNOS DE CULTURA HISPANA Vol. XLVIII San José, Costa Rica 1953 Domingo 15 de Febrero NO Año 33. No. 1148 CARA LAYBITA José Martí 28 enero 1853 19 mayo 1895 (Dibujo de Caravia)
sido ya objeto de un insistente análisis en cada una de las facetas que integran su personalidad y que, por diversos motivos, atraen la inquietud del erudito, del historiador, del crítico, del sociólogo. Materia casi agotada es ésta, no sólo por el fervoroso culto martiano de quienes la han trabajado pacientemente, sino además por las aptitudes de valoración y recreación que de distintas fuentes han convergido a empresa de tanto mérito.
Sin embargo, hay en esta vida ejemplar un manantial inagotable, que en vez de reducirse o perder novedad bajo ei rigor de la observación, ha ido enriqueciéndose continuamente con sus propias reservas, creciendo con el tiempo y ocupando un es.
pacio cada vez más anchuroso en la espe.
ranza del hombre. Ese algo inasible e inaprehensible que es Martí, en sí mismo, con todo su poder y misterio escapa a todo análisis y trasciende toda medida, pero es lo que de él más nos ayuda a vivir, a creer y a corroborarnos en las esencias humanas.
Martí, creador de patrias, creador de pueblos, fué tan hombre en la palabra como en la acción; supo darse entero, con dignidad y señorío, desde todos los sitios a que lo llevó su inquieto vivir, maestro siempre, grande siempre en la cárcel como en la cátedra; en la compañía del hombre como en la soledad del hombre; en sus tran.
ces amargos, marcados por el hierro, como en sus instantes de gracia, cuando el soñador da tregua al guerrero y cuenta cuentos a la sombra de un ala.
Martí es el genio que realiza el milagro de hablar con actos y de actuar con la palabra. Sus hechos ofrecen la rara virtud de hacerse Verbo. Su palabra es clave, liberación y asistencia. Desde donde se oiga, va abriendo ventanas en la sombra, respondiendo preguntas, convocando entusiasmos y, en todo caso, aclarando la angustia y la duda de la criatura humana. Sus acciones, por otra parte, son lección, ejemplo y tes.
timonio. Desde su adolescencia en flor hasta su muerte en llamas, Martí enseña a sufrir con decoro y a transfigurar varonilmente el dolor. Gracias dice para los que me han hecho sufrir tanto. Gracias para los que arrancaron de mi frente la corona de la inocencia, colgando de mis hombros la túnica del firme, del enérgico, del fuerte varón.
Así, con frase bíblica, henchida por un viento que parece venir del libro de los profetas, Martí alude a su propia mocedad ultrajada por la injusticia del coloniaje, cuando adolescente casi niño viste ropa de presidiario, lleva cadena al pie y hace trabajos forzados, por el único delito de amar la libertad de su pueblo.
Después de la cárcel, el destierro, sin rencor ni amargura. Sentimientos pequeños no caben en quien, como Martí, a los 16 años obtiene su doctorado en hombría.
Más bien aquella prueba le sirve para rei.
terarse en su amor a la libertad y en su amor a Cuba; para dar su prmera lección de fortaleza y para ganar el derecho a ser, con el tiempo, el jefe máximo del movi. Homenaje a JOSE MARTI En la Asamblea Legislativa de El Salvador (Envío de Alberto OR DOÑEZ ARGUELLO)
Señor Presidente de la República, Señor Presidente del Poder Judicial, Señor Presidente de la Asamblea Legislativa, Señores Ministros y Subsecretarios de Estado, Honorable Corte Suprema de Justicia, Honorable Cuerpo Diplomático y Con sular, Señores Diputados, Señores: Tengo la honra de dirigirme a vosotros, en nombre de la Asamblea Legislativa, de la cual formo parte, para expresar, no los porqués de este homenaje en honor del héroe máximo de la Independencia Cubana ya suficientemente expuestos en el De creto NO 926, por medio del cual se declaró Día de Conmemoración Nacional este 28 de enero de 1953, primer centenario del na cimiento de Martí, sino para testimoniar el sentimiento que ahora nos congrega al.
rededor de su presencia espiritual, más cá.
lida a medida que está más lejos en el tiem.
po, y más viva y actual con una amplia actualidad americana, precisamente cuan.
do nos habla desde la muerte.
Con toda sinceridad y con el respeto que merecéis, declaro que, aun cuando mis pa.
labras no pretenden ser una referencia ilustrada sobre la personalidad y obra del prócer cubano, estimo difícil tarea la que me ha sido encomendada, por dos motivos: 10) Porque es improbable descubrir en la vida y figura del mártir de Dos Ríos, un ángulo de observación que no haya sido enfocado ya con mejores luces; y 20) Porque al hablar en nombre de mis compañeros de Asamblea, a cuya bondad debo esta inmerecida distinción, vengo, por una parte, obligado a interpretar sus prepios sentimientos y, por otra, no me es dable comunicaros más que una impresión personal, derivada, no de un pleno conocimiento de la obra del héroe y de su enti dad humana, sino más bien de una intuición de su luz y de su destino, única rendija, por cierto, a través de la cual al hom.
bre común y corriente le es permisible asomarse al deslumbramiento de las grandes vidas y de los grandes hechos.
José Martí, como voluntad creadora en aspectos múltiples del hacer humano, ha Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica