REPERTORIO AMERICANO EDITOR: García Monge Correos: Letra Suscrición mensual: 00 SEMANARIO DE CULTURA HISPANICA Desde que Garrison fundó su Liberator no hubo paz en la Unión: cómo crecen las ideas en la tierra. José Marli.
Representante en Hispanoamérica: Alfredo Piñeyro Téllez EXTERIOR. El semestre, 50 El año, 56. 00 o. am.
Giro bancario sobre Nueva York.
Amberes, 23 de octubre de 1934 La de Sr. don Daniel Samper Ortega, director de la Biblioteca Nacional. Bogotá.
resurrección la Biblioteca acierto a imaginarlas sino como la sucesión de penumbrosos salones desiertos, donde apenas roe algún vetusto pergamino, uno de aquellos investigadores Por ARMANDO SOLANO egoístas que buscan sólo la va De El Espectador. Bogotá nagloria, o una voluptuosidad impotente.
La biblioteca actual, que dicho sea de paso no abunda tampoco en Europa, no puede ser sino un centro de trabajo útil. Util no quiero decir remunerado inmediata y materialmente, sino apto para aumentar el patrimonio de la especie. En rigor, en rigor, la biblioteca que hoy necesitamos bien pudiera aún no tener inmensas estanterías abarrotadas de volúmenes. Bien le pudiera bastar con un pequeño fondo de libros en permanente consulta, siempre entre las manos de alguien, acompañando a casa al desvelado estudiante, y regresando a la biblioteca para partir en seguida. Quizá todas las bibliotecas acaben por ser ambulantes, como las secciones que hoy se fundan por todas partes.
Nuestra época, con claro pero Armando Solano irremediable desacierto, aborrePor Rendón ce lo sedentario. me parece que tal es la fisonomía que usted amdel biciona darle a nuestra bibloteca, es decir la de una colección de herramientas siempre nuevas, siempre limpias, para el traArmando Solano acaba de aceptar en un compinicado corto, bajo intelectual, trabajo que casencillo y conmovido la rectoria del Colegio de Boyacá. El de da dia se diferencia menos de los otros.
seo de servirle a la tierra mueve al escritor a la aceptación de un Cuando yo estudiaba, o mejor cargo modestamente honroso. Ningún poeta, capitán de almas, dicho, cuando era muchacho allá intérprete de sentimientos colectivos, se halla tan vinculado a su en nuestra dulce Santa Fe, me tierra como Armando Solano a Boyacá. Entre el escritor y la raaventuraba de vez en cuando por za se ha entablado un diálogo permanente, del cual existe el tesla sala de lectura de la bibliote.
timonio escrito en un bello livro sobre la melancolía indígena. ca del Salón de Grados. son Boyacá posee un espíritu propio, un autóctono y elemental senpocos los recuerdos que guardo tido artístico. No hace mucho Germán Arciniegas, sobre el lomo de algo más lóbrego y repelente.
El trabajo de consultar los sucios de los caballitos de Ráquira, hizo una incursión a la sensibilidad boyacense. Ese intento de estudio sobre peculiaridades nuestras, catálogos que se deshacían bajo los dedos, era inútil. Alli no fituvo su iniciador en Armando Solano. En su viaje por Europa ha enriquecido su inteligencia. Pero una nostalgia sentimental de su guraba nada aprovechable; cada que permitiese ampliar nuespaís lo incorpora de nuevo a él.
tras ideas en las materias que Ninguna elección más acertada que aquella que escogió a Arcursábamos entonces. Nada que mando Solano para dirigir un instituto de enseñanza. La labor nos informase acerca de las tende Solano no será la simple labor pedagógica. Cuánto logrará la dencias literarias en boga, ni de influencia de este extraordinario y cariñoso analista de su pueblo sus antecedentes. No recuerdo sobre una generación de boyacenses que aprenderá a amar a su con precisión si figuraba el Qulregión y a su raza, ennoblecidas por el bello idioma que mueve jote, pero sí, en todo caso, que se Armando Solano er: loanza de ambas.
le reputaba lectura vedada a los La permanencia de Solanɔ en el consulado de Almberes, donde jóvenes. Aquello era como una realizó una espléndida labor benéfica para el conocimiento de Co.
gran prendería, como una morlombia en Europa, ha servido para acrecentar, avivar y estimular gue de los libros, como un cusrsu amor por los pequeños y entrañables destinos de su departato de San Alejo consagrado a los mento, diferenciado con rasgos típicos en la topografia espiritual papeles. Después nunca volví.
de la república Evidentemente, debo confesar El gesto de Soiano es uno de esos gestos tan sólo logrados por que no seguí los hipotéticos prointeligencias de amplia generosidad. Ejercerá un magisterio ejem gresos que allí pudieron realizarplar desde la rectoria del Colegio de Boyacá. Como un verdade.
se.
ro pastor de espíritus, irá adoctrinando voluntades, en un amplio lo que asisto le lejos con ademán de sembrador. El Tiempo. Bogotá)
emoción, con emoción, esa es la (Sigue en la página anterior. Pasa a la pág. anterior)
Mi querido Daniel: Después de haber escrito a usted mi carta de la semana pasada, en la qual repeti las felicitaciones que antes le había enviado por su ejemplar labor en la biblioteca, senti el remordimiento de no publicar esos parabienes. No es justo ni humano que los buenos servidores del público, y en especial los consagrados a difundir e intensificar la cultura, queden pagados con cuatro palabras dichas confidencialmente, al oído, como si creyéramos que no debe interesarle a la masa el conocimiento de los hombres meritorios, que en el difícil momento actual seleccionan y ordenan los dispersos fragmen tos de nuestro pasado, para encaminarnos al porvenir por utas de sentimiento y de razón.
Dejo, pues, en estas líneas, que yo quisiera tan solemnes como mi poca significación lo permita, la constancia de cuánto admiro y agradezco la obra de usted, incansable y patriótica, dentro de la Biblioteca Nacional.
Usted, sostenido eficazmente, según declaración suya que lei, por el gobierno del señor Olaya Herrera y estimulado ahora y comprendido por López de Mesa, el máximo diputado de mi generación a la tarea capital de la enseñanza colectiva, va rápidamente logrando la erección de una biblioteca dinámica, de una biblioteca no sólo viviente, no sólo activa, sino nerviosa, preocu.
pada, poseída, en fin, del afán cultural, de la obsesión propagandista que cabe en un cerebro humano pero que se creia imposible en institutos de su género.
Usted es, Daniel, el animador, el vitalizador de la biblioteca. Ud.
es algo así como el Voronoff de la bibliografía colombiana. Ud.
comprendió que nada es mas tonto ni más estéril, quizá nada más irritante, que esas vastas y quietas aglomeraciones de libros que nadie lee. Yo creo que usted nunca entendió las lamentaciones de los oradores y de los escritores, cuando algunos de aquellos mudos depósitos de papel impreso y manuscrito fueron incendiados por la locura, o dispersado por la estupidez gloriosa de algún vencedor. Evidentemente, toda biblioteca es susceptible de rejuvenecer y andar, como la suya. Pero aquellas que la historia nos enseña a venerar, no Armando Solano, rector Colegio de Boyacá Imprenta LA TRIBUNA Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica