24 REPERTORIO AMERICANO 175 AÑOS: 1759 1934 Juan Cristóbal Federico Schiller Poeta alemán, idealista y civil Por De Diario de Madrid Ayer, 10 de noviembre, se han cumplido los 175 años del nacimiento del gran poeta alemán Johann Christoph Friedrich von Schiller. Vió la luz en Marbach, el año 1759, y sus ojos visionarios se cerraron el de mayo de 1805 en Weimar. El ndundo le ha otorgado la categoría honorable de clásico. para indicar que Schiller no perteneció por modo exclusivo a un pueblo y a una época. Patrimonio que obliga a remomorar, vivos y exaltados, su alto nonbre y su elevado ejemplo. España, por añadilura, debe al poeta la gratitud de dos grandes obras sobre su historia azarosa: Don Carlos y El alzamiento de los Países Bajos.
ye cálida por su pluma: Wallenstein. imagen de la atmósfera guerrera de su tiempo, espejo de los desgarramientos medievales; La Doncella de Orleáns. primer drama romántico; La Desposada de Messina. primera obra moderna.
Quien va a morir, aún se vuelve a los amores de su juventud con Guillermo Tell. Pero ya no es un individuo, es un pueblo entero el que lucha por su libertad, el que rompe las cadenas de la tiranía Es su último gran aliento. 11 poeta tiene cuarenta y seis años y los pulmones destrozados. Hombre y poeta ya no pueden más. TRISTE CONMEMORACION VIDA PASION DEL POETA Schiller Los alemanes, como aun no han logrado resolver en nación de gran estilo sus lancinantes problemas, aman apasionadamente a sus grandes poetas tal vez con no poco filisteístro. porque con ellos se hacen la ilusión de compartir el vuelo audaz del espíritu.
Pongamos Schiller. Pongamos Goethe.
Pongamos. El alma de Schiller, de arranques sublimes y anhelos lejanos, saltaba la estrecha barrera de su época.
Su producción poética llevaba el sello de los elegidos y martirizados. El poeta era un ciudadano der Jahrhunderte, die erst kommen werden. de los siglos venideros.
Descendía de gentes de mediocre condición. Era su padre médico castrense del gran duque de Wurttemberg. ΕΙ joven Schiller hubo de estudiar Teología; mas el gian duque exigía para los hijos le sus oficiales la educación mi.
litar. Siete años pasó, pues, en la Karlschule Sus cartas de estos siete años de mílite aprendiz recuerdan escenas del Infierno de Dante. Al tener diecinueve noviembres el poeta rompió las cadenas de esta cárcel. Su obra primera, Los bandidos. es como el delirio lírico de un oprimido. El gran auque se conmovió: atrajo al poeta, le castigó con catorce días de prisión, le prohibió escribir le sometió a vigilancia de policía.
Huyó Schiller de su país natal y vivió bajo falso nonabre en cualquier otro Estado de Alemania. Saldó desde allí su cuenta con los tiranos de su juventud: La Conjuración de Fiesco en Génova es la obra de su fuga y de su rebelión. El Destino ha de resolverse en una atmósfera de idealismo febril. Con Kabale und Liebe. Amor e intriga. expone un corazón juvenil y ardiente al juego frío y mortal de los enredos de la corte. Schiller tenía entonces vcintitrés años y era ya uno de los grandes alemanes. Iba a comenzar la segunda época de su vida.
Este tránsito culmina en Don Carlos. Don Carlos es el hijo desdichado de Felipe II. Es el drama en que Schiller de de de los sueños de su ju ventud, encarnándolos en el romántico y fantasioso Don Carlos. Vemos a su lado al marqués de Posa, y este cabaiicro es un combatiente por la verdad, la justicia, la humanidad, triada romántica del idealismo de la época. Bajo el vestido de este hidalgo español deja el poeta un verdadero autorretrato.
Tres años después, la Revolución Francesa. El poeta la había presentido, la había deseado oscuramente. Pero Schiller sobre todo, era un alemán verdadero, esto es, un soñador, un lirico.
La lucha crudelísima de Francia por la realización de ideales comunes al poeta, caros a su corazón, llénale de espanto. Se refugia en el pasado: estudia la historia. Luego escribe sobre la rebelión de los Países Bajos, sobre la guerra de Treinta años. Quedan dos perlas de la literatura histórica. el premio de esta labor no tarda: el poeta es nombrado profesor de Historia en Jena, junto a Weimar, Weimar que era como una pequeña Atenas nórdica lajo el cetro regio de Carlos Augusto y bajo el numen universal de Goetbe.
En Jena despliega el genio lírico y teatral de Schiller sus grandes flores retóricas. La historia atormenta da fluDe su Walienstein, Schiller dejó dicho: Von de Partaien Gunst und Hasz verwirrt, schwankt sein Charakteroid in der Geschichte. Derrotado por el favor y el odio de los partidos, la ima gen de su carácter vacila en la historia. Palabras proféticas del poeta, de aplicación en nuestros días a él mismo.
Sus obras primeras respiran la angustia y el aire de tormenta de la época que precede como un rumbr profundo la Revolución Francesa. Luego sus estudios de historia, filoscia y literatura acrecen su imagen del mundo.
Las tragedias posteriores, en una Alemania oprimida, son expresión de su espíritu, espíritu alemán y universal ai unísono, en cuya creación trabaja con con él Kant y Goethe. Su ma obra, al fin, es la profecía de un Estado alemán unitario, realizado tres cuartos de siglo después. Ah, pero en forma muy otra a la que había deseado el poeta. El Estado alemán, no obstante su densa pesantez, sírvese hasta hoy, y ahora înás que nunca, de la lírica elocuencia patriótica y civil del poeta. Lo heroico en sus personajes, la titubeante oscuridad de su pathos cívico, el disfraz poético de sus proclamas políticas y nacionales. todo eso es vivo aún para ese pueblo alemán que se mueve todavía en una especie de pubertad dei espíritu. Pero no habla quizá el verdadero Schiller. Su lirismo tal vez se presta a que hoy festejen una figura de Schiller adecuada a la propia imagen de los señores de la Alemania actual.
El ídolo nacional, al que se fuerza a ser nacionalsocialista. jamás pensó servir de justificación a una posteridad para el imprevisible.
Si viviera Schiller, quizá lo expulsaran. desde el destierro, con los otros grandes espíritus alemanes de hoy, acaso exclamara con igual arranque pretérito: Amo a la humanidad y amo la libertad. Sólo la libertad engendra co(Pasa a la pág. 30)
en Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica