REPERTORIO AMERICANO 195 Quiere Ud. buena Cerveza. Tome Selecta De mos colocado sobre la mesa la ermita de San Antolín y la casa del ermitaño. primera hora de la mañana, a las seis, van a llegar a esta casa varios personajes. Los vamos sacando de la caja. Los niños abren ávidamente los ojos. Llega primero el jefe del ejército carlista. Este jefe, miradlo bien, es el general don Rafael Maroto. Con él viene otro general que se llama don Antonio UrbizNo hay nada más agradable tondo. Se apean y esperan un momenni más delicioso.
to. En seguida sacamos de la caja otras tres figuritas. Una de ellas representaEs un producto Traube ta al jefe de las fuerzas cristinas, don Baldomero Espartero; otra es la de su ayudante, el brigadier Linaje, y la tercera, la del coronel Wilde, agregado inglés en el Cuartel general de Espartero.
con palabras sencillas por el campo de La guerra es la guerra, y la paz Se han reunido ya las cinco figuritas anla Historia y del Derecho. Los niños debe ser la paz. No se debe prolongar te la casa del ermitaño. Qué sucede comprenden más y mejor de lo que nos la guerra, una vez lograda la paz, con ahora? Pues ahora todos van entrando otros nos figuramos. La Historia tiene procesos, persecuciones, cárceles y conen la casa. Allí dentro, sentados en posu filosofía.
denas.
La Historia está íntimabres sillas, en el zaguán, han de cele mente ligada al Derecho político. Se po. Eso creo yo; otra cosa sería hacer brar una importante conferencia. dría decir que el Derecho político es una siembra de ren cores y malquerencias.
esa conversación ha de salir luego el segregación de la Historia. lo largo La guerra no acabaría nunca. TerminaConvenio. El Convenio será una resulde los siglos se va elaborando lentamen da en el campo, continuaría en la vida tante de lo que charlen aquí estos perte, con sacrificios y heroísmos, el Dere civil.
sonajes.
cho político. Reanudemos el diálogo: La guerra es una cosa terrible!
Pero nos falta otra cosa. Dónde he. Tienen ustedes muchos prisione. Sí, verdaderamente terrible! Lo mos dejado a los ayudantes de Espar ros? pregunta el ayudante cristino.
peor es que provoca en los ciudadanos tero y de Maroto. Los generales tienen Tenemos bastantes. ustedes?
pacíficos profundos odios.
sus ayudantes. No pueden dejar de te. También muchos. Si después de es. Difícil es sustraerse al ambiente de nerlos el general cristino y el general ta conferencia termina la guerra ¿Uste la guerra. Y, sin embargo, el ciudadacarlista. Rebusquemos en la caja. Aquí des pondrán en libertad a los prisione no verdaderamente civilizado debe coestán. Ahora, como los generales están ros?
locarse por encima de esos odios.
conversando en el zaguán de la casa, los Naturalmente.
Terminada la gue. qué diría usted si el Estado parayudantes tendrán que esperar fuera, rra, termina todo. ustedes no ha.
ticipara de esos rencores? Lo pregunto departiendo también. En este punto va rán lo mismo?
porque, como soy un apasionado del Demos a hacer que los dos avudantes ex Claro que sí. Sería absurdo, ya sin recho político, me interesa conocer su presen sus íntimos pensamientos. Será guerra, ya en la paz, mantener las priopinión este el verdadero coloquio de Abadiano. siones. La paz lo debe terminar todo.
Nos habíamos olvidado decir que el caNo he dedicado yo mi atención al Derecho político, como usted; pero con serío en que está enclavada la ermita se llama Abadiaro. De qué hablarán los las simples luces naturales voy a contesdos ayudantes? Vamos a ver, muchatarle. Una cosa es el Estado y otra la Cansancio mental sociedad. La sociedad, o una parte de chos. de qué queréis vosotros que hablen. si hiciéramos que los dos ayula sociedad, pueden apasionarse. ImagiNeurastenia dantes confesaran, ya metidos en connemos que la sociedad, o bien determiversación cordial, que a ellos no les gusnados elementos sociales, o bien tal o ta la guerra? En el País Vasco se ostenSurmenage cual parte de la sociedad, llegan a sentir tan bellos árboles. las seis de la matal ardimiento bélico que urden los plañana, en agosto, hace ya rato que ha sa Fatiga general nes más profundamente subversivos. Silido el sol. Al pie de un copudo árbol, guiendo esos diseños previos cometerán biaya o rable, dialogan los dos personason las dolencias que se estos o los otros actos. Es que el Estado corresponderá también con su apa Es raro que no le guste a usted la curan rápidamente con sionamiento a ese otro apasionamiento?
guerra! exclama el ayudante carlista. Indudablemente que no. Estado y. Es que a usted le gusta? pregunsociedad son cosas distintas. Cualquieta el ayudante cristino.
ra que sea la acción de una partícula so Si le he de decir a usted la verdad, cial, el Estado ha de permanecer siemtampoco a mí me agrada.
pre sereno y ecuánime. Aun usando los Entonces, ya ve usted cómo no tie el medicamento del cual dice ciudadanos de suma crueldad, jamás el ne nada de particular que siendo yo militar no me entusiasme la guerra.
el distinguido Doctor Peña Estado podría ser cruel. Nunca podría el Estado cohonestar sus demasías con. El hecho no es tan infrecuente coMurrieta, que las demasías de la sociedad.
mo nosotros suponemos. qué es lo que le gusta a usted. Estantos de acuerdo. No confundamás. presta grandes servicios a tra mos ias dos especies; por confundirlas Pues para olvidarme de la guerra se ansía a veces que el Estado reaccioleo libros de Historia. usted?
tamientos dirigidos severa y ne pasionalmente, como lo harían los No lo podrá usted creer; yo leo liciudadanos.
científicamente bros de Derecho político.
De pronto, una palmada sobre la meHay un momento de silencio. Los nisa. Saltan las figuritas y ríen los niños.
ños esperan.
Algunas personas mayoLa lección ha terminado. Es que no heres que se han acercado al grupo sonmos sabido explicarla con palabras basrien.
Ahora tenemos margen, después LA Agencia General de Publicidad de Eugenio Diaz Barneond, en San Salvador, puede darle tante sencillas? Otro día lo haremos de este breve prólogo, para espaciarnos una suscrición al Repertorio.
mejor.
jes: KINOCOLA Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica