Joaquín García Monge

382 REPERTORIO AMERICANO Estampas Las dos manos, y hasta luego Por JUAN DEL CAMINO Colaboración. Costa Rica y junio del 35 nos creen.
es mi He vuelto a leer mi querido don Joaquín las primeras Estampas publicadas hace seis años ya en Repertorio Americano. Pensando en usted he recordado la aspiración de Martí cuando publicaba su revista para los niños americanos: que si alguna vez nos encuentra un niño de América por el mundo nos apriete mucho la mano, co.
mo a un amigo viejo, y diga donde todo el mundo lo oiga: Este hombre de la Edad de Oro fué mi amigo! Yo tengo que decir siempre: Este hombre de Repertorio Americano amigo! usted debo mi afición grande por las cosas de nuestra América. usted debo la constancia con que he podido escribir mi nota semanal. Cerca de usted aprende uno a trabajar sin aspavientos. Su obra como editor inteligente y con rumbo bien trazado es grande La ha realizado con la aspi.
ración de hacer por estos pueblos cruzada en favor de su libertad y Su cultura Lo he visto en el sacrificio que traen estas empresas y nunca recuerdo haberle encontrado vencido por el desaliento. Qué no hace usted de Repertorio? Sólo imprimirlo no es tarea suya. Pero lo demás sólo usted lo ha hecho. Es algo que sorprende. Hasta el papelillo que lleva la dirección del suscritor es engomado y pegado por usted.
Cuando pienso en el esfuerzo puesto en cada entrega me explico que Repertorio haya logrado vida larga en Amé.
rica. En realidad no está vinculado a nadie más que a usted. La imprenta lo levanta e imprimte y usted dirige el trabajo de la imprenta. Hasta en esa actividad pone usted parte importante. la economía de la revista, eso que debe confiarse al experto en números, es de su exclusivo manejo. No tiene Reperto.
rio sueldos que pagar. Ni podría tampoco pagarlos. Es de entradas muy escasas y apenas manejadas en la forma severa en que usted las maneja, puede mantenerse en pie. La planta de empleados de Repertorio Americano está formada por don Joaquín García Monge, nada más.
Por eso digo que al cabo de seis años de escribir y publicar en Repertorio mis Estampas encuentro que la continuidad sólo la debo a usted. Trabajar sin ambiciones, sin cálcuios que desvelen es cosa difícil. Repertorio sólo le ha traído a usted sacrificios. Pero como lo fundo por aspiraciones de servicio continental le ha sido fácil sostenerlo sin desengaños. Aspiraciones de esa índole dan tono al espíritu y las luchas no lo vuelven miserable. No ha esperado jamás encontrar a la vuelta de cada año transcurrido recompensas. Ni siquiera se ha preocupado por el transcurso de los años. El batallar es grande y quien no lo teme sabe que cada día debe ser mayor la vigilancia. En las cuestiones de esta América nuestra es quizá usted el americano que más hondas preocupaciones han tenido. Su afán ha sido llevar Repertorio a todos los sitios de lectura de estos países, no importa la categoría del lector ni del sitio. Como sus páginas van con el escrito que en todo inonsento interesa, alguna inquietud despiertan. Esto es lo que ha in.
teresado a usted. Obra de paciencia y de inteligencia Por esto Repertorio vive y ha penetrado vivamente en la conciencia de América.
También los americanos que quieren a su tierra honrada y con decoro dirán de usted en el tono de Martí. Este hombre de Repertorio Americano fue mi amigo! Tienen que decirlo, porque es duradera su labor. De todos lados llega el juicio enaltecedor. esa invitación que le hace la Liga de Naciones ¿qué es si no el reconocimiento de ia inmensa red americanista tendida inte ligentemente por usted? El organismo creado para mantener la paz del mundo lo lleva a usted a Europa. Los que hemos estado cerca de usted tantos años encontramos que la Liga ha tenido visión para escoger de esta vez a su huésped de América.
Lleva precisamente al divulgador de ideas que es el espíritu menos propicio al reconoci.
miento público. No querrá de seguro la Liga testigo americano que venga luego a pregonar lo que en su seno se hace. Para eso tiene la multitud de dele.
gados de estas naciones.
No, lo que parece haber querido la Liga es decir a nuestros pueblos que destaca una figura de luchador que ha estado trabajando por ellos sin aspavientos, sin tender la mano en busca de protección. Invita la Liga al luchador con rumbo que mantiene su combate año con año sin desalientos, sin claudicaciones. El claudi.
cador es cosa corriente entre nosotros y por allí nos viene el recelo con que nos miran. Estamos empeñados en una campaña de liberación y no tienen razón los descreídos.
Son tantos los canallas que simulan capacidad de luchadores para obtener con el andar del tiempo bienestares y prebendas. Esos canallas hacen que el ba.
talla dor honrado y constante despierte recelos. Por eso digo que la Liga reconoce en su labor la labor de uno de los espíritus con rumbo cierto. Lo reconoce y lo lleva a visitarle para que las naciones entiendan cómo puede en ciertos momentos honrarse al buen luchador.
Resentirá a usted lo que estoy diciendo, pero cuando vuelvo los ojos atrás y veo lo que he hecho en seis años de trabajo en Repertorio, no encuentro que deba sentirme vinculado a nadie más que a usted. No cometo la tontería de afirmar que tengo hecha obra alguna.
Simplemente estoy reconociendo que he podido en mis aspiraciones de escritor modesto ser constante. Es constancia que debo a su compañía. lo que he logrado en mis aspiraciones americanistas lo debo a usted. Me interesan vivamente nuestros problemas y siento que es interés infundido por usted. De modo que cuando veo que ha de interrumpirse el trabajo porque el vigia es llamado y sin él es mejor el silencio, me parece que es de justicia decirlo.
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Por Rafael Alberto Arrieta. La Plata. Rep.
Argentina. 1935 Editado por la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la Universidad de La Plata. Es el Tomo XVI de la BIBLIOTECA HUMANIDADES.
Vuelo al Orinoco. Por Nieto Caballero, Libreria Colombiana, Bogotá. 1935.
La novela indianista en Hispano America. 1832 1889. Por Concha Meléndez.
Madrid. 1934. o de la serie Estudios hispánicos. Monografias de la Universidad de Puerto Rico.
Con la autora: Universidad de Puerto Rico. Río Piedras, Fernando Diez de Medina: El velero mafinal. Ensayos. Edit. América. La Paz.
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Con la autora: Av. Friedland. Paris 8e.
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