Violence

350 REPERTORIO AMERICANO Primer aniversario de Arvelo Larriva. mos, ejemplo de lo que llegó a procrear una noble raza en la soledad de los de(Viene de la página 344)
siertos abanicados de palmas.
manifestaciones, las angustias de un hí La confabulación de la bestiambre, juAun nos preguntamos, en los días gado mordido por las amarguras y el rada enemiga, acaba así con los héroes que hoy regulan instanteros cronomépaludismo de las costas caribeñas. Eren la zona del Caribe. Los que lo cotricos, y reglamentos municipales, quién nesto Albertos sabía bien su símil, al nocimos, podemos estar seguros de pudo ser más poeta, más héroe, más medirlo íntegro y hallarlo justo, contra mártir, dantescamente genial, que Arla sombra trágica revestida de púrpura.
que vimos un hermoso ejemplar de una velo Larriva. Grítelo el poema, graque el Giotto legó a la posteridad.
especie humana que no es fácil siga pofiado como a zarpazos de puma, que En lo íntimo de esa violencia, de ese blando nuestras prósperas colonias del marca su estada en México, en que ímpetu centauresco, de esa ecuatorial petróleo, el knut y las condecoraciones, afirma toda su filiación vital poética, lujuria de emociones y de imágenes, Fornido de nables valores, desdeñoso insólita ya en un mundo de racionalique desbordaba sus pláticas y sus poede mezquindades, altivo de romanticis zación crisis literaria permanentes.
mas en brazos amazónicos, residía increíblemente. la delicadeza límpida LAS SIETE LAMPARAS VOTIVAS y absoluta, la visión sagaz y primitiva de las cosas, de que dan fe frecuenA Díaz Mirón, en Veracruz tes alusiones rurales, infantiles, y aun Volcán de altiva cuntbre, de lumbre ho.
de gracia y temblor adolescente, en sus méricai temas. Salacidad pánida, eclosión de Me recibes enfermo, tendido en cama. pasión y poesía y amor de América, fuerzas próvidas, resuellos de trapiches Se te oxidan las fuerzas, viejo león; ciega de sol, preñada de porvenir!
de piernas entre la maraña de las hamas no herrumbra el olvido tu recia fama, ciendas, humedad febril de almácigas ni herrumbra la tristeza tu corazón.
Varón Fopocatépetl, hombre Orizaba, silvestres, bullir billonario de gérmenes por el pecho te miro correr la lava en la siesta, gusaneos solares sobre los En los ojos te fulge la interna flama: y en los ojos la interna flama fulgir!
remansos, vida incontenible amparada humo expiras: tu habano breve tizón2 por el agua y el calor en las selvas sin por el pecho en ceniza se te derramia.
barreras; sus poemas concentran todo me acuerdas volcanes en erupción.
Luminosa la niña, cual funa estrella ese vigor espontáneo, y el tópico vulgar que irradiara ternura sobre tu mal: de literatura tropical. se justifica y cuidados, que son mimos, te los da ella: se hace admirable en sus extensos rasy traza lo que dictas, musa filial.
tros líricos, huellas de rey de la selva.
INDICE Pero dentro de sus poemas hay mucho ante la dulce gracia de la doncella, más; por doquiera, el centelleo de genen cuyo acento riman oro y cristal, tiles intenciones recónditas, el dagazo su generoso impulso tu ánimo sella: florentino de alusiones sangrientas, prome bendice en tu afecto voz patriarcal.
pias de una época de censuras y mordazas, el subentendido de malicias y epiEDICIONES DE «EL CONVIVIO» Pródigo de nobleza, me llamas hijo.
En la mano tremenda que me bendijo, gramas felices, y no pocas veces, la gra 15 EL EJEMPLAR posé los labios, mudos de la emoción.
cia temblequeante de una gota de rocío piadoso. Sabía acariciar bien a las muErnesto Renán: Páginas escogidas. sentime en la Biblia, duando en la sombra Julio Torri: Ensayos y fantasias sas, con su mano de domador de potros Rafael Heliodoro Valle: El rosal del Ermitaño.
Jacob se enfrenta al Angel que no se nombra cerreros. En su corpazo, sostenido por Kalil Gibrán: El loco.
y conquista, por lauro, su bendición.
piernas cambas, atisbaba el alma de Carlos Guido y Spane: Poesías. nardo del árabe español. Sus enormes Eugenio de Ors: De la amistad y del diálogo.
Emilio Roig de Leuchsenring: El caballero que poemas inéditos, que serán gloria de ha perdido su señora.
Si tu orgullo o manda, tu sér se inmola.
nuestra literatura, coraprenden cosas Mariano Aramburo y Machado: Discursos.
Lo mismo en el Octubre que en el Abril como La Hermana Zangarilleja. y coJosé Chacón y Calvo: Ensayos sentimentales.
Marcada plomo y fierro tu carne sola: mo una descripción de la vida llanera.
Samuel Velásquez: Madre.
José Moreno Villa: Florilegio.
tu dignidad, ilesa; brava y gentil.
que equivalen la obra toda de Lazo Napoleón Pacheco: Personalidad literaria de Martí.
Ventura García Calderón.
Sobre el mármol pulido de la consola, Juvenal de una generación infortunaRabindranah Tagore: El jardinero de amor. junto a la plegadera plata y marfilErnesto Renán: Páginas escogidas (otra serie. da yace con negro brillo tu fiel pistola, y de una época ominosa, llegaron Arturo Torres Rioseco: Walt Whitman.
castigo fulminante de insulto vil, los bandidos y los cretinos a considerar Juan de Bonnefon: El Cantar de los Cantares su existencia misma como un insulto que trata de Salomón Versión de Rafael EsPistola de calibre 44, personal. Por igual eran temidos sus trada Clásicos y Modernos: Lecturas de Varona. no para las tragedias en el teatro, sonetos y sus golpes. Con unos y otros Freudlich: Savitri (un episodio del Mar sí para la tragedia de viva faz: modeló toda una conciencia de su am habharata.
biente. Vivió en lugares y tiempos en Dimitri Ivanovitch: La ventana y otros poemas. justiciera pistola del homicida que los héroes no libertan princesas ni Rómulo Tovar: De Atenas y de la Filosofia. que de la torpe injuria guarda la herida Arturo Torres Rioseco: En el encantamiento.
pero no la vergüenza, reposa en paz.
pueblos; sino que, durante el sueño, Carlos Vaz Ferreira: Reacciones.
despiertan sorprendidos y amordazados Enrique Diez Canedo: Sala de retratos. por miriadas de termites, y arrastrados Ernesto Renán: Emma Kosilis.
a cuevas en que los devoran las ratas.
Solicitelos al Admor. del Rep. Am. Oyéndote. me embriago de añejo vino: hablas de poesía: y al evocar las Sombras inmortales, el Gibelino Para vestir como perfecto caballero surge, lóbrego el ceño, triste el mirar.
nada mejor que hacer una visita a la luego pasa Milton, de torvo sino.
12 Shakespeare, vasto y hondo como la mar. Quevedo, la frase de acero fino, De ELIAS ROMERO porque esgrime el acero sin vacilar.
Renovación constante de casimires, esta es la casa de su confianza.
Tenemos clubs en formación. 25 varas al Byron, Hugo, Carducci, libres gigantes.
Sur de la Catedral, Calle Alfredo Volio. América les rinde voces triunfantes, preñada de futuro, ciega de sol, Sastrería Romero Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica