REPERTORIO AMERICANO 69 ción del Ateneo y de la que siguió. Lo hizo brevemente, sagazmente, eliminando toda alusión política. Qué queda de la generación del Ateneo? Desde luego la muestra de una actitud seria antes las cosas de la cultura. Sus miembros fueron universitarios, profesores. Si no pudieron llegar a ser maestros en la profunda acepción de la palabra, no fué culpa de ellos. Fueron y son hombres cultos y en este sentido y sólo en este sentido son un antecedente de la generación nueva. Su poeta, Enrique González Martínez, tuvo tiempo de acabar y de perfilar una obra poética severa, seria, con más ventanas abiertas a los mundos de la conducta que a los de la intuición y a los del placer estrictamente poético, pero interesantisima para las letras mexicanas y americanas. De sus ensayistas a muchos de los cuales un exceso de rigor autocrítico hizo callar antes de tiempo Alfonso Reyes es, acaso, el de obra más cuantiosa y de más universal alcance. Torri, Díaz Dufoo, espiritus selectísimos, han producido obra breve y depurada, pero sin ecos, sin renonancias. Martín Luis Guzmán, que principió su carrera literaria cultivando el género del ensayo. ha llegado con el tiempo a ser el novelista de esta generación. La obra de novelista de Martin Luis Guzmán, como la de Mariano Azuela, hombre que por la edad no se instala en esta generación, es una prueba de la actitud de dos espíritus en contradicción con el ambiente en que surgieron y vivieron.
Ambos describen y el artista que describe, opina escenas de la Revolución Mexicana, con más perfección formal el primero, y acaso con mayor fuerza expresiva el segundo.
La obra de ambos ha producido imitaciones rápidas, periodísticas; ninguna influencia profunda. los que siguieron. Se refiere usted a la llamada generación de 1915, que yo he descrito y considerado siempre como un alcance a la del Ateneo? Algunos de sus miembros se realizaron en otros campos de la vida mexicana: en la política, en la economía, Lombardo Toledano, Gómez Morin, el mismo Bassols. En la literatura y en la poesía, ninguno.
En seguida, le pedí que consagrara unos minutos a la adivinación, peligroso oficio que tanto amaba José Vasconcelos, hasta el punto de escribir ese libro de pronósticos que es La raza cósmica. Vasconcelos cómo le complacía predecir no sólo el tiempo sino hasta las muertes antinaturales de sus amigos. En cambio, Villaurrutia, después de sacudir la ceniza de su cigarrillo americano, después de finalizar la sonrisa tras de la que oculta su meditación, me replicó. Que quiénes quedarán de las obras escritores actuales? La adivinación no es mi fuerte. Las predicciones literarias como las meteorológicas o como las predicciones en materia económica, preparan, a quien las ha ce, un lecho de ridiculo. La actualidad, en la que se suman pasado y presente y futuro, me atrae, en cambio. Si les hablo de mis amigos no es culpa mía.
Es culpa de ellos. es culpa de ellos porque son inteligentes. porque son inteligentes o sensibles o todo ello a la vez, son mis amigos.
La inversa no es a pesar de algunos malévolos. cierta. Un común denominador. el denominador de la cultura, de la honradez artistica, de la tendencia a la universalidad liga la obra de tantos espírtus diversos. El mexicanismo en sordina de Ortiz de Montellano, el virtuosismo de Torres Bodet, el refinamiento, el juego de asociaciones y disociaciones de Gilberto Owen, la fina sensibilidad de los Gorostizas, la disciplina mental y la capacidad de Jorge Cuesta. no piensa usted conmigo que Carlos Pellicer es el poeta de obra más considerable, personal e interesante del momento? Su influencia en poetas más jóvenes que él se hace sentir ya. no cree usted que en Salvador Novo poeta lírico, poeta satírico de primer orden están despiertas las cualidades de un novelista auténtico, actualisimo? La falta de cinismo y el miedo a lo trivial son las dos grandes barreras del novelista dice Jacques de Lacretelle. Novo no teme ser trivial y goza a menudo en ser cínico.
En esto del terrible y agradable cinismo de Novo, coincidimos. Quise tratar un tema ac tual: las relaciones de los escritores y la política. Deben interesarse aquéllos en ésta?
Según Villaurrutia, no, si no ésta en aquéllos. La madurez dirige al mundo. Sólo que en Europa la madurez es la conservación de la juventud, mientras que en América la madurez es la pérdida de la juventud. En México, actualmente, algunos jóvenes auténticos se han lanzado a la política y se han cimentado en ella con buen éxito. Esto es un síntoma espléndido. Pero. la juventud literaria debe interesarse en la política? Creo, más bien, que la política en la persona de sus hombres representativos debe interesarse por la juventud literaria. Crear una atmósfera propicia para que los buenos escritores mexicanos realicen su obra, sería una labor política inusitada en México. No lo hacen los países más avanzados? Crear becas, ayudar a la realización de obras de interés general, instituir premios de poesía, de novela y de teatro, sería en México algo tan interesante para el espíritu mexicano como cons.
truir presas, abrir caminos y trazar puentes.
Ya ve usted que es la política la que debe interesarse en la literatura.
Aquí me correspondía oponerle diversos argumentos, porque en mi opinión es un peligro el que la política se interese en la literatura, pues la desvía de sus primitivas intenciones, le impone condiciones para protegerla. Pero ya Villaurrutia se lanzaba en un camino apasionante: el del problema de una generación. La suya. Lo seguí. No un tiempo estuvieron colocados, se colocaron bajo el signo de Ulises, que es el de la investigación. Ulises se llamó una revista que fundaron y dirigieron Salvador Novo y el mismo Xavier Villaurrutia, y en la que insistió en que se diga esto Villaurrutia Samuel Ramos sólo fué un colaborador ocasional. Bueno, esto no es sino un incidente que sirve para fijar posiciones, porque todos siguen unidos en la intención y la orientación de su obra. Villaurrutia prosiguió. Hubo un tiempo en que los escritores jóvenes nos agrupamos por afinidades conscientes o inconscientes Fundamos revistas. Escribimos libros que tienen, a veces, cierto aire de familia. Pensamos juntos. Decimos juntos lo que pensamos. Una vez que hayamos dicho todo lo que tenemos que decir juntos, nos separaremos, porque es necesario que así sea, para que cada uno diga lo más suyo, lo más secreto. Esto. sucederá. sucedió ya. está sucediendo? No lo sabemos. Tampoco supimos cómo se hizo el grupo; un día, ya estaba hecho; del mismo modo, un día estará deshecho. Pero, aunque algunos no quieran, existimos como generación. Acaso la más lúcida, la más consciente de sus problemas, de sus peligros y de sus limitaciones. Qué importa que en torno a las palabras de uno de nosotros se levante un torbellino de inexactitudes, de envidias y de dudas.
Existimos a pesar de todo, a pesar de nosotros mismos. Qué importa que alguien pida que pongamos etiquetas de Made in Mexico a nuestras obras, si nosotros sabemos que nuestras obras serán mexicanas a pesar de que nuestra voluntad no se lo proponga, o, más bien, gracias a que se lo propone. Qué importa que se hable de regresar a 1917 si nosotros sabemos que en arte como en la vida no se regresa, que el tiempo no perdona. Qué importa que se nos acuse de soñar en Europa, o en Norteamérica, de saber idiomas, de aceptar influencias extranjeras, de no echar raíces en el suelo. Las raíces están presas, son las ramas lo que está libre; se mueven, se desprenden, viajan. Hoy un hombre digno de ese nombre lleva sensibles en su corazón todas las partes del planeta.
En este punto cierro esta primera conversación con Xavier Villaurrutia, al que dejé, avizor, en su escritorio. Asomado al patio de un ministerio, como si se inclinara sobre el espectáculo, integro, del mundo.
In angello cum libello Kempis. En un rinconcito, con un librito, un buen cigarro y una copa de ANIS IMPERIAL SUAVE. DELICIOSO SIN IGUAL.
FABRICA NACIONAL DE LICORES SAN JOSE, COSTA RICA Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica