REPERTORIO AMERICANO 221 El conde Lucanor paso El sexto centenario Por AZORIN Tomado del libro Los valores literarios. Tomo XI de las Obras completas, Rafael Caro Raggio, editor. Madrid, 1921 ro; la prosa es como el paisaje clásico po, don Rodrigo exclamaba sin irritarde Levante Un retrato imaginario. Este señor que el autor tanto con se. Bendito sea Dios; ca pues El lo templara en su mocedad y el espírique estamos observando año de 1329 fizo, esto es lo mejor! Siempre esta tu que entre líneas circula, el alma de! reflexión estaba en los labios del cabaes príncipe; su padre fué infante; su libro, semeja por su gravedad, por su abuelo no era otro que el santo rey don llero. No había pesadumbre ni angussutileza, a este otro panorama que don Fernando. Se llama este caballero el tia, por terribles que fueran, que lograJuan Manuel contempla ahora, ya en la príncipe don Juan Manuel. Ha peleado ran sacarle de esta su sabia conformisenectud, desde las ventanas de su cáardientemente en la guerra contra los dad.
Las gentes que le rodeaban licmara.
moros; muchos años ha pasado en esgaron a tomar enojo de esta ecuanimnitas lides allí cerca del mar MediterráDon Rodrigo. Para hacer ver lo que dad. Sin duda el sosegado caballero nɔ neo, en la tierra murciana, donde hay es el libro de nuestro autor, extractatenía alma.
palmeras y granados.
Ha entrado ya remos algunos de sus ejemplos; el lecAconteció que los enemigos de don ahora en la senectud; tiene el len tor nos perdonará si añadimos pincela Rodrigo pusiéronle a mal con el rey.
das y detalles. Una vez vivía un ca Dijéronle al rey que el caballero había to un poco tremulante y los cabellos canos. Toda su prestancia es de ballero que se llamaba don Rodrigo Me maquina do contra él una gran maldad.
léndez de Valdés. Asistía con su consosiego y de nobleza. En la mano dere(Los reyes se dejan engañar fácilmencha, ahora, cuando escribe, vemos lucir sejo al rey. Vivía holgada y cómoda te. El rey mandó matar a don Rodrimente. Su casa era ancha y rica; un una gruesa esmeralda en cerco de oro.
go. Llamólo a su palacio y concerto con ancho huerto se abría detrás del edifiEscribe atentamente el caballero en su sus cortesanos que cuando don Rodricámara, con el gesto sereno del Erascio. Don Rodrigo caminaba lentamente; go se hallase en camino lo matasen.
reposados eran sus ademanes. No gus Nuestro caballero, con mo retratado por Holbein. En el silensu sosiego de cio de la estancia se percibe el vago taba en su morada de ruidos turbado siempre, se dispuso al viaje. Ya sale de res. Su mesa mostrábase blanca, limpia su cámara. Ya va a bajar la escalera, rasgueo de la cortada pluma sobre el y bien abastada. Cuando hablaba nuesbianco pergangino; de cuando en cuanDe pronto da un traspiés, rueda por los tro caballero, lo hacía con palabras me escalones y se quiebra una pierna. Las do, por la ventana abierta llega el lejasuradas y breves. Su sosiego era inal gentes del caballero plañíanle y le deno son. rítmico y sonoro de una camterable. Si le acontecía un contratiem cían: Vos que decides siempre: Lo pana.
que Dios hace, esto es lo mejor, tened Cuando don Juan Manuel estaba en vos ahora este bien que Dios vos ha la guerra, su nota característica era el fecho. el caballero movía tristemenímpetu y la decisión. Al cabo de los de una obra famosa te la cabeza y perduraba en su conferaños, cuando la vejez ha venido, el príncipe quiere depositar en un libro su El conde Lucanor nidad con lo acaecido.
No pudo don Rodrigo acudir al llaexperiencia del mundo. En prosa clara, Por ROBERTO GIUSTI mamiento del rey. Con ello salvó la vilimpia, irónica a ratos, sentimental y De La Prensa. Buenos Aires. 23 Septiembre, 1934 da. Descubrióse tiempo después la falpatética de raro en raro, va escribiendo don Juan Manuel su libro en la soNo sé si los ojeadores de fechas famosas, sedad de lo imputado al caballero, y el históricas o literarias, han advertido la pro rey le perdono, con ledad de su cámara.
nuevas mercedes Dos personajes fi ximidad de una merecedora de ser destacay mandó castigar a los engañadores.
guran en la obra: un gran señor y un da entre ciento en los anales de la literatura, la moralidad del caso podemos expoconsejero suyo. las dudas del magnaespañola: el sexto centenario de El conde nerla en dos palabras. Conformémote, en los trances dificultosos de la vida, Lucanor, del infante don Juan Manuel.
nos con la realidad cuando contra la va respondiendo el consejero. Se llama Por estos mismos días, hace seiscientos realidad no podemos hacer nada. Reacaquél Lucanor; éste se apellida Patroaños, en uno de los cortos períodos de trecionernos contra la realidad cuando la nio.
castePara mejor expresar su doctrina, gua que pedía permitirse este Patronio refiere casos, anécdotas y sullano, sobrino, primo, tío y suegro de reyes, realidad pueda ser modificada por nosen su vida revuelta de señor feudal, iba él otros Devedes entender que aquellas cedidos que vienen de molde a lo de llevando a término aquel libro famoso, em cosas que acaescen son en dos maneras.
mandado por Lucanor. Luego, a la pos pezado hacia 1328 y firmado en su castillo La una es, si viene a hombre algún em tre, referido el caso, el consejero hace de Salmerón, en tierras ganadas a los moros bargo en que se pueda poner consejo.
la aplicación en palabras sencillas, bon en el reino de Murcia, el día doce de junio La otra es, si viene a hombre algún emdadosas y graves.
de la era de 1373, la cual corresponde al año bargo en que se non pueda poner conUna cuarentena de historias compode Cristo de 1335. Ya es tiempo, pues, de sejo alguno. Cuando llegue el primero recordar este centenario para nen el libro de don Juan Manuel. El prepararse conde de estos dos casos y la adversidad sea Lucanor dignamente a celebrarlo, tanto más cuanto lo titulamos ahora Cuando nuestro caballero acaba de esque la parte del libro universalmente conocontra nosotros, por nuestra inercia, no cida, que es la primera, estaba terininada, nos quejemos, no nos plañamos del cribir uno de sus capítulos, se levanta, en 1334.
Destino ni de la Providencia; en nuesda unos pasos por la estancia, contem Es una figura la de don Juan Manuel que tras manos ha estado nuestra salvación pla sus libros, echa un vistazo por la no puede menos de interesar grandemente a y no la hemos querido aprovechar.
ventana al paisaje. Desde la ventana los exploradores del pasado, porque la sen Cuando nos acontezca lo segundo, es se descubre el severo y noble campo de timos muy cerca de nosotros.
El es el tipo, decir, cuando no podamos, ni por ingeCastilla; una serranía azulina, con cirarísimo en sus días, nada infrecuente en nio o por fuerza, torcer el curso de los los tiempos modernos y muy particularmenmas blancas, cierra el horizonte, hasta hechos, nos lamentemos tampoco, te en el siglo XIX, del político ambicioso, la línea azul se extiende una campiña cauto y revolvedor, el cual es a la vez retino nos expandamos en vanos gemidos suavemente ondulada por los oteros y nado hombre de letras, y en sus escritos, y reproches: seamos dignos en nuestra recuestos. Hay un encanto hondo en es moralista entre severo y desengañado. Es el actitud; mostrémonos tranquilos, seretas obras primitivas de nuestra literaletrado medieval a cuyo propósito se ha dinos, ante la inexorable corriente de las tura. En La Celestina la espontaneidad cho con palabras del marqués de Santillana, cosas.
pasional va mezclada alardes inhombre de la misma estirpe moral e intelec2.
tempestivos de erudición; la fuerza, la tual, que la ciencia no embota el hierro de emoción, el sentimiento del artista salla lanza ni hace floja la espada en la maVa hede ziar Alhaquime. Una vez no del caballero.
va y hace olvidar estos Un tercer prócer literaera un rey. Era un rey moro. Dónengorrosos rio, de parecida fisonomía, aunque de perfil de vivía este rey. Dónde reinaba? Viarrequives escolásticos. En el conde más duro, viene naturalmente a la memo vía y reinaba en Córdoba; hace ya de Lucanor todo es sencillo, limpio y cla(Pasa a la página siguiente) esto muchos siglos. El palacio de este no con Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica