162 REPERTORIO AMERICANO irremediablemente sojuzgada. Entretanto, el desenfreno de los instintos daba al traste con las pretéritas costumbres austeras: que así reinaba la corrupción de los ricos.
Para colmo de calamidades habría de surgir el imperio absolutista y habrían de reunirse en la persona del emperador las potestades del pueblo, desde la tribunitia potestas hasta la del pontífice máximo ¿Y no habían de resonar como gritos de batalla en aquel mundo romano los preceptos de Israel. no era como una negra tormenta que se echaba sobre el Foro todo el Viejo Testamento? Uno sólo de los preceptos mosaicos bastaba ciertamente para derrumbar la construcción quiritaria.
Cansancio mental Neurastenia Surmenage Fatiga general son las dolencias que se curan rápidamente con vez se explicarían ese otro fenómeno conexo de la esclavitud. Comprenderían, entre súbitas evidencias de historia, que la tierra lo es todo: que las ciudades sólo son episodios del campo, y que resuelto el problema de la liberación de la tierra, todos los otros problemas se resolverían solos; como, a la inversa, falto aquél de solución, todas las libertades públicas serían pura ilusión: la libertad política una burla, la libertad religiosa un sarcasmo, al paso que la vida nacional oscilaría siempre tristemente entre el poder despótico y la reacción demagógica.
Meditación antirromana, si las hay.
Corriente antirromana que aumentaba su caudal con los afluentes germánicos.
El germano sabido es no conocía otra especie de dominio que el ejercido sobre las cosas muebles; pues que la tierra era en Germania objeto de mera posesión que de año en año se distribuía alternativamente. Como en los años primitivos de la propia Roma, apenas si podía conservarse como propio el espacio del cortijo y del huerto.
KINOCOLA el medicamento del cual dice el distinguido Doctor Peña Murrieta, que presta grandes servicios a tratamientos dirigidos severa y científicamente Como gritos de batalla, así resonaban los viejos apotegmas mosaicos en aquel medio revolucionario. Moisés había legislado: Al séptimo día holgarás para que tome refrigerio el siervo y el extranjero. Exodo. XXIII, 12. también: Al séptimo año recobrará la libertad el siervo. Exodo. XXI, Séptimo día o séptimo año que hubieran marcado el fin de los tiempos para el derecho expoliatorio de Roma. Si dieres a mi pueblo dinero emprestado, al pobre que está contigo, no le impondrás usura. Exodo. XXII, 25. Esto también decía Moisés. cómo resonaría el versículo redentor en la ciudad de los usureros. Si tomares en prenda el vestido a tu prójimo, a puesta del sol se lo devolverás, porque sólo aquello es su cobertura, aquel es el vestido de sus carnes. Exodo. XXII, 26 y 27. minucia legislativa que justamente por serlo ganaba el corazón de los humildes. Este paternal acento, en la ciudad tremenda donde el acreedor atara a sus deudores al poste trágico de las deudas. Qué más decía Moisés? Decía: Seis años sembrarás tu tierra y allegarás su cosecha; mas al séptimo la idejarás y soltarás para que coman los pobres de tu pueblo. Exodo. XXII, 10 y 11. esto más: El sábado de la tierra os será para comer a ti y a tu siervo y a tu sierva y a tu criado y a tu extranjero que mora se contigo. Levítico. XXV, qué! Bastara un solo sábado de la tierra para organizar, si un punto lo quisiera Roma, el gran sábado de una noble humanidad redimida y solidaria. el jubileo. Santificaréis el año cincuenta y pregonaréis libertad de la tierra a todos sus moradores; éste os será jubileo, y volveréis cada uno a su posesión y cada uno a su familia. Levítico. XXV, 10. Mandamiento que se autoriza con este otro, realmente fundamental: La tierra no se venderá.
Porque la tierra es de Jehová y vosotros peregrinos y extranjeros sois. Levítico. XXV, 23. Esto en aquella Roma hambrienta de tierra, para cuya clase latifundista la tierra toda del orbe era poca.
Bien lo decía y bien lo detallaba Moisés. La tierra no era trasmisible sino tan sólo los frutos de la tierra, según resulta clarísimo de estos otros versículos en que se estatuye que el precio de los frutos aumenta o disminuye en razón de los años que falten para el jubileo: Conforme al número de los años después del jubileo comprarás a tu prójimo. Conforme al número de los frutos te venderá él a ti. Levitico. XXV, 15 y 16. pensar que esta Roma en que ya eran ludibrio las libertades públicas e irrisorios simulacros las magistraturas ponía antaño todo su honor en respetar las unas y las otras. Hasta la patria potestad cedía sus preeminencias nos lo refiere Aulo Gelio en aleccionadora página ante la dignidad magistral, de grado o por fuerza Así fué cómo el cónsul Fabio Máximo pudo ordenar a su padre, por medio del lictor, que se apeara del caballo en que permanecía montado en su presencia, con temerario olvido del acatamiento debido a las magistraturas del pueblo.
Llegando estaban los tiempos en que el descarado oprobio había de reemplazar a la antigua austeridad. Las madres, cuando se avenían a serlo, no daban ei pecho a los hijos, por no afear, haciéndolo, la turgencia de los senos. La lactancia mercenaria sustituía a la crianza maternal, no obstante que la corriente filosófica de la época consideraba también Aulo Gelio me es testigo que si el germen tiene fuerza y virtud para crear semejanzas de cuerpo y espíritu, la leche tiene propiedades análogas e igualmente poderosas. conclusión que se apoyaba en datos no discutidos de la historia natural, pues dicha influencia se había reconocido en no pocas especies animales. Pasaba por inconcuso este principio: Si las cabras maman de las ovejas o los corderos de las cabras, la lana de éstos será más ruda y la de OCTAVIO JIMENEZ Abogado y Notario Pensativos se quedarían oyendo estas cosas los primeros iniciados. La intui.
ción y el instinto, ya que no el saber, vendrían en su auxilio, y entenderían muy bien que allí donde no se respeta el orden natural de la vida luego surge la desigualdad. Comprenderían que pues toda la riqueza, absolutamente toda, procede, ya de un modo, ya de otro, de la tierra, solamente su justa distribución libremente ofrecida al trabajo libre de los hombres daría por resultado la igualdad humana, que no se funda, ni hay por qué, en que todos posean igual número de hectáreas en el territorio nacional, sino en que cada uno disponga del fruto de su trabajo. la luz de los principios mosaicos verían cómo creada la propiedad exclusiva del suelo el latifundio es su efecto inmediato. de una ALBERTAZZI AVENDAÑO ABOGADO OFICINA: SAN JOSE, COSTA RICA 50 varas Oeste de la Tesorería de la Junta de Caridad.
OFICINA: 75 vs. Oeste Botica Francesa TELEFONOS: Tel. 4184 Apdo. 338 OFICINA No. 3726. HABITACION No. 3183 Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica