Democracy

REPERTORIO AMERICANO 155 do del alma nuestra impasible, esfíngica, misteriosa. Alma de pueblo nuevo que no ha encontrado su expresión.
Tal siento que, tras la muerte de mi madre, en el fondo de mi alma queda muerto mi hogar.
y El poeta pone su emoción a la sordina y su verso, fulgurante de imágenes, se tamiza en una media luz tenue que tiene la leve y melancólica elegancia del claro obscuro. Hay luz de luna en el resplendor de las gemas del verso y un temblor humano recorre el canto que parecía anunciarnos la inmortalidad.
Hemos paseado ya por la tierra de la maravilla. Nos hemos sumergido en el misterio azul del mundo submarino en El Pescador de Perlas y hemos revivido el encanto de las épocas pretéritas que seducen a nuestro poeta en los versos aristocráticos de En una casa. colonial prestigiados por una noble pátina antigua: una doloroso paralelo con Don Quijote ha escrito Unamuno, recomienda en tono enfático la lectura del gran libro a todos los habitantes del Perú y Colombia.
Rasgos que definen por igual al Libertador, al discutido gobernante contemporáneo, y al poeta, no menos discutido, que con mano magistral ha forjado en su epopeya panteísta la rítmica escultura del héroe.
Enamorado de sí mismo, sano y alegre como un primitivo pastor trashumante, lleva Whitman a su canto de exaltación de las fuerzas naturales que en él culminan como un ser de selección de la especie humana. El versículo bíblico, amplio y religioso, le da la entonación para su canto apasionado.
Nuestro poeta, embriagado de la lujuria de su paisaje tropical, detiene sabiamente el vértigo en su hora de plenitud y dice con voz serena canción con que acaricia cielo, mar y tierra y exprime su alma cansada del mundo y siempre ávida de nuevas inefables bellezas. Mi ideal. escribió un día, y, enamorado de la plenitud ha de seguirlo repitiendo mentalmente en la vida y en el arte sería el de armonizar la imaginación del latino, la gravedad del germano y la energía del sajón.
Sin abatir su lírico penacho, ha hecho en la escuela del sufrimiento su aprerdizaje de humildad. No renuncia a sus épicos laureles, pero, como un Francis Jammes varoni) y doliente, nos habla de la intimidad del hogar azotado por el ala de la muerte. Las buenas cosas familiares dormidas en la soledad de los muebles dialogan acerca de la madre ausente que ha dejado la huella de una invisible presencia. Todo recuerda una antigua bondad hogareña, una apacible serenidad doméstica. y sin querer en el silencio de la noche oigo la gota que está llorando por el tiempo que se fué. Ha sido un hispanista norteamericano, el profesor George Umphrey, de la Universidad de Washington, quien más certeramente ha trazado el perfil psicológico de nuestro poeta, al intentar, con buen éxito, el paralelo de Chocano y Walt Whitman. El hombre de Camden fué, para el profesor, un demócrata enamorado de la igualdad, la libertad y la fraternidad. El poeta de Lima es aristócrata por naturaleza y naturalmente reclama parentesco con los caudillos sociales de todos los tiempos. Canta por igual a los conquistadores y a los héroes indígenas de la resistencia, personalidades dominantes que no pueden hallar cabida en las modernas democracias. Escribe en su juventud versos contra el tirano, que lo hacen conocer la prisión en hora temprana Nace su canto arrullado por el horror del Aljibe del Castillo del Rey Felipe que, desde época legendaria, conoce la tortura de los hombres que sufrieron persecución de justicia. Whitman canta a una democracia que tiene en Lincoln su capitán iluminado. Mira Chocano la desolada extensión de la América nuestra y busca siquiera un hombre que nos compense de la ausencia de un pueblo. Dolorosamente, ha de llegar a la conclusión de que las personalidades egregias y creadoras están en nuestro pasado. Una de ellas, entre todas, lo seduce: el Libertador Bolívar el poeta que, casi niño, conoció la prisión por sus ilusiones democráticas, termina virilmente declarando que, al gobierno de la farsa, prefiere el de la fuerza. Escribe un canto del gran poema que América debe a Bolívar y encuentra en el Presidente Leguía, con el mejor estímulo para dar cima a su obra, la más abierta comprensión crítica para medir el destino de este poema épico, inconcluso en su realización, completo y perfecto en su planeamiento arquitectónico. Si la Ilíada tanto sirvió para la unidad de Grecia escribía a Chocano el Presidente Leguía si la Divina Comedia fué la precursora de la unidad de Italia, yo no dudo de que la Epopeya del Libertador elevará el espíritu continental y determinará en día no lejano la unidad de América. Leguía, que era un déspota ilustrado y amante de la cultura, encargó a Chocano esta empresa espiritual porque consideró como obligación de su gobierno la de rendir un homenaje intelectual a nuestro Héroe epónimo. Y, antes de leer la obra realizada por el poeta, el Presidente estaba seguro de que, por la índole de su arte. habría de corresponder a una Iliada de América vista como al través de la fantasía de Dante.
El Presidente Leguía, gran bolivariano, tenía en su poder un autógrafo de Bolívar en la última página de un ejemplar de la primera edición hecha en Londres de El Ingenioso Hidalgo. Bolívar, cuyo Es un aguafuerte de la colonia en que a la elegancia y el refinamiento de la evocación de una época fastuosa e indolente, se une la pasión trágica escondida bajo la máscara de un alegre carnaval. vuelve su amor por los colores deslumbrantes al contemplar en los mares de América a ese mancebo que resucita con su viviente escultura la gloria de los días helénicos: al ver en lo obscuro brincar las estrellas imagínase una mano misteriosa que, en mitad del golfo las aguas penetra, y arroja a las nubes puñados de perlas. el hogar mío donde junto a mi padre siempre grave y sombrio mi madre gobernaba su rueca de cristal.
El poeta, según su propio decir, ha salido a correr aventuras en la noche de los siglos. Y, sin amargura, nos trae, estrujándose el corazón como un racimo, una experiencia triste y armoniosa Fascinado por la fábula oriental, marcha ahora como un rey que anda tierras vestido de pastor. Ha perdido, acaso, el áureo tesoro de las ilusiones pero ha conquistado la felicidad inefaEl recuerdo de la madre, como un templo sepultado, duerme en lo más profundo de su soledad silenciosa. GRANJA SAN ISIDRO MAX JIMÉNEZ CORONADO COSTA RICA Toro importado de la CARNATION MILK FARM Co. Gran Campeón del Estado de Kentucky, hijo del campeón del mundo.
Hijos de este foro y de vacas de pura raza se venden, de meses, a 1000. 00 (U. No debe olvidarse que este hato está inmune a la fiebre de garrapatas.
SIR INKA MAY VALENTINE Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica