150 REPERTORIO AMERICANO por la vereda. La luna nueva empezaba a platear las hojas y los troncos de los balsameros tristes, misteriosos, agrupados, cubiertos de llagas aromáticas, andrajosos, únicos árboles del mundo que se visten como los hombres. La balsamera era extensa y se perdía en la hondonada.
profesiones, de las artes o de las ciencias, para colaborar en la gran obra del progreso humano con una aspiración de Apóstol, al servicio de las causas nobles y elevadas.
Que hay cosecha abudante de indiviLa crisis del Espíritu en Costa Rica duos con título que los licencia para el y la Escuela de Derecho Por MARCEL BONHOMME Envio del autor. Hacienda San Alberto, febrero 15, 1935 nes presentes y futuras. George Peabody, el recordado inglés que donó todos sus millones a instituciones de educación superior, repetía. La Educación es la Deuda Sagrada de la presente a las futuras generaciones.
Ante la expectación y el asombro de las clases cultas de América, ha comenzado a agitarse en Costa Rica, un problema gravísimo y de alcances trascendentales para el futuro de la nación: el descabellado proyecto de limitar las oportunidades de cultura jurídica en la Escuela de Derecho, suprimiendo el primer año, con el bochornoso objeto de no aumentar la actual plétora de abogados ineptos y fracasados. elevar el standard de la profesión y disminuir la competencia mutua, según doclaración de algunos. confesión de parte, relevación de pruebas. Aunque la América Hispana lo ignoraba, aceptamos como buenas las premisas sentadas por los propios profesionales del Derecho, sobre el status actual de la profesión en el país, y asumamos con ellos. manoseo de las leyes, para convertir la profesión de un apostolado, que lo es, en un negocio ruín de especulación con la ignorancia y la ingenuidad de la plebe, no parece caber duda, a juzgar por la denuncia de los mismos colegas. Vox populi, vox Dei. Qué la ineptitud prevalece entre los cofrades, haciendo que la Jurisprudencia descienda de su altura para cobijarse con la piel de lobo de la amoralidad inescrupulosa y desvergonzada, como un camouflage de la desintegración de la profesión. Que el fracasado se impone en el medio como tipo corriente de abogado? Es indudable que si el Derecho es el arte de lo bueno y de lo justo. una reacción vigorosa en contra de tal estado de descomposición profesional declarada, se impone. La pretendida y cándida medida de querer cerrar las puertas a los jóvenes estudiantes, es de tan pueril ingenuidad como de devastador alcance. Aun más, tendría el mismo efecto que pretender elevar el nivel artístico de un pueblo, impidiendo el cultivo de la pintura, la música y las bellas artes en general. E!
frío no está en la cobija.
Sabemos de sobra con Boileau que la critique est aisée et art est difficile. y aunque pretendamos censurar aspectos que seríamos capaces acaso de mejorar bien poco, sentimos la llamada de adentro que nos induce a terciar oficiosamente en este ridículo parto de los montes, sublime proyecto, que se nos ocurre, es muy digno hijo de progenitores que declaran pertenecer al grupo social en que impera la ineptitud y el fracaso. Hecho el diagnóstico, otros habrán de recetar. aquí viene nuestro cuarto a espadas. Nos dice Paracelso que Aquel que puede curar enfermedades, es médico.
Ni los emperadores, ni los papas, ni los colegios, ni las escuelas superiores pue den crear médicos. Pueden conferir privilegios y hacer que una persona que en en un su ¿Qué dirían de tan vergonzosa y espectacular proposición de naturaleza retrógada, como la que comentamos, un Horacio Mann, un Sarmiento, un Altamirano, un Vasconcelos o un Nieto Caballero, para no mencionar más educadores. En qué categoría de vertebrados nos colocarían, si pudieran informarse de este plan, hombres del tipo de Clemenceau, Laval, Hughes, Lloyd George, Marañón, Drago o Madariaga?
La actual aspiración universal, sus tonos más vigorosos, podríamos condensarla en un anhelo de paz y armonía. en cuanto a las relaciones de convivencia internacional; y eterno deseo de superación individual. en cuanto a la cultura superior del espíritu y de la inteligencia, ansia que permea las mentes y los corazones de los jóvenes que han nacido al calor de un ideal liberal, de libertad e igualdad de oportunidades para todos, en lo que a Educación atañe.
La diferencia entre la civilización y la cultura de una nación, corresponde en el individuo, a esa transición que va de un ideal de mera posesión de bienes materiales, característico del moderno aprovechamiento de la materia y de las fuerzas de la naturaleza, a un ideal de evolución superior de las fuerzas del corazón, de la mente y del espíritu, que lo capaciten, en el libre ejercicio de las a. que hay exceso de abogados practicando su profesión en el país. que la ineptitud prevalece en cofradía, dando por resultado, que el fracasado va siendo el tipo más corriente de abogado tico. y, que es, por lo tanto, de urgencia adoptar medidas pertinentes hacia hacia la dignificación, mejoramiento y elevación de su profesión.
Hasta aquí todo va bien. Pero ¿cómo explicarnos que en pleno siglo xx un grupo o uno solo de los elementos del Foro de una nación que se reputa civilizada, como Costa Rica, proponga, con todo desenfado, que se establezca limitaciones a las pocas oportunidades de cultura superior universitaria que nos es dable brindar a nuestras juventudes. La idea sola de cerrar la puerta de la Escuela de Derecho a aquellos que ansían prepararse en esa profesión con el ideal de poder llegar a servir mejor a la Patria o a la Humanidad, es digna de una época de oscurantismo medioeval y de ignorancia crasa, que creíamos ya pretérita e incompatible con el desarrollo de la técnica moderna en las profesiones liberales.
La mera enunciación del plan de po.
sible supresión de un curso universitario con miras egoístas, en un país verdaderamente culto, reduciría a polvo el poco prestigio de que aun gozara el atrevido profanador del Santa Sanctorum de la Jurisprudencia, en cuya fuente inagotable de saber, habrán de beber sin impedimento alguno fuera del que se deriva de la incapacidad propia. las juventudes de las generacio.
In angello cum libello Kempis.
En un rinconcito, con un librito, un buen cigarro y una copa de Anis Imperial suave delicioso. sin igual FABRICA NACIONAL DE LICORES San José, Costa Rica Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica