REPERTORIO AMERICANO 341 Cuánta soombra de la que hay en mi alma daría por recobrarte, y qué amenazadores me parecer los nombres de los meses, y la palabra invierno qué sonido de tandbor lúgubre tiene.
y el puesto de ni rostro, y el arriendo de mi alma están situados en lo justo de la fuerza terrestre.
Enterrado junto al cocotero hallarás más tarde el cuchillo que escondí alli por temor de que me mataras, y ahora repentinamente quisiera oler su acero de cocina acostumbrado al peso de tu mano y al brillo de tu pie; bajo la humedad de la tierra, entre las sordas raíces, de los lenguajes humanos el pobre sólo sabría tu nombre y la espesa tierra no comprende tu nombre hecho de impenetrables substancias divinas.
Qué pura mi mirada de nocturna influencia, caída de ojos obscuros y feroz acicate, mi simétrica estatua de piernas gemelas sube hacia estrellas húmedas cada mañana, y mi boca de exilio nfuerde la carne y la uva, mis brazos de varón, mi pecho tatuado en que penetra el vello como ala de estaño, mi cara blanca hecha para la profundidad del sol, mi pelo hecho de ritos, de minerales negros, mi frente penetrante como golpe o camino, mi piel de hijo adu estinado al arado, mis ojos de sal ávida, de matrimonio rápido, mi lengua amiga blanda del dique y del buque, mis dientes de horario blanco, de equidad sistemática, la piel que hace a mi frente un vacío de hielos y en mi espalda se torna, y vuela en mis párpados, y se repliega sobre mi más profundo estímulo, y crece hacia las rosas en mis dedos, en mi mentón de hueso y en mis pies de riqueza.
Así como me aflige pensar en el claro día de tus piernas recostadas como detenidas y duras aguas solares, y la golondrina que durmiendo y volando vive en tus ojos, y el perro de furia que asilas en el corazón, así también veo las muertes que están entre nosotros desde ahora, y respiro en el aire la ceniza y lo destruído, el largo, solitario espacio que me rodea para siempre.
Daría este viento del mar gigante por tu brusca respiración oída en largas noches sin mezcla de olvido, uniéndose a la atmósfera como el látigo a la piel del caballo. por oírte orinar, en la oscuridad, en el fondo de la casa, como vertiendo una miel delgada, trémula, argentina, obstinada, duantas veces entregaría este coro de sambras que poseo y el ruido de espadas inútiles que se oye en mi alma, y la paloma de sangre que está solitaria en mi frente llamando cosas desaparecidas, seres desaparecidos, substancias extrañamente inseparables y perdidas. tú como un mes de estrella, como un beso fijo, como estructura de ala, o comienzos de otoño, niña, mi partidaria, mi amorosa, la luz hace su lecho bajo tus grandes párpados, dorados como bueyes, y la paloma redonda hace sus nidos blancos frecuentemente en ti.
JUNTOS NOSOTROS Hecha de ola en lingotes y tenazas blancas, tu salud de manzana furiosa se estira sin límite, el tonel temblador en que escucha tu estómago, tus manos hijas de la harina y del cielo.
Qué pura eres de sol o de noche caída, qué triunfal desmedida tu órbita de blanco, y tu pecho de pan, alto de clima, tu corona de árboles negros; bienamada, y tu nariz de animal solitario, de oveja salvaje que huele a sombra y a precipitada fuga tiránica.
Qué parecida eres al más largo beso, dy sacudida fija parece nutrirte, y su empuje de brasa, de bandera revuelta va latiendo en tus dominios y subiendo temblando, y entonces tu cabeza se adelgaza en cabellos, y su forma guerrera, su círculo seco, Se desplonta de súbito en hilos lineales como filos de espadas o herencias del humo.
Ahora, qué armas espléndidas mis manos, digna su pala de hueso y su lirio de uñas, Noticia de Libros y Autores (Registro bibliográfico titular de los libros y folletos que se reciban de los autores y de las Casas editoras. También de ESPASA CALPE, Madrid, Roberto Agramonte: El panorama culen la preciosa «Colección Universal. tural de Montalvo. Ambato. Ecuador. 1935.
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In angello cum libello Kempis.
En un rinconcito, con un librito, un buen cigarro y una copa de Anis Imperial suave delicioso. sin igual Los folletos instructivos: Gonzalo Chacón Trejos: Maquiavelo.
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Dr. Carrera Justiz: Universidad de la Habana. La Facultad de Derecho y de Ciencias Sociales. Su historia y sus prestigios.
FABRICA NACIONAL DE LICORES San José, Costa Rica Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica