SocialismSyndicalism

188 REPERTORIO AMERICANO Aldor Popularidades ficticias convencido de su incapacidad, sea por ser: tirse, como lo dijo, verdaderamente enfer.
mo. Quedó el poder en manos de un vicepresidente más ambicioso que competente.
En este momento un militar audaz, inepto y enfermo concibió el plan de tomarse la capital con un regimiento, y pasando al lado del Campo de Mayo, donde estaba el grueso del ejército, se acercó a la Casa Rosada con sus tropas, ocupó con ellas el despacho del Vicepresidente en ejercicio y le pidió la renuncia de su cargo. La renuncia fué obtenida y el temerario coronel asumió la Presidencia. Cuando se supo en la ciudad lo ocurrido, las calles se llenaron de gente, transitoria o habitualmente desocupada, y una multitud ensordeciente con sus gritos plantó sus bulliciosas unidades en la Plaza de Mayo para celebrar aparatosamente el cambio de gobierno. Una señora extraña al movimiento acertó a pasar por la plaza en los momentos culminantes de la manifestación. La mujer argentina. gritó un encandilado. La mujer argentina debe tomar parRodeo en la Argentina te en esta nota de aprobación del pueblo de Por Aldor Buenos Aires a la transformación que ha (En El Tiempo, Bogotá, 24 agosto, 1951)
ocurrido. La multitud se apoderó del exiguo cuerpo de la ocasional viandante, y llevándola en hombros gritaba: Viva la mujer argentina. La señora de este pasajero episodio era una rusa, aunque nacionalizada, enteramente extraña al significado y a la intención del movimiento. los tres años Por SANIN CANO falleció Hipólito Irigoyen, el verdadero je. En El Tiempo de Bogotá. Setbre. 3, 1951)
fe del Estado, y cabeza del partido derrumbado por el golpe da cuartel. La multitud, La densidad de la manifestación en que llevar en la república, y merced a este visi probablemente la misma, ejecutó un acto de la multitud porteña, con caracteres de ca. ble fenómeno social se enriquecieron fabuadmiración como no se había visto nunca bildo abierto, ha pedido a Juan Domingo Pe. losamente los propietarios de tierra o los en Buenos Aires. El féretro fué seguido por rón, presidente de la República Argentina, que, sin haberlo sido antes, se hacían ad una masa popular contrita y compacta a lo la aceptación de su candidatura para el mis judicar, para venderlas, tierras fiscales. largo de catorce calles, desde la casa del mo puesto en las próximas elecciones y a que acá llamamos baldíos. El aumento de óbito hacia el lugar de su descanso postresu encariñada esposa de la política su con la riqueza argentina fascinó a los naturales ro. Jamás se había formulado, con tan cla.
sentimiento para votar por ella, no obstante y causó asombro, envidia y deseo de aproras pruebas de admiración y pena abrumael preconcebido pero. infundado obstáculo vechar tal riqueza a los grandes capitalistas dora, ante el cadáver de un político frustrade su sexo, para el puesto de vicepresidenta extranjeros. La especulación llegó a límites do, manifestación de tales proporciones.
de la República, la densidad, decimos, de desconocidos. No impunemente, porque en Estos dos actos de presencia contribuyen la multitud en esta abultada prueba de en 1900 un cataclismo económico sacudió al a hacernos leer con crítica emoción las no.
tusiasmo, no debe sorprender a nadie que país con tal fuerza, que los capitalistas exticias del cable sobre el numeroso concurconozca la historia del pueblo argentino y tranjeros más audaces, como Baring Bro. so que pedía en la calle más ancha de Buela sensibilidad e hiperestesia política de thers, temblaron con la prueba y fueron nos Aires, es decir, del mundo, la aceptala población bonaerense. En 1926 la pobla causa de otras sacudidas.
ción de los supremos puestos del mando a ción porteña alcanzaba a dos millones dos Los grandes políticos que la Argentina los esposos Perón. El millón de extranjecientos mil habitantes, de los cuales seis produjo entre 1880 y 1910, Roca, Wilde, Pe ros residente en Buenos Aires hace 25 cientos mil eran españoles y quinientos mil llegrini, Avellaneda, Sáenz Peña, Alberdi, años se habrá duplicado; en ese número hay italianos, nacionalizados en la Argentina o crearon la insigne República, pero satisfe personas dispuestas a tomar parte en toda remisos todavía de cumplir esa aspiracion chos de su creación, se dieron a la tarea de clase de tumultos o regocijos populares. Los del patriotismo porteño. Atento a una ley verla crecer con orgullo. Se olvidaron un recién llegados no saben de unión cívica, ni entonces en vigor, todo inmigrante, por el tanto de la política, para gozar de su situade partido radical, ni de demócratas progrehecho de serlo, adquiría el derecho de vo ción y de su riqueza. Tenían organizado un sistas. Han oído hablar de socialismo, comu tar en las elecciones para representantes del sistema de elecciones por medio de las cuanismo, sindicalismo y sin señorear a fondo pueblo en los consejos municipales. La Ar les se hacían elegir a sí mismos y a sus el significado de esas palabras, la han tomagentina sorprendió al mundo con el volu adeptos, con gran sosiego y habilidad. Pero do por símbolo de sus aspiraciones.
men de la inmigración europea y asiática llegó un día en que un hombre de buena Antes de pasar adelante quiero recordar a ese extremo de la América hispana. En fe, Sáenz Peña (R. quiso abrir el compás un significativo incidente social político de 1889, dice el historiador Vicente López, de la vida política y establecer el sufragio hace cincuenta y tres años. Comían en la llegaron más de 300. 000 personas en cali. universal, por medio. de una ley que garan mesa de un ambicioso, pero modesto, resdad de inmigrantes. La mayor parte de és tizaba, por medio de la cédula electoral, el taurante en Bogotá varios extranjeros y tas venía a lucir su experiencia como agri voto secreto.
un colombiano. Entre los forasteros figucultores, y al cabo de unos cuantos meses La aplicación de esta ley le dió el triun. raba un saxoamericano, cuyo origen ale.
vendían fósforos o cordones de zapatos en fo en las primeras elecciones al partido ra.
mán era fácilmente perceptible por la maBuenos Aires, sin perjuicio de poner a los dical, dirigido en ese momento por Irigo. nera como pronunciaba la Th átona del dos años tienda de géneros o de usura, con yen, hombre de buenas intenciones, eminen idioma inglés. Hablando de los tópicos molo cual se ascendía a banquero, a gran pro temente popular, habilísimo en los manejos vidos a esa hora por la curiosidad pública, pietario de inmuebles en la capital o de de la opisición, pero inferior en el gobierno alguien tocó las posibilidades de una gue.
grandes hatos en la provincia de Buenos a la alta misión del administrador. Cuando rra entre España y Estados Unidos, a cauAires.
vió que su partido se había corrompido en sa de la situación en Cuba. En el curso de Esa formidable población foránea contri el mando con quince años de ejercicio, no la conversación, un caballero inglés de nabuia poderosamente a aumentar de la noche pudo contrarrestar las ambiciones torcidas ción, pero ciudadano de Estados Unidos, a la mañana las tierras habitables o de pan de su colectividad y se retiró del poder, sea le preguntó al alemán americanizado cuál Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica