AnarchismCivil War

104 REPERTORIO AMERICANO No es cosa fácil penetrar en la psico Juárez logía, recomponer y coordinar años y en la luz actitudes de ciertos personajes.
Las complejidades de carácter, aunque la Por ANTONIO ACEVEDO ESCOBEDO trayectoria vital marque una sola línea Envío del autor. México, 1934 recta; la turbulencia de los hechos que les sirvieron de marco o en que actuaron, y las discusiones apasionadas que su figura haya provocado, implican en el escritor que se les acerca en plan de biógrafo una cautela más ceñida de la que es común emplear.
Ninguna de estas dificultades detuvo a la juvenll y madura voluntad de Héctor Pérez Martínez, para adueñarse de la vida de Benito Juárez y trazar una biogratia que hace lucido papel en la magnífica colección que la incorporó a sus títulos (1. El autor realizó una tarea bien ardua. En primer lugar, el esfuerzo que era necesario para obtener de nuestros libros de historia, de la correspondencia de Juárez y de obras diversas, una sucesión ordenada, cronológica, de los hechos de aquella existencia, hasta conseguir que la historia política del siglo xix mexicano girase en torno suyo. Es así, gracias a este rescate que trae a Juárez al primer plano, como Pérez Martínez infunde estremecimientos de vida a su perfil. En seguida, ya con los materiales amontonados, que esperan bien dispuestos la mano creadora, ir acercando a éstos la luz de la comprensión, determinar qué reBenito Juárez sorte intimo indujo a cierta actitud, qué (Hacia 1862)
circunstancia externa originó una reacción, que vaivén de pensamientos dominó por instantes. Amorosa faena de la viéndose en polos a menudo opuestos boratorio, que coloca a Pérez Martínez a su deseo, pero ineludibles: un día de en caminos de alta experiencia literaria. halago, otro de amargura. Hoy le veDesde la escena inicial en que la ma mos bien hallado en la calma burguesa ñanita brinca sobre la sierra y rueda al del hogar; mañana, proscrito en Nueva plan y se tiñen los caminos de un azul Orleans, torciendo cigarrillos en comgaseoso. en tanto que un breve grupo pañía de negros esclavos. Pero ello de indígenas se dirige a Ixtlán para ins qué importa? La vida es una vorágine cribir en la gracia del bautismo al mide dardos diminutos, los días. Por uno núsculo ídolo negro, hasta el día en que que acierta en el blanco. cuántos queel Presidente de la República deposita dan failidos, vibrando temblorosos en su alma en la noche más profunda, las el punto no desado de la aproximación!
páginas de Juárez el Impasible son la Así es como Juárez se halla un buen sinfonía progresiva de un destino que día investido con la máxima jerarquía entre ascenso y caída, entre tiniebla. y del poder nacional. Esta no es ninguclaridad, cumple sus etapas.
na posición envidiable. Antes y después El primer signo de ese destino se nos de la exaltación, las facciones asuelan muestra evidente cuando, durante una el país y hacen imposible la paz. Cada de las reuniones pueblerinas en que los hora de la vida de México y cada palliberales de la localidad se preguntan mo de su territorio son teatro de inconentre sí por el hombre que restablezca tenibles ambiciones políticas. Véase esen Oaxaca el orden para ellos normal, te edificante fragmento del resumen insel animador de la reunión, enarbolando titucional que ofrece Pérez Martínez, el haz anaranjado del quinqué arrancando de 1821 y 1857, año en que ge al último rincón de la estancia, donJuárez empieza a dominar. El vide Juárez se agazapa con el oído vigicepresidente de la República, general Anastasio Bustamante, se subleva en lante y el rostro impenetrable, y dice. Este que ven ustedes, reservado y Jalapa contra Guerrero y sube al Ejecutivo José María González Bocanegra.
grave, que parece inferior a nosotros, No tiene tiempo de asumir el Poder.
éste será un gran político, se levantará más alto que nosotros, llegará a ser uno Una revuelta en la Capital de la Repúde nuestros grandes hombres.
blica pone en su vez a Pedro Vélez.
Bustamante entra a México y desaloja la voz profética acerto. Porque de a Vélez. En orden semejante viven allí a poco el biografiado ya anda molas instituciones del país hasta 1857.
La presencia de Juárez en el puesto (1) Héctor Pérez Martinez: Juárez el impasible. Car culminante no calma, ni mucho menos, ta prólogo del Dr. José MI. Puig Casaurane. Primera edición. Madrid. Espasa Calpe, 1934. Tomo 40 de la intranquilidad y el bullicio. Pero Vidas Españolas e Hispano americanas del siglo xix.
276 Págs. Con ilustraciones.
insensiblemente la Constitución, norma que debe regir la vida bien orientada de los pueblos, va circundando sus estatutos con auras de respeto.
Resiste Juárez el rabioso descontento de los conservadores, traducido en guerra civil. Sus generales van allanando el camino como pueden, y saben disimular sus ansias de dominio, contagiados tal vez por la sumisión casi fanática del Presidente a la Ley. Sobre este punto, el doctor Puig Casauranc, en el prólogo, emite una opinión muy perspicaz: Juárez tuvo la habilidad, en esos difíciles años de trato con generales en que la suerte del país y la propia dependían exclusivamente de ellos, de dar la impresión de que ellos los militares eran los que todo lo hacían. Se necesitaba opacarse, hacerse perdonar de los héroes brillantes de los combates.
la superioridad jerárquica. que daba el grado de Presidente de la República.
Era la lucha del Icivil, del licenciado, del indio, contra la pléyade de héroes.
Había entre éstos, naturalmente, espíritus ponderados en quienes el brillo de la gloria no disminuía su respeto a la ley y a lo que quedaba de instituciones en México; pero eran más numerosos, indiscutiblemente, los casos de militares que, como González Ortega, no podían resignarse a admitir que, siendo ellos los que ganaban las batallas y los que derramaban su sangre, un pobre indio civil, huyendo día y noche por caminos y andurriales para salvar a la legalidad y a las instituciones republicanas, pudiera atreverse a entrar, en actitud de jefe supremo, a un campo estrictamente militar.
Las angustiosas condiciones a que el país queda sometido durante el Imperio del príncipe austriaco, logran concertar un tácito armisticio entre los bandos enemigos. Pero el odio de los conservadores, que aunque inactivo por un tiempo permanece latente, se acrecienta con el paso que Juárez, obligado por las circunstancias, atreve: la prórroga de su mandato constitucional. Apenas liquidada la desastroza aventura de la realeza europea en México, toda la vida política del país toma el curso normal: resistencia del que disfruta el poder para alejarse a tiempo, dialéctica sangrienta de los contrarios para persuadir sobre la voluntad del pueblo, anarquía. El 18 de julio de 1872, pisa Juárez el último escalón de la actividad humana.
Pérez Martínez, desde el punto de vista literario, ofrece rotunda prueba de sus capacidades para rehacer vida. Si el libro tuviese algún error histórico, pronto veremos a la puerta a los fieles guardianes de esa rama. Su convicción revolucionaria le permite enfocar a Juárez con la lente de la simpatía y el respeto. sin embargo, esa predisposición espontánea no lo encadena a una interpretación forzosamente apologética, hasta existen pasajes que, a simple vista, parecen compuestos con propósito de caricatura. Pero esto es, cuando mucho, mera habilidad psicoló(Pasa a la página 109)
se diriuna Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica