362 REPERTORIO AMERICANO grecorromanas que estaban fermentando en Córdoba.
Pero una oleada de almoravides fanáticos cruzó el Estrecho y ahogó aquel primer renacimiento internacional europeo. Empezó la historia de España con izquierdas y derechas. Maimonides y su contemporáneo Averroes tuvieron que emigrar de Córdoba y acabaron sus vidas en el extranjero. Maimonides encontró ocupación como médico de Sala dino, en El Cairo. Debió pensar como otro mayor que él. que aquellos que creen y piensan como tú son tus compatriotas y tus hermanos.
No fué, pues, Maimónides el que sufrió del régimen de fanatismo de los almoravides africanos. Fué España entera, que acabó por ser un país de reyezuelos taifas o caciques. Sufrió también, de rechazo, el país catalán. Aquella participación de Barcelona en el renacimiento aristotélico, que se iniciaba en Córdoba, terminó al extinguirse el gran foco andaluz. Para recobrar lo perdido en Córdoba con la emigración de Averroes y Maimonides, tuvimos que ir dos siglos después los catalanes a Paris, para recogerlo cristianizado por Alberto el Magno y Santo Tomás.
en su FABRICA DE MUEBLES Carpintería y Ebanistería Fábrica de Puertas y Ventanas, Trabajos Garantizados, Precios Módicos ENRIQUE VALLE PIE DE CUESTA DE MORAS Sobre Maimonides.
de este punto de vista, el empleo de pinturas y tapices para embellecer la casa no debe de ser considerado inmoral ni extravagante.
Maimonides define como humana sólo la mentalidad equilibrada y sensata, aplicándose a encontrar el justo medio Es la famosa doctrina de Aristóteles, del mesotes o conducta sin excesos ni deficiencias. Maimonides no aprueba penitencias para el cuerpo, ni castiges inmoderados con objeto de avanzar en el camino de perfección. Como siempre, comprueba su opinión con el socorro de las Escrituras. En la Ley mosaica (Núm. VI, 11) se dice que los nazarenos que no se lavan, viven el desierto, no beben vino y se visten con piel de camello, pecan contra alma. Hasta tal punto, que han de hacer enmienda de su conducta con sacrificio. No podrían vivir santamente se pregunta Maimonides. sin penitencias ni abstinencias?
Para Maimonides hay ocho peldaños en la escala de la caridad. El primero, es el de la limosna concedida a regañadientes a la vista del público. el octavo, el de la caridad más perfecta, es el no hacer limosna, sino procurar la justicia para que no haya pobres.
No hace falta comentario.
Siento presentar tan a la ligera al gran judío de Córdoba.
Su obra, voluminosa, es una maravilla de claridad y precisión. Los párrafos que he co.
piado son de la Guía de los perplejos y de su brevísimo pero precioso tratado de moral llamado los Ocho Capi tulos. Pero además trató de codificar el Talmud, como hicieron siglos más tarde los cristianos con las Decretales.
Tiene, por fin, varios opúsculos cortos de todas las materias, sobre todo, medicina.
Maimonides escribió sus obras árabe, la lengua culta internacional de fines del siglo décimo. Era cuando la Marca Hispánica servía de anillo de unión entre la Europa carolingia, apenas civilizada, y el Islam, cuyo centro principal era Córdoba. Por Barcelona pasaban los prelados de la Germania y de la Francia que iban a estudiar en Córdoba. Los canónigos de Barcelona vendían unas casas para comprar un libro, una Biblia. Los judíos, tanto los de Córdoba como los del país catalán, hacían esfuerzos, no para diferenciarse.
sino para integrarse, evitando el pietismo enojoso de la sinagoga, el gran renacimiento de la filosofía y ciencia en Concédeme la fuerza, la facilidad y la ocasión de rectificar siempre más conocimientos adquiridos y de extender el dominio de ellos, pues si el arte es inmenso, el espíritu del hombre puede igualmente extenderse sin fin y enriquecerse cada día con nuevos conocimientos, puede descubrir hoy muchos erroreg en su saber de ayer y el día siguiente puede traerle luces hoy insospechadas.
Aun cuando hecho este juramento enteramente en el espíritu de Maimbnides como dice el Dr. Pagel. Mainluni ais medizinischer Schriftsteller. las investigaciones realizadas no permiten asegurar que preda atribuirsele la magnifica oración (Peter Toeplitz, Das Gebet eines jüdischen Arztes. Israelit. Familienblatt, Hamburg, 1902.
Cit. por Pagel. Después, al estudiar las prescripciones higiénicas a que se sometían los judíos de la Europa Oriental, encontramos visibles las huellas de la medicina arábigo judea, en su época de más alto desarrollo. En la Mischna Tora se halla el mismo espiritu que dictó los famosos aforismos posteriormente traducidos bajo el nombre de Pirque Mosche. Sobre todo en el libro X, que trata de las expiaciones, así como en algunas partes del libro III y Limpia de los ergotismos de los comentadores, es en substancia la vieja inspiración galenica que pasa a través de los preceptos del Levitico.
Llevado por el interés de la psicopatologia, seguí en Maimonides su interpretación de las ilusiones y de la imaginación cuando despejado de los aditamentos teológicos in tenta comprender las visiones de los profetas. No participé de la suficiencia con que Spinoza lo trata en los primeros capítulos de su Tractatus. Más aun que aquellos trozos con hoy dignos de ser leídos por su belleza e inspiración los magníficos capítulos que dedica al profetismo entre los bebreos, fenómeno extraordinario en sí mismo y por su trascendencia universal.
Entré entonces de lleno al conocimiento del Moreh Nevujim. que no es el Guía de los descarriados como lo traduce el benemérito José Suárez Lorenzo en su buena versión castellana, desgraciadamente incom(Viene de la página anterior)
pleta, sino de los Indecisos o Perplejos, como surge de las propias palabras de Malmónides en la Introducción. El lector moderno se encuentra desorientado al iniciar la lectura de esta obra, la mág fundamental en la historia del judaísmo universal después del Viejo Testamento. Pero a poco se descubre su sentido tan netamente escolas tico, la tentativa de conciliar la ciencia de su época con la fe de sus antepasados para ofrecer este cuerpo de doctrinas, un nuevo Talmud, el más sólido asidero rabinico en los siglos que lo sucedieron. Escrito es Guia en una época de luces, la del singular esplendor del pensamiento arábigo juceo, cuando ya estaba impregnada de filosofia helénica la vieja ortodoxia judía, la teología rabínica no colmaba las necesidades es pirituales de la época. Moisés ben Maimon, que dominó la ciencia de entonces con en.
vergadura enciclopédica y vuelo filosófico, logró obviar esa necesidad de superlativa manera.
Corresponde exactamente la segunda escolástica, con su férrea contextura lógica.
Pocas veces se habrá dado conto en el Moreh una compenetración más intima de dos direcciones tan aparentemente divergentes como la bíblica y la aristotélica. Fué necesario su poderoso genio para fundirla en el criso) de su obra imperecedera, pues no se sabe qué admirar más si su conocimien.
to exhaustivo de la Tora o su identificación con el Estagirita al punto que al leerlo pareciera oirse razonar al griego Inmortal. El conocimiento de Dios y la cima de la humana perfección confluyen tan perfectamente en el pensamiento aristotélico como el maimónico. La verdadera ciencia que lleva a la perfección es el conocimiento de la divinidad, y no se llega a él sino por la sabiduría.
En la contparación que hace en la parte dedicada a la posesión de Dios. reserva a los profetas el más alto grado de sabidira, a aquellos que después de habersu perfeccionado en la metafísica, sólo ocupan su pensamiento en Dios, se entregan a el y hacen consistir toda la acción de su inteligencia en reflexionar acerca de los seres LA CONCHITA en Fábrica de CACAO de Superior Calidad.
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