Sandino

REPERTORIO AMERICANO Tomo XXX SEMANARIO DE CULTURA HISPANICA San José, Costa Rica 1935 Sábado 23 de Febrero Año XVI No. 720 Núm. SUMARIO García Monge Primicias de Oro de Indias El último libro de Chocano Juan leary Juan del Camino Aniversario Azorin Alberto Guillén Corpus Barga Hai kais Ante el Monumento Nacional, Dos Poesias de Garcia Lorca EI VIII centenario del nacimiento de Maimonides Mi responso por el difunto Salamanca.
Otra calamidad a las puertas Los cuatro dones Yerma y la política Mars.
Roberto Meza Fuentes Norberto Pinilla José Marii Juan Marinello Blanca Milanés Alberto Guillen Ante el Monumento Nacional Algunos lectores preocupados nos han pedido que asi como hemos recordado a Sandino en el 1er. aniversario de su muerte, exaltemos también la memoria de otro de nuestros libertadores, Juan Rafael Mora, victima de la «perversa politica costarricense. como él certeramente la calificó antes de morir. Nos parece que podríamos complacerlos reproduciendo estas palabras, dichas en la mañana del 15 de setiembre de 1921 a los estudiantes del Liceo de Costa Rica y del Colegio de Señoritas, y publicada en el Rep. Am. del 19 de setiembre del mismo año (Vol. III. 3)
dad que las oligarquías vanidosas y ambiciosillas que convierten el gobierno en un bien privado y no en lo que de be ser, un bien público; y anteponen sus egoísmos repugnantes y sin escrupulos a la suerte misma de la Patria.
Con lo que también se indica a vuestros profesores que el risueño ideal de servicio, de ser útil a los demás, de cooperar, es la primera de las lecciones morales que ellos deben daros, jóvenes estudiantes.
Conga TE Jóvenes estudiantes: Como un testimonio de la gratitud nacional, erigióse un día este Monumento a los inmortales que en los gloriosos del 56 estuvieron resueltos a no consentir opresiones extrañas en tierras de Centro América, a vivir y a hablar por su cuenta y riesgo, en su propio nombre, de conformidad con las altas norntas y el ejemplo de los augustos fundadores de estas patrias (1. Lo erigieron los mayores para perpetuar en el bronce las inclitas hazañas de los elegidos y con ello inscribir excelsamente la perdurable lección que sirviera de ejempio y estímulo a las futuras generaciones. Que los pueblos previsores y magnánimos recurren a los mármoles y a los bronces para simbolizar en ellos fechas memorables, y así ponerlas a salvo de olvidos o injusticias, o como columnas miliares a lo largo de la vía, para recordaries a los que vienen que no son hijos de las peñas, que tienen precursores abnegados e ilustres y una tradición estimable que conocer, respetar y proseguir. estos monumentos se concurre en horas solemnes como la presente, a renovar la fe en los destinos de la Patria, a buscar inspiración y luces, enseñanzas y estímulos para continuar la ruta emprendida, en alto la cabeza y regocijado el corazón.
Joan Rafael Men Presidente despierto de Costa Rica, y libertador de Centro América, en los años memorables del 56 57. Militares a sueldo de la oligarquía capitalista costarriquena, ignominiosamente lo fusilaron en Puntarenas, Costa Rica, el 30 de setiembre de 1860. Por supuesto, ahora tiene estatua.
Lo erigieron los mayores para advertirnos que la libertad hay que conquistarla y reconquistarla continuamente.
que sólo se pierden los pueblos que se cansan de ser libres; porque si importa saber córdo fuimos libres, importa más saber cómo conservarnos libres, cómo mantener en asta firme la enseña de los libertadores: el problema que ellos resolvieron en el 56, sigue siendo nuestro problema. Para advertirnos que no basta haocr heredado de nuestros abuelos la tierra que fué de ellos, sino conservar y cuidar la que será de nuez tros hijos: porque los viejos supieron que uno de los ineludibles deberes de!
hombre y del ciudadano es la conservación, a todo tiance, del suelo nativo; sin él no hay libcrtad económica y sin ésta no hay soberanía posible. La tierra es la que sustenta a hombres libres. Los pueblos que venden sus tierras porque ya no quieren, no pueden o no saben cultivatlas con estudio y cariño, de propietarios se tornan inquilinos. Es digna de la escultura esta previsora y saludable advertencia del profeta Martí a sus pueblos de América: El suelo es la úni ca propiedad plena del hombre y tesoro común que a todos iguala, por lo que para la dicha de la persona y la calma pública, no se ha de ceder, ni fiar a otro, ni hipotecar jamás.
Lo erigieron los mayores para enseñarnos como se defiende con fiereza el suelo nativo, que da el sustento y la libertad; cómo es bueno morir, y se sabe morir sin cobardías, por causas dignas, cuando la injusticia y la opresión amenazan el decoro de la Patria; cómo pelean con audacia los pueblos que quieren darse patria, patria grande, y libertad; no en el aislamiento sino juntos, unos en las horas de peligro, unos en las esperanzas y los regocijos, unos en las tendencias hacia ulteriores y más halagüeñas realidades. Ayer los cinco pueblos de Centro América, mañana todos los del Continente hispano; por que vamos hacia la América una, según la trayectoria espiritual que los homagnos y videntes de estas patrias nos han descrito y que sólo cierta ceguera nos impide verla. Con lo que también quisieron enseñarnos que la patria es obra de concordia, de cooperación y simpatía, que los hijos unidos hacen la pa tria superior con que los buenos soñaron. Con lo cual también quisieron decirnos que las guerras intestinas conspiran contra ia integridad moral y territoriai de la Patria y le abren la puerta a los extraños, que se aprovechan de nuestras debilidades y rencores; que nada es más funesto para una comuni(1) Según Mr. Soulé, agente de Walker en Nueva Orleans, el bucanero yanqui se proponía consolidar en una República anglo sajona las cinco de Centro América y con capitalistas norteamericanos, dominar la ruta Interoceánica de Nicaragua; cosa que, en parte, a estas horas ya se ha logrado.
Enseña el Monumento que Centro América y la América entera, abiertas a los intereses de la civilización occidental, no se alzaron de las aguas para convertirse en factorías de los pueblos Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica