REPERTORIO AMERICANO 179 Ide stur erano il popeincipales Víctor Hugo, intimo caldo veces la rpida. Barn semanalde su De en que de su tránsito por el mundo dejó Alfonso Daudet fueron: el perfil nazareno cabeza, una bella cabeza rostrilarga, barbada y melenuda, que habían de copiar todos los artistas montmartreses de la época; varios libros, de espíritu conservador, que, como Safo. hicieron llorar a cuantos por aquel lejano ayer tenían veinte años, y un hijo: el combativo y anacrónico León, abanderado de los camelots du roi. Como si dijésemos el Gil Robles del Sena. pesar de la viveza de ciertas descripciones de índole sexual, la mentalidad del autor de Los reyes en el destierro aparece tan rutinaria como la de Alejandro Dumas (hijo. Evidentemente León Daudet es muy inferior a su padre. De las muchas obras que Alfonso legó a la posteridad, su vástago es la peor, la única que está sin corregir; por eso quizá la biografía de León el Tartarín de Action Francaise abunda erratas.
Una de las más imperdonables es su odio a Víctor Hugo; un odio que se atreve a poner en tela de juicio la inteligencia del poeta de Las orientales. E!
implacable León personifica en Hugo la estupidez del siglo xix. frase injusta, voceada a los cuatro vientos por los enemigos de la libertad. Le reconoce. y cómo negarlo? una gran fantasía. Fué declara un manejador hábil de la imagen y de la hiperbole. No le otorga otros méritos, y le trata de no.
velista por entregas. de versificador ramplón, de fabricante de melodramas y de revolucionario de pacotilla. Su vida privada tampoco le merece respeto, y sus infortunios conyugales le mueven a risa. Era un viejo sátiro, gordo, pequeño y avaricioso dice. que en su destierro de Guernesey se divertía en perseguir a sus criadas.
Después de conocer estos desahogos, escritos en la prosa hirsuta y precaria correspondiente al estrecho horizonte mental del libelista, hemos sentido la necesidad de repasar las Memorias. de Víctor Hugo; y de esta lectura ha resurgido ante nosotros, perínclita, ingente, la figura de aquel santo que nunca oyó misa; artista impar, en quien las energías del pensamiento eran tan caudales como las ternuras de su corazón.
Esas páginas íntimas, que su autor redactó a vuela pluma, no creyendo que fuesen publicadas jamás, tienen la fragancia de las rosas de Getsemaní. Rezuman sencillez y bondad. Son piadosas, misericordiosas, inefables. y tan humanas, esto es, encierran tanto dolor, que parecen escritas ayer. En Hugo, la labor evangelizadora del poeta la cantinúa el hombre.
Copiemos. enero 1866. Hoy, por primera tas veces lo pida. Dar semanalmente caldo y carne a ese pobre Por EDUARDO ZAMACOIS hombre que se dice católico en De Ahora. Madrid casa de! abate Lemenant, y aquí republicano. Tiene 80 años. Pagar el aceite de hígado de bacalao a los niños escrofulosos que, según dictamen facultativo, lo necesiten. Entregar cinco francos senianales a esa vieja que se idice centenaria. Creo que se adula. 23 febrero. Sigue helando y nevando. Autorizo a María a dar carbón a los pobres que lo soliciten, y la recomiendo vigilarles para que no lo vendan. 17 mayo. Uno de mis niños pobres ha muerto. Era hijo de un francés, llamado Felipe.
cuarenta niños que, por término medio, comen en mi casa desde hace cuatro años dos veces al mes, veinte todos los jueves.
carne y vino es el primero que muere. El caso merece consignarse.
30 mayo. Procuro enseñar a escribir a mis dos sirvientas, María y Marieta. Yo mismo las pongo ejemplos, escritos en grandes caracteres. 17 mayo 1869. El desgraciado Noircy, que recogí este invierno, ha falsificado los bonos de pan que doy a mis pobres Ayer consiguió que mi panadeVíctor Hugo ro, mediante un bono falso, le Caricatura de Garcia Cabral entregase un pan de seis libras.
Por esta falta le han prendido.
Lo siento. Deben de juzgarle vez, me endoso el gabán que acaba de pasado mañana, jueves. He escrito a arreglarme Ann Mourant. Alguien me Otermark, procurador de la reina, roha preguntado. Por qué no le da gándole que ese pobre diablo no sea usted sus trajes viejos a los pobres. condenado.
Yo he respondido. Porque a mis po 18 mayo. El procurador de la reibres prefiero darles el dinero que había na ha atendido mi solicitud. Noircy sede invertir en un traje nuevo.
rá libertado y embarcado gratuitamente Más adelante nos sorprende esta re para Jersey. Mañana temprano, se va.
flexión, digna del Sermón de la mon Le envío cinco francos, por conducto taña. del guardia Robert, y he pagado el pan Me gusta oír decir: En el destierro, que robó.
la puerta de Víctor Hugo tiene una hoja Lo más impresionante de las Memoabierta para los ricos y las dos hojas de rias de Hugo son los detalles: Era hipar en par abiertas para los pobres. jo de un francés dice Y, hablando En las notas siguientes, el tesoro de de Noircy: Mañana temprano, se va.
su caridad se derrite a raudales. Víctor Parece sentirlo. Y, a continuación: Hugo oportuno es recordarlo estaba Le envío cinco francos, por conducto excomulgado y era masón. Lo sabía del guardia Robert. Nimiedades, ca la caverna. si pueriles, que esparcen sobre estas pá 11 diciembre. La pobre joven tísica ginas un rocío de ternura y acusan la que alimentábamos falleció ayer. Mi mu complacencia con que fueron escritas.
jer ha dado una camisa para enterrarla. Víctor Hugo, poeta, novelista, drama 1863. Ordenes a María, mi cociturgo, orador político, tiene tiempo de nera: amar, también, a los animales y a las Dar pan a todo el que lo pida. En plantas. Su espíritu panteísta se intetregarme todas las solicitudes de trabajo. resa por todo; vibra y se conmueve por Emplear preferentemente y en aquellos todo, y sus confesiones son tiernas, inquehaceres compatibles con su edad a genuas, como una oración balbuceada los viejos. Estos socorros se facilitarán por unos labios niños.
lo mismo a los católicos que a los pro 23 febrero. Mi pobre perrito Senatestantes; hay que socorrer a todos. do. acaba de morir, después de terri.
Conceder los puestos que haya vacan bles convulsiones. He mandado inhumartes en la comida de los niños a los más le en el jardín.
pobres. Un pan semanal de tres libras 19 mayo. He encontrado en el sueal hermano de Virginia, que está tuber lo, ante el gran ventanal de mi cuarto Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica