REPERTORIO AMERICANO 53 2 cesarios para hacer la dislocación de los oficios soldados.
Cuesta mucho arrancar a los maestros de su celo vicioso por instruir en cada hora hasta en el sueño lo quisieran y llevarlos a la flexibilidad sonriente de hacer leer por ir dando una lectura desinteresada hasta clavar en el niño la pasión subida de leer. ficci Madera de Emilia Prieto La verdad les dió sueño Lectura por los bibliotecarios. Entre las iniciativas ingeniosas para crear en los chiquitos la apetencia de leer, están la Hora del cuento en la escuela o la lectura por el bibliotecario en la misma sala de libros.
Recorre ahora nuestros pueblos una fiebre de la recitación poética, que se ha vuelto un género teatral bastante socorrido de los públicos. El ver esta moda asentada fácilmente en nuestros paises me ha hecho pensar en la utilidad preciosa que tendría el formar, en vez de esas recitadoras de tablado, un equipo de maestros y bibliotecarios que sepan leer bellamente, con donosura y magia, despertando por un lindo recitado en prosa la avidez de leer la pieza completa que se oyó a medias o la obra congénere.
Porque una de las causas del desgano o desabrimiento de nuestros niños hacia la lectura viene de lo mal que se lee en la escuela, de que la persona didáctica (y la prueba la pone quien esto escribe) aprendió a dar lecciones y no a leer con donaire o claridad.
Mayor bien que muchos cursos de esos llamados de especialización traerían unos de buen leer y de buen contar, hechos para maestros y bibliotecarios. El resultado de ellos podría ser un despleyamiento de la lectura del aula, una promoción del leer corriente a ejercicio selecto y un desperezarse de la lectura en general.
procurarse a los donantes y que formen un repertorio válido para escuela. Los padres de la triste ocurrencia de regalar lo jubilado de sus propios gustos entenderán y tal vez hasta celebren la pícara jugada.
cho por una lectura posible y holgada durante ese período de vacaciones, para nuestra empresa de hacer leer.
Las clases pudientes llevan sus niños a mar o montaña en esos meses; las pobres también logran mandarlos a playas o alturas en las llamadas colonias escolares.
Por lo tanto, viene a ser de mucho cuido el movilizar una biblioteca de niños hacia esos lugares de concentración, por volverse ellos el punto estratégico de unas masas infantiles y en pleno período propicio para que ellas se entreguen a la lectura sin tener delante el coco o el fantasmón de las lecciones.
Es lo frecuente que ni los padres se ocupan de hacer un acarreo copioso de libros para sus hijos en esta ocasión ni que en los pueblos de veraneo, a menos de tratarse de ciudades de lujo, haya a mano una biblioteca infantil.
Maestros y bibliotecarios. a propósito de lo anterior, hay que decir algo de estos dos oficios, amellizados en las ciudades pequeñas por razones de economía.
Parece, de tan relacionados que se hallan, que pueden hacer conjunción natural; pero no siempre la alianza resulta tan excelente como creemos.
El bibliotecario profesional acepta más fácilmente el concepto de que la lectura del niño entre los siete y los doce años va desde una recreación educativa a una recreación lisa y llana. El bibliotecario maestro ve casi siempre en la lectura libre de sus chicos otra manera de clase, en la cual él ha cedido la disertación a su colega el libro, al que busca todo lo seriote y sabihondo que se pueda.
Prefiero el bibliotecario profesional, aunque lo sé una pieza de lujo en nuestros países pobres y desprovistos aun de los fondos nePara todos sus regalos y frababajos artísticos ecuerde siempre la JOYERIA DEScriba González AVENIDA CENTRAL JOHN KEITH Co. INC.
SAN JOSE, COSTA RICA Bibliotecas circunstanciales. La Fiesta del Libro, invento de muy buena fortuna, puede lograr en dos o tres años la dotación de biblioteca en la escuela pobre.
Las familias se allanan a hacer el obsequio de un volumen, y cae una lluvia cerrada de libros sobre la escuela, lo que significa poblar en un día los muros de la sala pertinente sin esperar dotaciones oficiales.
Pero resultan una calamidad estas graciosas y no agraciadas bibliotecas. Las familias regalan, o bien libros que nunca se leyeron en casa, extraños bichos, curiosas abracadabras, o mandan volúmenes de una vejez indecorosa por su estropeo, o se desprenden de obras saturnianas que hicieron el deleite de los abuelos, pero que no encandilan ni al hijo ni al nieto.
Nace así una cómica biblioteca, verdadero aborto institucional, que me he encontrado en varias partes, hija de la pobre fiesta de circunstancia y ofensora de la misma. un maestro digno de su función no le queda sino hacer un auto de fe con esta malaventurada cosecha del Día del Libro, si quiere limpiar de roña sus anaqueles y dejarlos libres para apostar otros huéspedes más serviciales.
Aconsejaríamos a los maestros gestores de esta linda festividad del Día del Libro el pedido desembozado y hasta impertinente de regalos, según una lista de obras que puedan AGENTES REPRESENTANTES DE CASAS EXTRANJERAS Cajas Registradoras NATIONAL (The National Cash Register Co. Máquinas de Contabilidad BURROUGHS (Burroughs Adding Machine Co. Máquinas de Escribir ROYAL (Royal Tipewriter Co. Inc. Muebles de Acero y Equipo para Oficinas (Globe Wernicke Co. Implementos de Goma (United States Rubber Co. Maquinaria en General (James Motley, New York)
JOHN KEITH, RAMON RAMIREZ, SOCIO GERENTE.
SOCIO GERENTE. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica